La oscuridad era lo único que me rodeaba, pero no podía descifrar bien donde carajos estaba. Todo me estaba empezando a dar vueltas, solo sentía los brazos fuertes de David rodear mi cintura para luego sentir sus labios en mi cuello mientras una de sus manos se colaba debajo de mi blusa subiendo hasta mi pecho
—David —gemí su nombre cunado estruja mi pecho sobre el sostén
—No sabes cuanto me gustas —susurró en mi oído antes de dar un mordisco en mi lóbulo —, desde la primera vez que te vi me fascinante
Me separe un momento para verlo a los ojos
—¿Me amas David?
Vi el brillo en su mirada que me hizo estremecer y un tumulto de sensaciones se hicieran en mi estómago
—Si, te amo Scarlett —se acercó acariciando mi mejilla — Te amo aun que no debería
Antes de que yo pudiera procesar aquellas palabras sus labios estaban sobre los míos, por inercia mis brazos rodearon su cuello, sentí como sus labios descendían hacia mi cuello y yo sin ninguna resistencia le daba acceso. No se con exactitud como fue que llegamos hasta la cama y tampoco supe en que momento nos fuimos despojando de las prendas, solo sentía sus manos rozar mi piel y una sensación de calidez dejaba con cada toque. Era un sensación que jamás había sentido y podría jurar que me sentía protegida y amada al mismo tiempo, y todo lo provocaba él
—Perdóname Scarlett —susurró antes de unirnos en cuerpo y alma
Narrador
Los rayos se sol se asomaban por la ventana alumbrando el rostro de aquella mujer que dormía con el cabello rojizo esparcido por la almohada mientras la sábana cubría su desnudez ajena a la miradas que aquel hombre le dirigía con una sonrisa, pero se volvió en una fina línea al recordar que todo lo había hecho mal. Con frustración se pasó los dedos por su cabellera antes de escuchar su celular sonar, al tomarlo vio el mensaje en letras grandes 《20 minutos》dejó el teléfono antes de voltear a ver aquella mujer, suspiró antes de componer su mejor sonrisa se dirigió hasta el borde de la cama acariciando su cabeza
—Hermosa —la despertó —, despierta ya es de día
—¿Qué? —se levantó de un soltó sujetando la sábana para cubrir su desnudez —. Demonios mi madre me va a matar
Él la vio como llevaba su rodillas a su pecho y con la mano libre tapaba su ojos
—Tranquila, todo va a estar bien —acarició su mejilla —. ¿Te llevo a tu casa?
—No, no te preocupes —sonrió —me doy un baño y me voy en un taxi. Supongo que tienes que irte también
Ella lo vio asentir con una sonrisa
—Pero primero veré que vayas bien a tu casa
Ella se acero a darle un tierno beso
en los labios antes de levantarse con la sábana envuelta en su cuerpo
—No me tardó —le aseguro
—Aquí estaré —le sonrió
Justo cuando la perdió de vista su sonrisa se perdió ante de volverá ver el teléfono 《¿Dónde estás? Te andan buscando》
Él lo sabía, sabía que estaría molesto. Pero ahora las cosas habían cambiado, solo esperaba que comprendiera. Como lo prometió cuando ella salió él estaba esperándola después de subirla aún taxi tomó su casco antes de emprender viaje hasta aquella mansión, al llegar los guardias lo rodearon y él suspiro. Llevo sus manos hasta el casco para quitárselo
—Te esta esperando —le dijo un hombre mayor con una fea cicatriz en su mejilla —. Que pases a su oficina
Él se volvió a colocar el casco para adentrarse a la mansión una vez que la reja fue abierta. Entró dejando el casco en el sillón para luego abrir aquellas pesadas puertas de madera, miro al hombre que estaba hablando por teléfono
—Luego te marco —lo escucho decir antes de colgar —¿Dónde estabas David?
—¿De cuando acá preguntas donde paso la noche? —se sentó en la silla enfrente de él —. Ya no soy un niño… padre
—Eso me doy cuenta
Se levanta y rodea el escritorio se coloco atrás de David y apoyo sus manos en sus hombros
—Dime, ¿La disfrutaste?
David trato de levantarse pero su padre lo agarro más fuerte impidiéndo hacerlo
—Padre…
—Sabes que lo que más odio es que me traiciones —clavo sus uñas en sus hombros escuchando su quejido de dolor —. Y ahora mi hijo me traiciona
—Padre, ella es solo diversión —le aseguro —. Te pido que la dejes tranquila ella no será una distracción
Él lo soltó para luego ponerse frente de él recargándose en el escritorio
—Bien, mientras sea solo diversión la dejaré tranquila —sonrió —. Recuerda quien eres y cual es tu deber, felicidades es muy hermosa. Ya puedes irte
David salió de hay con un mal presentimiento, pero ya no había vuelta atrás ahora solo aprovechar el momento
Scarlett llegó a su casa y lo primer que noto era que su madre la esperaba en el recibidor con evidente enfado plasmado en su rostro
—¿Dónde estabas Scarlett?
La escucho preguntar antes de soltar un suspiro
—Por hay —le dijo subiendo las escalera
—Scarlett, ¿Con quien y donde estabas? —la siguió
—¿Con quien? No te incumbe y ¿Dónde? Por hay en un lugar lejos de ti
—Scarlett me llamaron de la escuela —la tomo de la mano —, la psicologa me dijo que no has asistido a las demás secciones
—¿Tu le pediste que me tratara? —exclamo furiosa —. ¡No estoy loca!
—Mi amor, no se va al psicólogo por que este loca —acarició su mejilla —, es para expulsar el dolor del alma
—¿Alma? Por favor madre, la que debería ir eres tú —se soltó y se alejo de su contacto —. Por que ni soy yo la que mate a mi esposo para luego poder casarme con mi amante
—¡Scarlett! Ya hemos hablado de esto
—No, tu has hablado por las dos —le aseguro —, por que a lo que mi concierne yo no acepto otra verdad más que la que es obvia. ¡Tu mataste a mi padre! ¡Tu lo mataste por libraré de él y casarte con tu maldito amante!
—¡Basta Scarlett! Tu padre no murió por mi culpa y es injusto que me acuses por eso, que más quisiera que él estuviera aquí —limpio sus lágrimas —. Estoy segura que se decepcionaría hasta donde has caído, tu que eras su más grande orgullo. Te puedo asegurar que la decepción lo mataría, al ver como te estas arruinando la vida