Los condenados

CAPÍTULO 11 TODOS LOS DÍAS MORIMOS UN POCO

 

CAPÍTULO 11

TODOS LOS DÍAS MORIMOS UN POCO

Rous de inmediato sube a cambiarse, se pone lo primero que encuentra, un short sobre su viquini y una camiseta sobre la parte superior, unas bailarinas y una bolsa tipo mariconera. Sale de la habitación y se dirige a la entrada donde ya la espera Sebastián.

Sebastián: vamos tenemos que aprovechar que el hoy no estas

Rous: ¿cómo?

Sebastián la toma de la mano y corren por la entrada principal hasta llegar a la calle donde ya hay una motocicleta en la cual se sube Sebastián le ofrece un casco a ella y le hace señas para que se suba con él; de inmediato ella se pone el casco y sube.  El enciende el motor y arranca alejándose de la casa sin voltear atrás. Después de casi 30 minutos de caminos puede darse cuenta que se alejan cada vez más de la zona urbana y empieza a verse calles cada vez más verdes y solitaria. Después de casi hora y media de caminos por fin se detienes.

Es un lugar pequeño con calles más pequeñas, sin grandes restaurantes ni hoteles majestuosos.

Sebastián: espera no te bajes

Rous: ok.

Ella admira el lugar que en realidad es hermoso, es un pequeño pueblo, donde la gente, aunque bien vestidas, no se ve un glamur como en la gran ciudad, puede ver cafeterías repletas de gente, pequeños restaurantes, y gente caminando de la mano sonriendo. Después de casi 15 minutos llega Sebastián con una canasta; se la entrega en la mano y vuelve a subir en la moto y la arranca, siguen por el camino principal después de 3 minutos se desvían por un camino de terracería, siguen en la moto unos segundos hasta que Sebastián la apaga y bajan de esta.

Sebastián: de aquí seguimos caminando

Los dos dejan la moto, Sebastián toma la canasta, y siguen caminando otros diez minutos cuando a lo lejos se puede ver un gran lago con pinos alrededor, Rous camina directo a la orilla del lago y puede verlo transparente que se tanto que se puede ver el fondo del mismo junto con peces de varios colores.

Rous: ¡es hermoso señor!

Sebastián: te gusta si

Rous: ¡si señor!

Rous voltea y puede ver que Sebastián saca de la canasta un mantel y lo coloca en el suelo.

Rous: ¿le ayudo señor?

Sebastián: no yo lo hago

Rous vuelve a la orilla del lago y lo toca con su mano el agua, puede sentir que es frio, pero si exagerar. Al voltear se da cuenta que Sebastián ha tendido un picnic, con un poco de pan, varios tipos de quesos, una botella de vino y una de agua.

Sebastián: ven siéntate

Rous se acomoda en un extremo del mantel enfrente de el pero sin dejar de ver el lago.

Sebastián: a la mejor no es el mejor restauran del mundo, pero no me podrás negar que es una vista preciosa.

Rous: es hermosa señor (lo regresa a ver a los ojos), y con vino mejor.

Sebastián: te gusta el vino

Rous: la verdad que no mucho pero últimamente lo tomo más, así que me estado acostumbrando

Sebastián saca dos compas de la canasta y sirve un poco en cada una de ellas, parte con un poco de queso que coloca en los panes y le ofrece a Rous.

Rous: el pan es esquicito, los quesos no tanto

Sebastián: ¿cómo? Si los quesos son más caros (sonríe sorprendido).

Rous: me imagino… lo que pasa es que mi paladar es más rustico (lo regresa a ver y sonríe).

Pasan un ameno rato entre copas de vino y bocadillos de queso con pan. Después de un rato los dos satisfechos se acuesta viendo al cielo.

Rous: señor cuénteme algo de Clover y Milar

Sebastián: huuuu…. Bueno, Clover era un chico como 26 años de tez negra era de origen africano, en ese momento había guerra en su país, cuando yo supe de el yo estaba en Europa con Uriel, en cuanto supimos de su existencia viajamos lo más pronto que pudimos, pero cuando llegamos a áfrica Clover ya no estaba, al principio era curiosidad lo que nos motivaba a buscarlo, el hecho de saber que hay alguien que nos puede dar muerte hace que reacciones en diferentes formas. Lo buscamos por varios años por todo el mundo, hasta que un día llegamos a las faldas de unas montañas no recuerdo en nombre, pero era muy hermoso, la gente vivía en armonía y en paz, un lago trasparente pero casi en congelación, y en la cima de esa montaña había una cabaña de la cual salía humo, para llegar a ella era casi imposible, un hombre normal no podría, solo un condenado…

Rous: ¿Por qué?

Sebastián: porque tenías que escalar una pendiente totalmente vertical y si ahora es difícil antes era imposible, así que a campe unos días en la población tratando de ver a alguien, así estuve cerca de un mes, cuando una mañana muy de madrugada salía caminar y los vi…

Rous: ¿a quién?

Sebastián: Adán y Eva estaban cerca del lago platicando no me vieron acerarme, cuando estuve a menos de 10 metros escuche que alguien nadaba  así que volví a esconderme y fue cuando lo vi, saliendo de ese lago, con su tez negra y ojos color miel, me quede callado, estuve quieto un buen rato y solo los veía platicar entre ellos como si fueran una familia, cuando el sol estuvo a punto de salir, los tres caminaron a la montaña y se perdieron en esta. Yo regrese a mi campamento empaque y Salí de ahí, me comunique con Uriel y les dije la ubicación, yo regrese y empecé a vigilarlos; cada 3 noche o 2 bajaban a lago, pero solo nadaba CLover y ellos lo cuidaban, había ciertos días que se le podía ver en pueblo intercambiando cosas por comida y ropa que era para él. Después de casi 15 días una mañana llego Uriel muy temprano le explique la situación y tratamos de tomar una decisión, y después de unas horas decidimos  que era peligroso que existiera alguien así, alguien con la capacidad de poder matarnos, y que se encontraba de aliado con Adán y Eva, los originales mas viejos y poderosos, así que en ese momento nos dio miedo y acordamos subir a la montaña en la noche y enfrentarlos, pero poco después de que entro el sol se empezaron a oír gritos y llantos, y en el pueblo ver como se quemaban las casa, nos aceremos y pudimos ver que el pueblo estaba siendo masacrados con una gran cantidad de condenados dirigidos por Judas y Salome, estaban matando a toda la gente sin piedad tratando de que Clover saliera de escondite, pero por más sangre que corrió el nunca salió, a la mañana siguientes todos se encontraban en las falda de ese risco donde Vivian Adán con Clover y Eva.



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En el texto hay: rencarnacion, inmortales, amor dolor

Editado: 23.03.2023

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