Los corazones negros

Capítulo 20: Es hora del juicio- Parte II

Reportera transmitiendo en vivo en el juzgado.

Como sabran hace unos días se ejecuto el juicio estudiantil entre Alex y Leo pero lamentablemente el destino le jugo mal a Alex, ya que fallo en su contra y ahora esta a disposición de las entidades de justicia para comenzar el juicio por diversos delitos. 

  —Dada todas los testimonios y evidencias que se han presentado en el antiguo juicio estudiantil ejecutado por la universidad y otros. Considero que hay elementos suficientes para encarcelar a Alex en el nuevo centro carcelario para cumplir la sentencia por los delitos de intento de asesinato y difamación pagando con 30 años de cárcel y a la señorita Hanna pagar una sentencia de Q30,000 por el cargo de difamación y falso testimonio —

El señor juez dicta mis ultimos años de vida. Estare bastante jodido, ya me imagino lo que me harán los reos a mi persona. Me violaran, usaran, humillarán, sacarán, lastimarán de cualquier manera pero imponer respeto.

Antes de separarnos con Hanna tenemos un minuto para poder hablar. Nuestras carceletas estan un poco cercanas.

 —Fui un idiota— digo.

—No es todo tu culpa, hiciste lo que pudiste y solo querías protegerla. Eres un gran chico y una gran persona— dice.

 —Me enamore de la peor persona. Defendio a un secuestrador y no a quien lo a protegido y amado como nunca. ¿Cómo puedo ser una gran persona?— digo triste.

—Te sacrificaste por ella, le demostraste tu mejor versión. Algo que nunca puedo hacer, siempre con miedo y oculta bajo una máscara de fortaleza.— dice.

—¿Explica lo de la foto?— pregunto.

—Leo estaba pretendiendome. Me decía que era una chica segura, linda, alegre con una mentalidad única. Me deje conquistar por su linda cara pero cuando mencionaste el nombre de Leo me di cuenta de que era él un corazón negro asi que decidí no relacionarme más— dice.

—Estas de suerte podrán seguirle la pista y proteger a Gal— digo optimista.

—Tengo una mala noticia. Eduardo y Marlon decidieron abanadonar el grupo. Kendrix, P y el ministro no han venido a visitarnos para nada. Estamos solos tu y yo— dice Hanna decepcionada.

No sé como reaccionar ante tal situación. No sé que pasará con Hanna ahora que se a expuesto. Solo en mis pensamientos un guardia me da un traje naranja para mi nuevo hogar. Hanna me mira con una cara de tristeza, sabe que me pasara algo hay adentro y puede que me afecta física y mentalmente. 

Solo veo al guardia poniendome las esposas y dirijiendome al bus en donde estoy solo. Cuando entre a la carcel tendre que cuidarme solo, quizás mi entrenamiento sirva de algo pero eso significa hacerme nuevos enemigos per también nuevos aliados.

Al llegar a la cárcel noto que esta solitario solo kilómetros de mallas de seguridad y cámaras vigilandome. Al entrar noto que todo esta descuidado, me toman mis huellas, un par de fotos y todo lo de valor no sé que pasará. Solo veo un pasillo largo sin puertas a los costados al final se ve una puerta en donde yo estare habitando.

—Tu linda casa, bastardo— dice el guardia mientras me empuja.

Me acuesto en mi catre descuidado y veo que entran tres sujetos.

—Vas a pagar por las consecuencias— dice uno de ellos.

—Son corazones negros— digo.

—Hemos planeado que vinieras a visitarnos por aquí y te dejaremos en claro que formaras parte de nosotros— dice.

—Gael— susurro.

Me muestra su rostro.

—Crees que es lindo estar aquí, es hora de que pagas por lo que has hecho a Leo y no te preocupes Gal estara bien pagando por los errores de su padre— dice.

Los dos complices me toman de las manos para que me pueda inmovilazr, me atan y no sé la razón. 

—Perdiste a tus amigos, perdiste a Hanna, perdiste tu credibilidad, perdiste tu reputación y perdiste a Gal. Eres una basura— dice.

Toma un hacha que parece caliente de la punta agarra impulso mientras un complice me tapa la boca con un trapo y no se escuche mis despanpanate brazo.

—No necesitaras más tu brazo derecho—

Siento como lo caliente atraviesa mi piel y grito del gran dolor provocado. 

 

 

Comienzo a llorar y arrepentirme de tomar esta decisión. Uno de los secuaces toma un lápiz de tatuaje y decide colocarlo en mi espalda.  No puedo saber que es porque en ese momento caigo desmayado.

Al despertarme escucho murmuros.

  —Funciono—

—No tenemos idea—

—Esta despertando—

—Hola, te debes preguntar que esta pasando pero perdiste tu brazo derecho pero no te preocupes tienes un brazo robótico, trata de moverlo—

—Esta moviendo un poco los dedos. Trata de cerrar el puño—

—Si. Lo logró, no te preocupes todo va estar bien. Inyecten anestesia—      



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En el texto hay: problemas, peleas, asesinos

Editado: 14.03.2018

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