Han pasado muchos años, semanas, días y a pesar de ello, todavía no puedo encontrar el momento preciso para contar cuándo, cómo y dónde ocurrió todo, pero de lo poco que recuerdo, así fue como sucedió. Estaba como todas las mañanas sentado en mi sillón favorito, puesto que me había desvelado toda la noche escribiendo y leyendo libros de terror. Había vivido tantos amaneceres placenteros como este, en el que pasaba de largo la noche hasta la madrugada, haciendo mis estudios sobre eventos paranormales, veía videos, imágenes e incluso a veces analizaba los objetos en mi departamento. Siempre que lograba controlar la fuente principal del origen, cambiaba la posición y los cazaba para entender su energía, pero sobre todo, para poder ayudar a aquellos que eran afectados.
Revise como todos los días los documentos, entre ellos las cartas de mis hijos, quienes vivían con su madre y ya iban en la universidad. Ese día quería hacer un documental sobre un cubo pequeño de acero con símbolos extraños, o más bien símbolos escritos en otro idioma.
—Estoin hocor minus larre.—seguía mencionando una y otra vez mientras bebía un poco de café, estaba algo cansado, quería dormir hasta la próxima semana.
—"El manifiesto sincero de lo que reflejas, pondrá en tu boca el precio que pagas por leerme, quita la barrera y cierra los ojos, cae en la trampa y despliega en otro lugar".—leí la frase muy despacio, ya que estaba en otro idioma, parecía hebreo o arameo. Era algo muy antiguo. Después de terminar, un viento helado me rozó el oído y sentí un inmenso temor que pronto pasó de largo.
—Baratijas, mejor voy a dormir.—después me marché a mi cama para tomar una siesta, pero no lograba dormir bien, daba muchas vueltas en la cama, a veces sentía que cargaba algo en mis hombros, era como si alguien durmiera encima de mí. Quise revisar el celular, pero solamente encontraba llamadas perdidas de mi familia, las cuales me arrepentía por no haber alcanzado a contestar.
Volví a ojearlo, pero lo dejé, solo envié algunos mensajes de texto sobre la nueva investigación. Después llegó el sueño y caí en las profundidades de la oscuridad. Tuve fuertes pesadillas, con niños y personas que llegaban a mi mente para hablarme, usualmente estropeaban mi tranquilidad, era como estar en medio de un remolino desconocido.
—¡Vete, vete, vete!.—me repetía repetidas veces, después volvía a ver el cubo que había encontrado y leído. Luego cada uno de los elementos que había estudiado se transformaban en una especie de monstruos que me hacían sentir como una hormiga a punto de ser aplastada.
Lo que ocurrió fuera del sueño esa noche, fue que me levante solo de mi cama y comencé a caminar en diferentes direcciones, después ingrese en medio de una nube silenciosa que me desplazó por diferentes lugares y me dirigió a casas lejanas. Hasta que la energía maligna me hizo flotar a casas marginales, especialmente a la casa de un asesino, aquel espíritu me utilizó para abrir cerraduras, puertas y ventanas, dejándome a la deriva, en medio de una zona desconocida.
Cuando desperté me encontré en medio de un sótano lleno de botellas de cerveza y gotas de sangre, me asuste mucho, pero más cuando vi el cadáver de una niña a mi lado. De inmediato grité un poco y me incorporé. Me alejé rápido, comencé a mover brazos y piernas para lograr levantarme, sin embargo...
De inmediato recibí la llamada de uno de mis hijos mayores, quien era oficial de policía, en ese instante estaba muy desorientado para decir palabra alguna, pero igual conteste como pude, de inmediato comencé a hablarle con miedo y lágrimas en mis ojos. Los oficiales me rastrearon y llegaron muy rápido.
—Sabes padre, creo que esa niña quería que la encontraras.—me dijo mi hijo muy triste y decepcionado por lo sucedido. Antes de irse de nuevo a trabajar, me dio un abrazo, así que decidí darle el cubo para que se lo diera a la familia de la niña.
—Si escucharan a los muertos hijo, sería más rápido encontrar la verdad y la justicia.—le termine mencionando, por supuesto, todo fruto del miedo y la tristeza, mientras que él me sonreía con los ojos aguados. De nuevo me abrazo y asintió.
—A estos sujetos no les alcanzará la vida para pagar sus crímenes.—para tranquilizarlo esa noche, deje que me llevara hasta mi casa y me acompañó un largo rato, hasta que por fin con algo de cansancio le entregue el elemento más poderoso, misterioso y curioso que habría podido adquirir y el cual, había aprovechado mi tranquilo sueño para dominarme y llevarme a otro lugar.
—Entrégale el cubo a su familia, tengo suficiente evidencia para estudiarlo... sé que solamente así, ella descansara en paz.—desde esa noche me dedique más a las clases universitarias que me ofrecieron para analizar objetos y sucesos paranormales de la historia. No volví a tener ataques de sonambulismo, pero lo más importante es que aprendí a escuchar las señales de mi trabajo y a respetar los comunicados de aquel mundo misterioso y poco conocido del mas allá.
***
FIN
___________________________________________________________________________
Nota de la autora:
Hola a todos, gracias por continuar leyendo mis escritos, espero que los estén disfrutando. Tengo algunas redes sociales relacionadas con la lectura, aquí encuentran reseñas, información sobre libros, novelas, películas, series, relatos y avisos sobre mis nuevos escritos (en la descripción están los enlaces directos).