Los demonios de Dereck

Capítulo 5

La plaza del centro comercial estaba bastante concurrida, gente iba de aquí allá con bolsas en mano y entrando a almacenes.

Di un sorbo a mi batido celestial de Cookies and cream y di un suspiro de felicidad, ya extrañaba ese sabor en mi paladar, miré con asco el batido de Hannah que era de manzana caramelizada y canela, según ella, lo mejor, hace un tiempo lo probé y fue tan desagradable.

— ¿Algo se celebra hoy?— Andra cerró su chaqueta de cuero negro al sentir la brisa pasar.

— Ni idea— respondí.

— Se estrena la nueva línea de ropa de Bershka, hay ofertas toda la semana de la temporada pasada.

Abrí mis ojos, ¿Qué era eso que escuchaba?

— ¡¿Por qué no lo dijiste?!— chillé.

Andra rio, sabe que la ropa es mi punto débil.

— Porque...No me preguntaste.

 Tranquilicé mis nervios, soy feliz comprando en ofertas, pero mi padre no tanto. Después de todo es dinero.

Andra hablaba de las audiciones en las que se estaba presentando en algunas bandas de la ciudad, necesitaban una baterista y en tantas saqué mi teléfono para escribirle a Dereck.

“Tengo planes para el sábado ;)”- Sky

— Apuesto a que le escribe a su novio— Hannah.

— Claro que no ¿Para qué voy a querer uno de esos?— mentí.

Hannah entrecerró los ojos intentando fallidamente a que hablara.

— ¿Por qué tú primo estuvo buscándote en todo el instituto hoy?— preguntó Andra casualmente.

— Pues… la tía Sofía cumple años— comencé a explicar pero el vibrador de mi teléfono me interrumpió.

— Nos estás haciendo creer que en realidad si hay un chico Sky y sería lo mas entendible, nunca te hemos conocido a alguien, deberías continuar con la tradición de porrista zorra— abrí mi boca fingiendo consternación por lo que decía.

Andra volvió a soltar una risita.

— Hannah no te dejes llevar por los estereotipos, esta chica sigue siendo virgen, ni siquiera ha tenido novio, lo que hace creer a los demás que es perra con esas sexis coreografías— dijo Andra en su tono burlesco.

— Sky, ¿Ian y tú en realidad son parientes?

— Claro que sí tontas— respondí divertida, aunque claro, es una verdad a medias.

— Siempre he pensado que existe un amor prohibido entre ambos.

Este tema a la par que me divertía ya empezaba a fastidiarme, prácticamente las chicas del equipo todos los días hacían preguntas referentes al mismo tema.

— Hannah, sácate de la cabeza que tengo un romance con Ian ¡Diablos, es como mi hermano!

— ¿Insinúas que sus descomunales celos es porque no quieren que se metan con su hermanita?— Andra preguntó, su sarcasmo a veces sobrepasaba la línea.

Inhale, exhale.

— Cuando Ian se transfirió de la academia, sé que lo hizo con dobles intenciones, en mi ingenuidad pensé que quería hacerme la vida imposible incluyéndome en sus bromas pesadas y llamadas a detención pero entendí el corte pasado que las intenciones de ese idiota es para alejar a los chicos, de ahí que sea un tanto sobreprotector cayendo en el fastidio— afirmé, bueno… si a eso le añadimos que tiene una especial aversión hacia Dereck y ese es su motivo real, estaría perfecto.

Ahora sí dejando ese tema de lado, volví a revisar mi teléfono.

“Dime que no te diste cuenta de las ofertas”- Dereck

Aprovechando que estaba en línea tecleé.

“Así que lo sabías y no quisiste decirme”- Sky

“En mi defensa diré que no quiero sufrir durante 5 horas eligiendo colores idénticos”- Dereck

“Lo harás, me debes una chico malo”- Sky

Envío un emoji de un chico con la palma en la frente, a esto le llamo resignación al nivel Dereck Weston.

Al llegar a casa, el auto de mi padre estaba parqueado al frente de la casa, seguramente saldría.

— ¡Papá, ya llegué!— grité.

Subí las escaleras y la habitación de él estaba entre abierta.




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