Los Demonios Mentales (libro 1)

Capítulo 38

Capítulo 38

"La encontré"

Jayden esta noche estaba extraño.

Y no era algo normal esto. Él siempre se mostraba muy animado, muy chistoso, muy conversador, pero hoy estaba en el auto muy callado y mirando la ventana.

A pesar de que había sido el que me había invitado a una discoteca este fin de semana parecía, que quería quedarse en su casa.

En cambio su amigo, estaba más animado que el mismo, Jayden parecía estar encerrado en su mundo y no querer hablar con nadie.

—Es bueno conocer a un cantante como tú... —Me dijo el amigo, mientras me abrochaba el cinturón de seguridad.

—Bueno, no soy cantante...

Aclaré porque la idea era muy exagerada, solo canto en algunos bares, pero la verdad, lo hacía porque me gustaba, todavía no era mi profesión oficial.

— ¿Cantas en bares?

—Eh si...

— ¡Entonces eres cantante!

Me dijo entusiasmado, que por cierto aun no sabía el nombre ya que mi amiguito no me lo presentó en ningún momento, por su bajo ánimo.

Sonreí y empecé a mirar la ventana, ya que no había otra cosa que hacer.

Sentí la música electrónica estallar en el auto, parece que este chico era admirador de ese tipo de música.

Yo no soy muy fan de ese estilo, pero no me importa si otra gente lo escucha, cada cual es como es y tiene sus gustos.

—Hola Yannick...

Sentí la voz de Jayden en el asiento delantero al lado de su amigo que manejaba.

—Ya era hora que me saludarás...

—Bueno...

— ¿Qué es lo que te pasa hoy? —Le pregunté confundido.

—Él es Matthew...

Ignoró mi pregunta y me señaló a su amigo que estaba subiendo el volumen de la electrónica que estaba en el auto.

—Veo que eres admirador del EDM...

— ¡Claro!

Me contestó, mientras comenzó a conducir el auto.

Mire a Jayden que estaba mirando ahora hacia adelante y pude ver su rostro de cansancio... quizás había tenido días difíciles, porque todos tenemos problemas, no soy solo el único problemático de la vida.

Extrañaba mucho a Cheryl... y ella ni siquiera se dignaba a mandarme un mensaje. Entonces empecé a pensar que no me quería tanto como antes en esos tiempos solía decir... Quizás ya se había cansado de mí...

Las palabras se borran, si no mantienes lo que dices con hechos. Lo importante es demostrarlo, no decirlo todo el tiempo.

Bueno pero no estaba esta noche para pensar en ella, estaba para disfrutarla y contarle a mi amigo Jayden lo que había pasado con Larry. Necesitaba contarle eso a alguien y sabía que él era el único con el que podía contar...

Pero antes tendría que averiguar qué es lo que le pasaba.

­­— Jayden...

—No he tenido unos días buenos antes de que sigas preguntando...

— ¡Saben esta noche tienen que disfrutarla al máximo, bebiendo cualquier bebida que encuentren! —Dijo Matthew.

Este amigo de Jayden me hacía acordar a cómo me había imaginado a mi amigo imaginario Bob. Una persona de color, simpático, alto y delgado, como era este.

Nada más que sacando sus gustos musicales, hubiera preferido que le guste un poco el rock, pero eso era ya pedir demasiado.

—Bueno, entiendo, pero vas a tener que contarme lo que paso en tus días...

Seguí diciéndole a uno de mis mejores amigos, que estaba cruzado de brazos con el rostro serio.

—Oye, Jayden ¿Para qué carajos vienes aquí si no tenías ganas?

Pregunto Matthew y se me hizo el presentimiento de que iba a gritarle, pero se quedó callado. Esta noche no era una buena para él, parecía.

Además que tenía que soportar no tener a Cheryl al lado mío, tenía que soportar este tipo de actitudes de mi amigo y su misterio de no contar lo que le estaba pasando.

La curiosidad y la ansiedad me mataban.

Quería ser la persona que le aconseje que hacer ante situaciones diferentes.

La noche estaba bonita, no hacia frio como lo esperaba, se ve que en Houston empiezan los días con humedad, en donde en lugar de hacer frio hace calor y piensas que estas en verano, pero no lo estas.

Solo es un fin de semana.

Miré por la ventana y me di cuenta que el coche estaba andando muy rápido. Luego observé la velocidad que iba Matthew y era ciento ochenta, el susto no tardo en penetrar todo mi cuerpo.

—Oye, creo que estas yendo demasiado rápido...— Le sugerí para que bajará la velocidad y no provocar un accidente de tránsito.

—No, yo siempre manejo de esa forma...

Miré la ventana y todo pasaba demasiado rápido, las casas, los árboles, nunca había vivido una situación de estas, me daba fobia estar en auto con esta velocidad, de solo pensar en tener una accidente, se me revolvía el estómago. Nunca conduje un auto, pero mamá o Richard siempre iban a una velocidad normal, cuando me llevaban a donde sea... entonces esto me ponía los pelos de punta.

—Acostúmbrate Matthew maneja de esa manera y no hay forma de que nadie lo pare... —Dijo Jayden con una sonrisa al fin.

— ¿La policía?

Pregunte irónicamente y los dos se rieron, mientras yo apoyaba la espalda en el asiento de atrás que lo tenía todo para mí.

— ¿No tienes miedo de chocar?

—No, no...

Hice una mueca y luego negué con la cabeza.

—La música electrónica me transporta...

—Oh dios...— Dije tapándome la boca, por la cosa más absurda que escuche en mi vida.

Jayden largó una carcajada contagiosa que me la pegó a mi... era suficiente, creo que estos dos habían tomado unas copas demás antes de venir a la discoteca y no era agradable estar con un chofer ebrio.

— ¿Por qué no me dejan conducir a mí? —Pregunté acercándome a los asientos delanteros.

— Quizás porque no tienes carnet de conducir...

Demonios, pensé. Tenían razón, una persona que no tenía esa información, no podía manejar y creo que no podré hacerlo.

Y por un momento empecé a sentir la sirena... ¿Qué ruido? El ruido que omitía la policía cuando veía una situación extraña.



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En el texto hay: depresion, drama, juvenil adulto

Editado: 02.12.2024

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