3.

🎵Lush Life. 

🖋️🖋️🖋️

Prosperidad.

𝑨𝒅𝒆𝒍𝒊𝒏.

—¿Y Billy?

Eso quiero saber también. Tessa, mi hermana enrolla el tapete morado que usa para hacer yoga colocándolo en una esquina de su habitación. Toma el vaso de cristal y se lo empina sobre los labios.

—Cuando estabas con Andrés— me acomodo mejor en la cama dejando mi espalda contra la pared— ¿sentiste que te engañaba? De algún modo.

Ella deja de beber zumo y se concentra en mí.

—Si y, de hecho, lo hacía—toma la toalla que tiene sobre la cama y me muerdo el labio con nerviosismo— ¿Sientes que te engaña?

—No, solo siento que esta muy alejado, es como si yo me quisiera acercar y él tiene varias excusas para salir corriendo—explico—o quizá solo estoy paranoica.

—Las mujeres tenemos un sexto sentido y no exactamente para ver fantasmas.

Suelto una risa nerviosa que ella capta.

—Necesito ideas para un ensayo—cambio de tema y agradezco que no insista—es de literatura medieval, necesito usar figuras literarias, pero, no sé como hacerlo, ¿cómo puedo hacer que algo extremadamente aburrido luzca interesante?

—Me baño y te ayudo.

La veo meterse al baño y vuelvo mi atención al móvil, tecleo un mensaje rápido intentando no desesperarme por la demora.

"¿Salimos hoy?" -Adelin.

"Tengo unos asuntos que debo responder" -Billy.

—Genial—apago el aparato poniéndome de mal genio.

Buena manera para descomponerme el día.

Llevamos ya meses en la relación y apuesto lo que sea en afirmar, que hago más de lo descriptible para que él se sienta cómodo. Me acuesto en la cama de Tessa tomando la almohada y me la estampo en el rostro.

«Solo estás siendo un poco dramática» Él no me engañaría, no. Debo estar en mis días malos, debe ser por eso este humor.

Me quito el objeto rectangular de felpa de la cara haciéndolo a un lado y tomo una bocanada de aire escuchando como mi hermana cierra la ducha y al momento la veo salir envuelta en una toalla blanca.

—Oye, se me ocurría algo—me centro en las imágenes de la galería de mi móvil—¿y si nos hacemos un tatuaje?

—¿Un tatuaje? ¿Cómo cuál?

—Bueno, pues... te gustan las flores y las mariposas, no sé. Puedo dejarlo en tus manos.

—Elije el tatuaje y yo elegiré el lugar.

—Vale.

El aparato que tengo entre las manos vibra y una sonrisa tonta se me postra en los labios.

"¿Mañana puedes salir? Vi la película que estabas esperando, podemos ir, si quieres"-Billy.

🐼💜🐼💜

Miro la hora en el reloj negro que rodea mi muñeca y exhalo, quizá tuvo problemas para llegar, si debió ser eso.

Abro el paquete de papas y en menos tiempo del esperado me las acabo, alguien me tapa los ojos con ambas manos y me rio antes de que él se siente al lado en el banquillo en donde me mantengo con las piernas cruzadas.

—Hola—deja un beso casto en mis labios «huele bien» —¿Te hice esperar mucho?

—Fueron veinte minutos ¿dónde estabas?

—Visitando a Patrick, lamento la demora—se levanta y hago lo mismo entrelazando nuestros dedos.

—No te preocupes, lo importante es que ya estás aquí—cambio el tema mientras nos encaminamos a la escalera eléctrica para subir a la segunda planta del centro comercial— ¿Y cómo sigue Patrick?

—Bueno, está mucho mejor.

—¿Ya aceptó que las altas no son lo suyo?

Sonríe negando.

—Si, ya aceptó que debe conseguirse algo de su tamaño.

Suelto una risa pegándome a su brazo y compramos las boletas mientras le cuento como han estado los últimos días que no nos hemos visto.

Entramos a la sala para ver Animales fantásticos y pongo atención en mi amor platónico de la infancia Johnny Deep. A la mitad de la película él se empieza a remover inquieto logrando que lo mire.

—¿Pasa algo?

—Debo ir al baño.

—Vale.

—¿Me puedes tener esto mientras voy? —se saca la billetera y el móvil, y lo recibo colocándomelo en las piernas—gracias, ya vuelvo.

Asiento viéndolo marcharse y devuelvo mi atención a la pantalla, a la media hora miro la gente que entra y sale de la sala de cine, pero ninguno es Billy. Empiezo a preocuparme y tomo sus cosas levantando mi bolso mientras bajo y busco los baños.

Hay un grupo chicos que me ojean cuando tengo intenciones de llamar a mi novio, por lo que me hago la tonta entrando al baño de mujeres, abro mi cartera tomando la billetera que guardo de primeras y luego cojo su móvil que se enciende con la notificación que me paraliza.

"Espero te haya funcionado y..."- Astrid.

Mis ojos se quedan en el nombre y en la foto. ¿Astrid? ¿Esa Astrid? Arrugo las cejas oprimiendo el mensaje para abrirlo, pero el bloqueo facial no me deja entrar «cambio la contraseña».

«No explotes»

Miro el espejo largo pegado a la pared, lo veo salir limpiándose las manos con una toalla del dispensador y algo se aprieta en mi estómago. Busco mi móvil y abro la aplicación de mensajería, con esa maldita todavía tengo conversaciones.

Siento ganas de vomitar al ver que es la misma foto.

¿Esta durmiendo con ella? ¿Me está engañando?

No, pero él no me haría eso.

No borro la notificación de su móvil, solo lo meto en el bolso y él me ve, así que se acerca y le doy una sonrisa fingida por el espejo.