Primera parte: El descubrimiento del pasado de Janice Thompson
Era como verme al espejo, pero desde otra perspectiva.
Rubia y más alta. Claris Lewis a pesar de ser una antepasada mía, es diferente de lo que creía.
No prestaba atención al sujeto que la acompañaba. Pero de igual modo este hombre la abrazaba mientras subíamos a las eternas escaleras, forradas de tapiz gris claro.
A los costados de los propios, tenían una determinación que parecía bien cocida. Algo irónico, yo nunca me fijaba en todo aquello.
En verdad me encontraba en otro mundo, ella me trataba con cariño.
«Tan diferente de mi...»
Al llegar a mi supuesta habitación, ella me tomó desde la cintura y ayudó a que me apoyarse en la cama.
— Y ahora dime...—dijo con tranquilidad—¿Qué ocurre?
Esquive aquella pregunta con mirar a otro lado.
—¿Janice?
— No me llames así.
Quedó estupefacta al escucharlo.
—¿Pero?...¿Qué dices, Janice? . Tu eres mi primita— dijo en tono de broma, no parecía entenderme—¿Acaso estás enojada conmigo?
—No.
—¿Entonces qué ocurre?
Pensé en qué podía decirle, estaba tan desesperada que ni podía pronunciar una sílaba.
Quería salir de este sueño....quiero volver.
Me noto inquieta.
—¿Janice? —pregunta el sujeto.
—¡Quiero irme! —grité al no poder resistir. Escape entre ellos.
Corría lo más lejos que pude de las tantas salas, todo lo que veía era tan antiguo al igual que largo.
Escuchaba con atención cada sonido a mi alrededor.
Después de todo era un laberinto, eso era lo que parecía.
Claris gritaba, con desesperación de que Janice reaparecieron .Llegó un momento en que las paredes se volvían más estrechas.
Volteé para percatarme de que nadie estuviera a mis cercanías.
Fue donde unas manos me tomaron de sorpresa.
—¿Qué pasa Janice...?¿Te perdiste? —dijo Esteban.
«¿¡Qué demonios!?»
Quise soltarme pero recordé al final, que mi cuerpo no era como el de antes.
—¿Oye, te pasa algo malo? . No te haré daño, niña.
Retrocedí un poco mientras lo miraba en silencio.
Cuando intenté retirarme fue donde de repente sentí culpa, él no era culpable, yo en verdad exagerada.
Al regresar en sí le susurré :
—Si quieres amar a Claris no seas brusco , dale tiempo para comprenderla.
—¿Qué?
— Claris...— dije— Ella...
Fue tan pronto que apareció , que no pude decir nada.
—¿¡Janice!?.
—Sólo se paciente— añadí.
Esteban suspiro con una pequeña sonrisa. Hasta parecía un niño con ilusiones.
Claris lo vio y le hizo preguntas.
—¿Sabes dónde quiere irse Esteban Hillts? .
—No.
—Perdona, es que Janice amaneció un tanto extraña. Ha estado llorando últimamente.
—Pronto se recuperará, es solo una niña. Los niños siempre son imprudentes.
—Je...lo se, debido ir tras ella— dijo Claris al tomar su vestido y emprender nuevamente la corrida.
Esteban la vio hasta el último momento.
—Ella estará conmigo....
El muchacho que seguía a Claris siguió de largo mientras Esteban seguía murmurando.
—Pronto...
Pude salir al exterior de la mansión, apenas pude encontrar la salida, unos cuantos sirvientes trataron de contenerme pero no lo lograron.
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Editado: 20.09.2022