Al día siguiente Julia y Lorena sabían que tenían que complir con su labor, decidieron irse a casa sin decirle a nadie lo que había ocurrido. Para Lorena ya era casi una costumbre no era la primera vez que veía cosas extrañas. Cuando bajaron a la planté baja observaron que habían muchas personas y conversación por doquier de lametaciones era obvio que estaba ocurriendo algo. Se aproximaron a preguntar a la señora de limpieza.
—Disculpa Berta ¿pero que ha ocurrido? —pregunté Julia.
—Una supervisora de la tanda nocturna se encontró muerta y por las cámaras se vio que se resbaló sola rodando hasta ahí —nos dijo —. Y está muerta.
—Oh lo siento —contestó Lorena.
—Qué pena —comentó Julia.
—Puede ser que se haya mareado o no sé que —añadió la señora —. Pero no es raro aquí se mueren personas sin explicación alguna.
La señora las dejo. Julia y Lorena no quisieron mirar, salieron por la parte de atrás del trabajo ahí alcanzaron de ver a Marcos este caminó rápido para alcanzarlas.
—Mira quién viene —pronunció Lorena.
—Sí ya lo vi y no me digas nada —afirmó Julia.
Continuaron caminando mientras Marcos se aproximaba.
—Buenos días —las saludó Marcos.
Las dos respondieron el saludo. Comentaron durante unos minutos lo ocurrido. Fue terrible la mujer era muy querida en la empresa, tenía 15 años laborando fue un lamentable caso.
—Lo siento Marcos pero tengo cosas que hacer, me tengo que ir —se despidió Julia.
—Yo también Marcos hasta luego.
—Bien nos vemos luego, pasen buen fin de semana —dijo Marcos.