Para Marcos no era nada extraño, ver cosas raras y personajes extraños dentro de la empresa no era raro al igual que Nelly pero aveces el terror los invadía y era inevitable. Ambos se sentaron en el suelo y dentro de un rato Nelly se animó a conversar.
—Marcos creo que debemos de aprovechar esta oportunidad de que estamos solos —dijo Nelly mirando a Marcos.
—No me tientes —comentó.
—¿Ah no? —cuestionó Nelly.
Ambos trataban de componer su respiración.
—Eres maravilloso Marcos —comentó Nelly muy complacida.
—Y tú una leona, desconocía esa parte de ti —dijo Marcos.
—Es que tú con tus excusas, me impedían acercarme a ti, ahora ya sabes lo bien que soy en el sexo —musitó Nelly.