Capítulo 18

Llegó el día de regresar a trabajar, el ambiente parecía agradable. Julia y Lorena se quedaron a hacer horas extras por la noche. Habían olvidado lo sucedido días atrás. Pero a Julia me dio hambre y decidió salir a comprar algo afuera del edificio.

Tan pronto cuando pudo fue y regresó. Todo iba bien hasta que llegó. Vio a Lorena desmayada, se asustó pero cuando iba a buscar ayuda, pero la puerta no la pudo abrir luego sintió a alguien que la jaló por los pies, cayó al piso y se golpeó la cabeza.

No pudo ver quién la arrastraba cuando intentó vio a una mujer y está se detuvo agarrando una cadena. Julia se atemorizó.

—¡Por favor no me mates! —gritó.

Esta sonrió y de repente se desapareció. Luego se levantó intentó despertar a Lorena. Hasta que al fin despertó.

—Gracias a Dios abriste los ojos —pronunció Julia —. ¿Qué sucedió? 

—Es que vi a una mujer con una cadena —respondió con voz temblorosa.

—Yo vi una hace poco y me tumbó al  piso —comentó —. Yo voy a dejar de trabajar de noche aquí.

—No por favor no me dejes sola, de verdad necesito el dinero por esto trabajo de noche —le suplicó Lorena.

Julia rodó los ojos.

—Lo sé pero esto ya demasiado, no soportaré otra noche aquí —sentenció Julia.

—Pero hazlo por mí, sólo será por unos meses —dijo Lorena.

—Lo pensaré pero noté aseguró nada —contestó Julia.

—Piénsalo ¿sí? 

Julia asintió.

Cuando se compusieron pusieron sus ánimos en marcha para laborar.