Lorena había llegado y espero a Julia en la recepción. Sintió deseos de ir al baño, caminó hacia el baño con su bolso en mano. Entró y se colocó en uno de los apartados. Escuchó jadeos y se sorprendió.
Terminó de orinar y llegó hacia el lavado para lavarse las manos, después de lavarse las manos sintió deseos de la cara, inclinó su cabeza echándose agua por la cara, luego tomó un poco del gel y se lo lavó con el, procediendo a echarse agua. Cuando terminó vio en el espejo una mujer mirándola al frente de ella. Se preguntaba como era posible que estuviera ahí si ella está ahí, no se veía su imagen sino la de la mujer con una sonrisa macabra.
Lorena tomó su bolso y salió corriendo llegando a la recepción ya Yuri había llegado y se extrañó al verla así.
—¿Por qué corres Lorena? —cuestionó.
Se sentó en un asiento y respiró un poco.
—Yuri no sé cómo decirte... —interrumpió Yuri.
—Viste a un fantasma —dijo Yuri, colocó su móvil encima de una agenda y se giró hacia Lorena —. Eso es normal, ya yo me acostumbré, esté lugar es de valientes. Muchas personas desean entrar a trabajar aquí del mismo modo que quisieran irse cuando se topan con sucesos paranormales.
—No es fácil, yo estoy aquí por necesidad sino hace tiempo que hubiera renunciado —comentó Lorena —. Además si analizas bien, no es normal que mueran personas constantemente. Esas cosas lo tapa la empresa.
Suspiró.
—Es algo obvio, los empresarios sólo quieren ganar dinero —afirmó Yuri.
—Lamentablemente.
En ese momento llegó un mensajero con un peluche grandote, con un ramo de flores.
—Buenos días, vengo a dejarle esto a Yuri Alvarez —dijo el mensajero.
Yuri se sorprendió y se emocionó a la vez.
—¡Soy yo!
El mensajero puso lo que trajo en el escritorio de Yuri.
—Firme aquí.
Yuri firmó, el mensajero se fue y Lorena se aproximó curiosa.
—¿Y quién fue Yuri? —cuestionó Lorena.
Yuri vio una nota que decía:
Para: La mujer más hermosa, que me ilumina el día con su hermosa sonrisa.
Atte: Alex.