Narrador Marcos Ferrer
No guardaba rencor hacia mi nena porque ella sufrió demasiado sola con el embarazo, solo me sentía mal por no estar ahí con ellos disfrutar el proceso.
La veo correr hacia la casa donde mis pequeños diablillos nos están esperando hoy saldré con ellos un día de padre e hijos.
Alexa me modela su vestido negro de mariposas
Tanto Alexis como Alexa se están retando con la mirada, intento parecer serio pero por dentro me estoy riendo.
La muy chiflada sale corriendo hacia la camioneta para que no le diga nada.
No creo pero si él lo dice.
La observo por algunos minutos está peleando sola, se que odia trabajar y por dejar todo el papeleo que es para mañana está enojada
Me pongo serio porque su hermano y papá me dijeron que podía manipularme con tal de no trabajar
En todo el camino escuchamos puras canciones de reguetón, según mi querida princesita su mamá les pone perreo intenso
Sus hermanos prefieren quedarse callados a seguir peleando y agradezco eso.
Alex me mira con burla ese niño es un sabelotodo, obvio que salió a mi familia de inteligente.
Hay dios quería hijos y en especial una niña.
La muy descarada le tiro el gorro a la basura y todavía le echo un licuado
La dejamos ahí haciendo su berrinche, esa niña no me gobernará.
Voltea hacia la ventana como si nadie le estuviera hablando.
Ok ya entendí me esta haciendo la ley de hielo.
Bajamos a un restaurante muy bonito para niños la mula de mi hija no pidió nada ni está jugando.
La muy mula está toda enojada mirándonos mal.
Que haré con esta niña.
Hay no. Mi hija enseguida levanta la vista
Me siento raro verla después del divorcio, pero no estoy arrepentido.
Suelto varios suspiros está niña parece una adolescente, no estoy listo para dejarla crecer.
Antes de irse voltea a vernos pero en especial a mi princesa y eso no me gusto.
Mi nena está en piyama en la sala con un bol de palomitas
Mi nena se me queda viendo fijo y se va con Alexa hacia la cocina.
Mi Corazón esta latiendo demasiado rápido, los amo mucho.
Camino hacia la cocina donde escucho los reclamos de mi adorada hija.
Mi nena se queda callada.
Mi nena se ríe mientras me llena la cara de besos.
Mi nena tiene razón.
Terminamos la noche en pijamas acostados viendo la tele
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Editado: 28.08.2024