Los Finales Felices No Existen.

Capítulo 2.

Mi alarma suena y eso solo indica una sola cosa; un día más en esa cárcel de escuela pero también un día menos para huir de aquí. Hice lo que siempre hacia: me aseaba, me vestía y salía con mi mochila preparada para la escuela. Cuando llegue abajo mi querida madre y su novio estaban en la sala viendo tele, voltean y el asqueroso de Henrry me guiña un ojo mi madre solo me mira de arriba para abajo, volteo y veo a la cocina todos los platos sucios de seguro me tocara lavarlos a mí, cosa que no hare. Todo eso pasa en una fracción de segundo porque no soporto ver a mi madre. Cuando voy a salir mi madre carraspea, me volteo y dice:

–Cuando vengas de la escuela tienes que limpiar y lavar la ropa Mayelin–uno, odio que me llamen por mi nombre completo y dos:

–Púdrete si crees que voy a ser tu sirvienta- le respondo con tono frio y cortante.

–No me hables así mocosa que soy tu madre.

–Tú no eres mi madre. Solo eres una persona repugnante que se hace pasar por mi madre– le dije, se quedó callada y me fui.

Se que esa no es la forma de hablarle a una madre pero es una lista muy larga de porque soy así:

Uno. Cuando dice: lavar la ropa significa la de ella la de Henrry y la mía. Claro está, que no lo hago.

Dos. Limpiar la casa: desde los diez años fui su sirviente hasta que a los catorce me revele y no limpie más, total me paso el día entero en la escuela y cuando llego a la casa en mi habitación.

Mi cuarto tiene baño propio y no tengo que salir, la comida: yo no como, punto. Solo para no desmayarme desayuno en una cafetería antes de la escuela y para cenar simplemente compro fruta en algún supermercado y como eso, y son escasas las veces que como pero tengo dinero para comprar la comida que yo quiera, simplemente no quiero.

Y ETC, ETC, ETC

Llegue a la escuela y como siempre la clases aburridas pero siempre mantengo mis notas de ocho, nueve y a veces diez no soy bruta pero no llamo la atención. Las clases pasaron rápidas y me fui a mi casa y la rutina de siempre, ponerme el pijama, leer y luego escuchar música hasta que me de sueño. Como no me llegaba solo pensaba en como mi vida estaba a punto de cambiar me iré lejos muy muy lejos de este lugar y podre encontrar paz en mi interior.

País nuevo, ciudad nueva, personas nuevas, vida nueva, Maya nueva.




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