Estamos a 10 metros de tocar el Estado de Filidelfia, escapando de los ladridos de un perro callejero, a Sasha le noto más cansada que yo, sin embargo resiste gracias a su voluntad de no rendirse, pasamos por una autopista y cruzamos al Este, observamos el entorno viendo a un humano con unas cadenas de oro colgando en el cuello mientras come una hamburguesa, las migajas que caen al suelo llaman nuestra atención y nuestro instinto nos hace sentir hambre, asi que nos acercamos para comer pero el tipo nos espanta, asustada, Sasha sale corriendo y yo la sigo, nos escondemos en un pequeño túnel de concreto y desde lejos vemos al mismo hombre seguir comiendo de lo que queda de su fiambre, noto que no tiene espíritu, por lo tanto debe ser un “pasu”, alguien carente de chispa divina.Caminamos por un parque y vemos a una mujer rezando, lleva en sus manos un collar con la figura de la cruz mientras expresa arrepentimiento en sus palabras, pidiendo a Dios que la perdone, ambos notamos que ella tiene un elemento muy elevado llamado alma y por lo tanto debe ser un “virya” dormido, detrás de nosotros aparece un niño alegre jugando con una pelota que choca en mi cola, el pequeño nos ve y trata de acercarse inocentemente, Sasha se le acerca acurrucandose, yo también me acerco y paso mi cabeza sobre su mano, este niño tiene el comportamiento de un Shidda, los dos percibimos la vibración de su espíritu haciéndonos sentir alegres como alguna vez sentimos cuando estábamos en nuestro mundo.
Entonces llegamos a la conclusión de que este mundo está compuesto de tres tipos de hombres, el Pasu, el Virya y el Shidda, en otras palabras, el materialista, el psíquico y el espiritual, donde solo los que despiertan del engaño de las apariencias, podrán liberarse de las cadenas del mundo y regresar al reino de los espíritus. Una mujer llama al niño, suponemos que es su madre, el pequeño se pone triste y se aleja de nosotros, Sasha y yo nos dirigimos a un pequeño lago cerca del parque, bebemos agua para calmar nuestra sed, sin embargo nuestros estómagos rugen de hambre pero la suerte nos acompaña y un hombre se nos acerca dejando un trozo de sándwich en el piso para luego seguir su camino, Sasha lo huele para luego comer un pequeño bocado, yo le sigo y también como, luego de calmar nuestro hambre, nos acostamos para descansar después de un largo día y continuar el mañana con la voluntad de nuestro SER.