Capítulo 1

1

“Al final todo estará bien, si no lo esta es porque aún no es el final”

-Muchas gracias- dijo el señor tomando el pequeño bolso de sal, dejo unas monedas sobre la mesa de madera y después se perdió entre la multitud del mercado, la gente se movía tranquila por entre los distintos puestos, apresurándose a hacer sus compras, era aún temprano pero las mejores frutas y artículos se agotarían rápido, así era la vida al menos en alcalia a diferencia de la capital, esta pequeña ciudad era habitada en su mayoría por gente pobre. Al fondo se divisa un enorme castillo, como una montaña, con grandes pilares, y un montón de  diversos adornos que relucen en contorno de este, está rodeado por la fila enorme de casas que se esparcen por los alrededores, junto con otros edificios de mediano tamaño. Ahí solo la clase alta, los nobles y los metales pueden vivir.

-De nada, que tenga un buen día- respondió alegremente Flúor, el chico que se encontraba atendiendo el pequeño puesto de sal en un rincón, con una pequeña mesa al centro y una manta algo rota que le cubría del sol, había tenido un buen día, pues las ventas iban bien y siempre era un gusto ver un cliente satisfecho.

Su padre era un oficial de policía que servía en el interior del castillo, al servicio de los nobles, antes de eso era comerciante, pero una oportunidad de trabajo no le caía mal así que le dejo el negocio a Flúor y yodo, la chica de pelo violeta que justo llegaba donde flúor, le arroja una manzana y este la atrapa en el aire, con la mano derecha.

-que buena atrapada-

-no es por presumir pero…-

-Si claro, ¿cómo van las ventas?-

-pues a decir verdad no puedo quejarme, ¿a ti como te fue con la entrega?-

-tengo la plata, el señor Jacob necesita 30 kilos más para este jueves-

-esas son buenas noticias-

-pues por lo menos, me refiero a que tengo otras que quizá no sean tan agradables-

-¿a qué te refieres?

Yodo extiende la mano y le muestra un papel, un anuncio que tomo de alguna pared mientras paseaba por las calles de regreso al negocio.

-es un llamado- dice ella -una reunión en la explanada central, a las 18 horas, necesitan que todos los aldeanos estén presentes-

-¿alguna idea de sobre lo que tratara?-

-ninguna, pero dice que es importante para todos nosotros. He visto a algunos metales rondando por ahí, y los oficiales están limpiando la plaza central, se rumora que un noble se presentara por lo cual debe ser algo grande-

-uno de los nobles, ¿sabes quién?-

-nop, pero no es nada común que uno de ellos quiera venir a una pocilga como lo es alcalia, así que nuevamente, debe ser algo interesante-

Flúor siguió leyendo el papel para ver si algo podía darle información acerca del asunto de la reunión.

-he visto a tu padre también- menciona yodo -le ha saludado-

-genial, creí que estaría en el palacio, no me menciono nada acerca de la reunión y bueno el debería saber de qué trata-

-supongo que sí, pero sale hasta tarde y la reunión será pronto, lo mejor sería asistir, aunque puede que sea algo acerca de la resistencia.-

-¿por qué lo dices?- pregunta flúor -¿Han hecho algún nuevo ataque?-

-no pero últimamente son muy mencionados, han hecho presión constante en los últimos meses, hasta los admiro-

-han dicho que son terroristas-

-y te lo han dicho los nobles, recuerda que ellos y los metales son los que nos mantienen en esta miseria-

Y ciertamente las cosas siempre habían sido así, en este mundo los nobles eran la mayor clase social, eran los que regían al resto de la sociedad, con ellos estaban los metales, tan arrogantes por considerarse puros y mejores que el resto, servían como guardias de la clase noble debido a su gran tamaño, resistencia y fuerza, estos se habían encargado de mantener al resto de ciudadanos bajo su control.

Aquí solo quien tiene el poder puede acceder a una vida digna y los metales tienen mucho poder, no solo influencia por ser “puros” en verdad tenían gran poder, su fuerza bruta era tal que noquearían a cualquiera de un golpe si es que este no muere por el impacto.

El resto por su parte, tenían una vida común, se dedicaban al comercio a tener una vida que por lo menos no sea tan miserable y estaban casi agradecidos por ello, ciertamente los nobles los explotaban pero no se podía hacer nada.

-como sea, hasta donde sabemos no han logrado nada, alcalia sigue tan miserable como el resto de aldeas vecinas-

-bueno, una revolución en contra de los metales es algo difícil y que lleva tiempo, seguro que un día de estos, cuando menos lo esperemos las cosas cambien.-

-bueno… se vale soñar-