Los Hijos de Anac y el Jardin del Eden

Capitulo 16

_ Sabía que te encontraría aquí.

Arwen no se movió, no se giró al escuchar la voz de Kadar y no reacciono cuando se sentó a su lado al borde del risco. Su atención estaba en las rocas afiladas que sobresalían del agua, en cómo se formaba espuma alrededor de ellas a causa de la caída del agua por la catarata, pensaba en el frio y si al sumergirse se sentiría como millones de alfileres atravesándote hasta los huesos. Era tentador intentar descubrirlo, quizás el frio punzante y asesino entumecería el dolor de su corazón y acabaría con la sucesión de recuerdos que empujaban una y otra vez en su cabeza.

_ ¿Arwen?_ Kadar aparto el cabello de su rostro.

Ella se miró las manos, las había lavado por horas y aun así seguía viendo sangre en ellas, la sangre de su gente, de su familia. Todos esos rostros suplicándole que acabara con su dolor, que no les dejara convertirse en un condenado. No pudo hacer más por ellos, corto sus gargantas con su daga mientras le susurraban “gracias”.

¿Gracias por qué?

¿Por ser incapaz de guiarles mejor?

¿Por no tener la capacidad para protegerlos como de seguro lo hubiese hecho Tristán?

Se sentía culpable y destrozada.

_ El sufrimiento es parte indeleble de nuestras vidas._ Murmuro finalmente._ Desde que nacemos lo hacemos con sufrimiento, nos empeñamos en que la felicidad es la ausencia de sufrimiento cuando la verdadera felicidad consiste en la aceptación del sufrimiento en nuestras vidas.

_ ¿Arwen, que haces aquí? ¿Porque nos alejas a todos?

Finalmente Arwen lo miro, sus ojos apagados sin ningún brillo, ninguna emoción. Tampoco había rastro de lágrimas, solo ese enorme vacío en su interior.

_ Porque aceptar el sufrimiento es terriblemente desgarrador.

_ Todos están preocupados por ti, Kilian está enloqueciendo.

_ Kilian estaría mejor sin mí.

Un escalofrió recorrió el cuerpo de Kadar, el desapego en la voz de Arwen y su falta de emoción lo comenzaban a asustar mucho. Ella no se parecía en nada a la mujer fuerte, alegre, vivaz, cariñosa y amable que tanto amaba. La mujer frente a él solo era una cascara vacía.

_ ¡No vuelvas a decir eso!_ Kadar la sostuvo por los hombros y la zarandeo tratando de hacer entrar un poco de razón en su cabeza._ Él te ama, y te necesita.

Arwen rio, pero su risa estaba desprovista de calidez, era totalmente fingida.

_ Todos nosotros te necesitamos._ Murmuro Kadar bajando su cabeza avergonzado._ Todos nosotros nos preocupamos por ti y queremos que regreses, pero no esta versión sin sentimientos y sin brillo en los ojos, necesitamos a la Arwen con fuego en el corazón.

Con un movimiento muy suave Arwen acaricio la mejilla de Kadar, lo miro fijamente a sus cálidos ojos del color de la miel, deslizo su mano delineando cada línea de su rostro y se detuvo en sus labios carnosos y suaves. Algunas ocasiones se preguntó que se sentiría poder besarlo, como sería el tacto de sus manos sobre su piel, se preguntó mil veces que sería amarlo a él en lugar de a Kilian.

_ Los ojos no pueden brillar sino hay algo que arda fuerte dentro de ellos, yo lo perdí todo en el momento que mi daga se deslizo por la garganta de quienes fueron mi familia.

_ No, no lo has perdido todo, yo sigo aquí y todos abríamos actuado igual que tú. Yo te pediría que me mataras con tal de no perder mi alma, incluso para no perderte a ti.

_ Yo no merezco tus sentimientos.

_ Eso lo decido yo._ Kadar levanto su mano a su rostro._ Amarte no me hace daño, lo que me destruye es ver cómo te consumes. Pero quizás no soy el indicado para hacerte entender._ Arwen frunció el ceño confundida._ Alguien quiere verte.

_ No estoy lista para enfrentar a Kilian.

_ No se trata de Kilian.

Kadar se inclinó hacia ella y sin dudarlo le beso rápido en los labios, era una imprudencia de su parte pero necesitaba desesperadamente probarla y hacerle sentir que no importaba cuanto huyera él siempre estaría a su lado. Luego se levantó y camino lejos de ella, Arwen se quedó perpleja observando como la silueta de Kadar se desdibujaba con cada paso hacia el bosque y como la imagen de un ángel se presentaba ante sus ojos.

_ No puede ser._ Arwen se levantó y corrió hacia Arif._ No puede ser real.

Arif la abrazo con fuerza contra su pecho, beso la cima de su cabeza y le dejo llorar un poco antes de poder mirarla a los ojos. Se sentía bien volver a verla, aunque las circunstancias no eran las mejores y era evidente cuan roto estaba su corazón.



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Editado: 24.04.2018

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