Capítulo 10. Las profundidades del infierno

Las profundidades del infierno son cuevas sumamente poderosas, llenas de energía suprema demoniaca y veneno que nadie puede soportar su poder, hay maneras de entrar sin que este sea afectado, involucrando a los cuatro elementos de esta manera se tendrá un contraste que evitara que se afecte espiritualmente al inmortal o demonio que entre en este lugar.

En este momento los dos príncipes infernales están en la entrada de las profundidades del infierno, incluso ellos tienen prohibido entrar a este lugar, simplemente por el hecho del daño que les pude causar, debido a que este lugar es más poderoso enérgicamente destructor, los demonios que han vivido en este lugar, duran muy poco con vida, solo los nacidos en este pueden soportar dicha atmosfera, por eso los demonios más destructores y poderosos han salido de estos lugares.

-Que piensas acerca de esto – La princesa está más que encantada con este lugar y junto a su hermano planean una entrada sin autorización del rey demoniaco - Crees que el demonio este recuperado en su totalidad.

-Lo dudo mucho hermana, pero algo hay más en este lugar, nunca e venido demasiado seguido, pero el aura es más toxica que anterior mente – Le indica el príncipe demoniaco debido a que tiene un mal presentimiento – Crees que debamos arriesgarnos por ayudar a Gabriel.

-Sabes que siempre nos a apoyado en muchas locuras – Le insiste la princesa – Pero sé que esto está más allá de nosotros, pero no tengo miedo.

-No hablo de miedo – La mira con su aspecto de niña caprichosa – Solo que es más que arriesgar una regañada, entrar a estas cuevas puede significar la muerte.

-Pero jamás nos detendremos, recuerda una misión de hace unos mil años atrás, pedimos apoyo del mundo celestial y nadie nos los brindo, solo nuestro amigo Gabriel que a duras penas ganamos una confianza mutua – Le dice la princesa – Además él es demasiado poderoso, es mucho más fuerte que cualquier ser celestial, puede soportar energías demoniacas que muchos celestiales les afectaría.

-Sé a qué va todo eso – Le indica el príncipe a su caprichosa y atolondrada hermana – Sé que el inmortal del fuego te ayudo a que tu novio se recupere – La mira – Pero dime de que te sirvió si de todas maneras el huyo de ti.

-No hablaremos de eso – Le reprocha la princesa – Tenemos que tener en mente todo este peligro para nuestro amigo – Esa palabra nunca la a encontrado buena pero es la única que define la relación con el inmortal – Además es el único del mundo celestial que nos brinda incondicional apoyo – Mira a su hermano con reproche – Pronto en unos milenios más el será el gran ser supremo.

-Y quizás en esa época él se vuelva en contra de nosotros – El príncipe infernal sabe que Gabriel es de confianza solo insiste en este tema para molestar a su hermana – Pero veo que a mi hermana le gusta un ser inferior de una raza muy abominaste.

-Cállate sabes que solo somos amigos – Le grita – Bueno a qué hora llegara ese demonio.

Los príncipes esperan a su aliado en las profundidades del supremo infierno el estar en este lugar sus pensamientos van a momentos grandiosos junto a su madre, ella las entreno en este lugar y sobre todo era la mayor guerrera del reino demoniaco, junto a su padre ellos reinaban en una gran armonía, solo que el destino hace más de muchas quinientos años la llevo a la muerte.

El príncipe demoniaco no está muy convencido de entrar a estas cuevas, no por miedo o precaución, sino porque el siente algo mas extraño y diferente, alguien nuevo en este lugar a llegado piensa, pero no está seguro debido a que estas cuevas pueden ser constantes cambios de su aura destructora.

-Porque tardara demasiado, sabe que odiamos esperar – La princesa demoniaca con su aspecto no tan angelical como un celestial es una de las mujeres más bellas del infierno – Tenemos que estar pronto en el castillo infernal si no nuestros nefilim nos delataran.

-Tranquila demonio que sabes cómo los controlo – El príncipe demoniaco adora a su pequeña hermana – Nadie se meterá con nosotros, además quien quera enfrentar a la gran princesa infernal con sus grandes lotes de luchadora.

-Sabes que soy demasiado buena e incluso mucho mejor que tu – La princesa demoniaca esta harta de que todos la menosprecien solo por el simple hecho de ser una mujer – Además no pretendo ser más presumida pero hermano yo casi vencía Gabriel en una batalla.

-Príncipes infernales – En este momento el demonio que estaban esperando a llegado – Mis disculpas por hacerlos esperar.

El aspecto es desagradable con sus escamas y olor demasiado fuerte a podrido, pero no se pueden quejar de este demonio, así como ellos la mayoría de los que viven aquí tienen más que nada el olor a azufre supremo, no como el olor de reino demoniaco si no que aquí es más mezclado con veneno y azufre podrido, aunque la apariencia de este demonio es algo inofensiva saben que es muy poderoso, solo por el hecho de haber nacido aquí.

-Dígame nos tiene noticias – Indica el príncipe demoniaco – Estamos esperando con demasiada impaciencia y sabe que no nos gusta esperar.