Actualmente el origen de la palabra «esquimal» sigue aún sin aclararse totalmente, a pesar de que existen varias hipótesis que apoyándose en documentos donde aparece dicho término ayudarían a averiguar su génesis. En un texto inglés de 1584, encontramos por primera vez este término bajo la forma de esquimawes para referirse a los habitantes de la costa del Labrador que viven en Graunde Bay (Hakluyt, 1935; Benveniste, 1953). La primera vez que aparece en francés es bajo la forma de excomminquois, encontrada en los informes realizados por Pierre Biard en 1611 y 1616 en Acadia (Nueva Escocia). En 1625, el historiador vasco Lope de Isasti menciona la palabra esquimaos usada por los balleneros vascos que faenaban en el estrecho de Belle Isle a mediados del siglo XVI (Barkham, 1980; Mailhot, Simard and Vincent, 1980; Martijn, 1980). Posteriormente, en 1632, Samuel de Champlain utiliza el término francés esquimaux (Martijn, 1980) casualmente en un mapa de la zona del estrecho de Belle Isle. Unos años más tarde, en 1671, Thomas Gorst escribe la palabra eskeimoes en sus notas de viaje (J. B. Tyrrell, 1931). Sin embargo, todos estos datos, que únicamente son testimonios, no aclaran la auténtica procedencia.
La creencia más extendida y aceptada no solo en los libros de texto sino también en muchos diccionarios actuales, es que el término «esquimal» procede de los nativos americanos Algonquinos, que recurrían a las palabras aškime∙w (Béland, 1978) y e∙škipot (Baraga, 1878; Cuoq, 1886), que respectivamente significan «que se alimentan de carne cruda» o «los que comen carne cruda», para designar a los indígenas de la gran península del Labrador. Sin embargo, hay que tener muy en cuenta otras probabilidades no menos ciertas que esta. Una de ellas afirmaría que su origen procede del término ayassime∙w de los nativos americanos Montagnais que la utilizaban para referirse a los habitantes del Labrador (esquimales y Micmac) y que significa «constructores de raquetas de nieve» (Lemoine, 1911; Mailhot, 1978; Mailhot, Simard and Vincent, 1980). Esta probable hipótesis afirmaría que el nombre fue registrado por los balleneros vascos, quienes, a su vez, lo recogieron de los Montagnais, con los cuales comerciaban. Más tarde, fue transmitido a franceses y británicos, y luego se extendió al resto de países.
En 1927, Kaj Birket-Smith (1893-1977), filólogo y antropólogo danés, afirmaba que a pesar de su existencia y, por supuesto, de su uso común, los propios indígenas desconocían la palabra «esquimal» con la cual eran designados. Más allá de la polémica que todo esto pueda suscitar entre la población nativa, la realidad es que desde hace muchísimos años llevan usando los términos inuk y su plural inuit para definirse a sí mismos en su propia lengua. Durante los años 70 del siglo XX, por ejemplo, en Canadá el término inuit había ya reemplazado a la palabra «esquimal» en las publicaciones gubernamentales y científicas, así como en otros medios de difusión, en respuesta a las constantes demandas realizadas por asociaciones políticas inuit. Afortunadamente, poco a poco se ha ido tomando conciencia de esta realidad y en algunos países ya se han puesto los medios necesarios, aunque a veces no los suficientes, para informar de ello.
En la actualidad, el término «esquimal» es un concepto peyorativo, que no solo menosprecia a la población nativa a la que hace referencia, sino que también oculta el auténtico nombre de este pueblo. Por este motivo, se pusieron en funcionamiento todos los mecanismos disponibles para difundir la única expresión válida, aunque fuera con matices.
En 1977 se celebró en Barrow (Alaska) la primera Inuit Circumpolar Conference o Council (ICC),1 que reunía a los representantes inuit de Alaska, Canadá y Groenlandia (la delegación soviética se uniría unos años más tarde). Durante esta reunión, se decidió que debía usarse la palabra inuit para designar a cualquier grupo esquimal, con independencia del nombre que se diera a sí mismo localmente o en su lugar de origen.
El término «esquimal» quedaba obsoleto de un modo oficial y era sustituido por el nombre correcto. En este sentido, simplemente indicar que en la actualidad se utiliza a veces esta palabra arcaica para referirse a una etapa evolutiva de esta cultura, prehistórica y/o arqueológica, o sencillamente cuando la información se basa en documentos antiguos donde el uso del término «esquimal» era aún común, como es el caso del criterio seguido en este libro.
Los inuit, palabra que significa «personas, seres humanos o verdaderas gentes», viven en las regiones árticas de Alaska, Canadá, Groenlandia y Chukotka (Rusia). Aparte del uso genérico de este término, se pueden distinguir una serie de nombres con los que estos habitantes de las diferentes regiones árticas se denominan a sí mismos. Inuit en su ámbito regional hace referencia a los nativos del Ártico oriental canadiense. En la región del mar de Bering (costa sudoeste de Alaska y Chukotka, Rusia) prefieren llamarse Yupiit (singular Yup’ik, Yupik o Yuk); en las laderas septentrionales de Alaska, Iñupiat o Inupiat (singular Iñupiaq o Inupiaq); en el delta del río Mackenzie, Inuvialuit (singular Inuvialuk); en la costa sur de Alaska, Sugpiat (singular Sugpiaq) o Alutiit (singular Alutiiq), y en Groenlandia, Kalaallit (singular Kalaaleq o Kalaalleq). Además de estas denominaciones, existen otras que hacen referencia a los grupos locales que viven en cada una de estas regiones árticas, como veremos más adelante cuando tratemos los distintos grupos inuit.
Igualmente, cabe señalar que el término inuit está muy extendido y aceptado en todo el territorio ártico excepto en el caso de Alaska. De hecho, los habitantes de esta región-estado de la Unión no encuentran que sea peyorativa la palabra «esquimal». Por este motivo siguen distinguiendo entre esquimales Iñupiat, quienes desde el punto de vista lingüístico son inuit y esquimales Yupiit, que no lo son.2