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[Perspectiva de Miriam]

¿Mi turno ya? genial. Mi nombre es Miriam. Es un placer.

Seré honesta aquí, los cerdos me asustan. Cuando pasamos por su lado sentí escalofríos, no quiero ser grosera, pero los cerdos podrían comerse fácilmente un cadáver y me desagradan. Preferiría estar en una habitación con un león a con un cerdo, son asquerosos y aterradores. Lo siento por compartir demasiado. También mirar a Kyle cuidando a esos cerdos fue una sensación tan horrible, quiero decir, se sintió raro, repugnante.

De todos modos, ordeñar las vacas es simple, básicamente le jalas algo a la vaca y sacará leche. Lucas por mandato del abuelo fue el primero en ordeñar a la vaca porque ya tiene experiencia y es mejor que nos explicara, además nos mostrará cómo hacerlo. Abuelo le pidió a Lu un vaso de plástico lleno de leche recién ordeñada, quedé mirando y me congelé en ese momento exacto cuando vi a Lu y Abuelo bebiendo como si nada e incluso sonriendo después. ¿Eso no puede provocarte una infección? Debo comentar que Lu parecía en su mundo, simplemente distraído en nuestro camino hacia aquí.

Todos lo probamos después de que Lu nos lo mostrará, primero fue James. Se sentó en el pequeño banco de plástico. La vaca estaba haciendo sonidos y sonaba enojada, en un momento se puso de pie y dio tres pasos hacia atrás. Abuelo simplemente se rió, obligó al rarito a seguir. La vaca corrió en el momento en que el rarito la tocó.

"¡Awwe!" Con esto llamó la atención de su hermano mayor. "Ya te odia, ¿huh?" Bromeó el colonizador con una ceja levantada y una sonrisa.

"Al menos no fui un cobarde para moverme". El rarito respondió enojado dándole una mirada tratando de intimidar al menor, pero a James no parece importarle.

“Bueno, ella no me odiaba, ¿verdad? Imbécil." El colonizador puso los ojos en blanco y se rió.

"¡Callense de una puta vez!" Gritó el abuelo llamando su atención. "Lucas, trae la vaca". Demando el abuelo.

“Sí, abuelo.” Hizo lo que se le ordenó siguiendo las instrucciones. No se quejó e hizo ninguna expresión. Simplemente fui a hacerlo y quería ir con él. Abuelo me dejó y los dos fuimos a por la vaca.

La vaca se veía bien, aunque fue un poco difícil para nosotros llevarla de regreso al lugar, fue divertido de alguna manera. Lucas comentó que había estado viniendo seguido al punto que Abuelo pensó que sería una buena idea enseñarle a él junto con sus hermanos cómo manejar la finca. Sucedió antes de que todo se derrumbara en la familia ya que su padre ama este pueblo y con razón porque creció aquí. Apuesto a que mirar a todos los animales, la casa, el pueblo, incluso las personas, es nostálgico.

Regresamos con la vaca. Ha demostrado que es bueno con los animales. Eso es noticia ya que se mostró molesto cuando el abuelo nos dijo que íbamos a ordeñar. Jonathan quería ser el siguiente y el abuelo le dio permiso para hacerlo, John tomó cartas en el asunto y lo ordeñó perfectamente, las palabras del abuelo no son exactamente mías, pero son completamente correctas.

"Mi turno, supongo." Anuncio a mi hermano —closetero reprimido— esperando que Lucas traiga otra vaca.

Cuando Lucas regresó con la vaca, le dio algunas palmaditas justo antes de dejarla con el closetero reprimido o su nombre 'Gabriel'. Normalmente olvido su nombre, para ser honesta. Respiró hondo varias veces intentando siquiera tocar a la vaca pero no pudo hacerlo. Parecía con asco y aterrorizado de alguna manera.

"No puedo, lo siento pero no puedo. Esto es asqueroso". Se levantó y retrocedió unos pasos.

"Dios, ¿te recuerda a algo Gabriel?" El colonizador preguntó con algunas risas dando a entender lo obvio. Aparentemente está de humor para hacer bromas.

"Oh, no seas grosero con él. Todos sabemos que le encanta". Agregó Lu con una risa tapándose la boca después de tal comentario mirando a James, del cual ambos se rieron en broma. Se nota que no está tan mal como por la mañana.

Me reí descaradamente.

"¡Cállate trolo!" Gritó Gabriel y eso fue suficiente para que todos dejaran de reír, ¿quién responde así?

Todo quedó en silencio, incluso la vaca. El abuelo quedó tan sorprendido como nosotros y ni siquiera reaccionó al comentario. Fue tan extraño y salido de la nada. No reaccionamos pero Lucas seguro no se iba a quedar callado ante ese comentario.

"¡¿Cómo carajo me acabas de llamar, idiota?!" Lu nunca aprendio a estar callado y no iba a hacerlo ahora.

El closetero reprimido tuvo la oportunidad de retroceder, incluso se disculpó pero no lo hizo. Se tragó sus aterradores pantalones y continuó escuchando su orgullo. "¿Quieres que lo deletree? ¡t-r-o-l-o! Lo que eres, hijo de puta!" Le dijo a Lucas sin ninguna expresión de remordimiento. 

De alguna manera todos sabíamos lo que Lucas tramaba en su cabeza. Estaba pensando en ser asesinado y en cómo salirse con la suya, aunque Lucas frunció el ceño y su mirada me recordó a Ben, no como un insulto ni nada para Lu, es solo que tenía esta aura que solo he visto en Ben una vez. y fue cuando Allison estaba discutiendo con su Tía por algo, las cosas se salieron de control y Ben la sacó de la habitación. Esa misma aura y enojo lo veo en Lu en este momento.

Lucas estaba enojado y decidió tomar el asunto en sus propias manos, Lu caminó hacia Gabriel y este le dio el primer golpe haciéndolo caer y asustando a la vaca haciéndola huir. Justo después de que mi hermano cayera, Lu no lo pensó dos veces y comenzó a golpearlo en el suelo sin ningún remordimiento en sus ojos. Incluso vi una sonrisa en su rostro, pero su boca no gritaba, al final sí gritó. Se escuchó perfectamente la voz de Lucas diciendo "¡Jódete pendejo!" Eso fue todo lo que dijo, junto con otros insultos como 'puta', 'hijo de puta', algunos otros insultos, tal vez su cabeza no estaba pensando.

Mi hermano logró que Lu se detuviera tirando de su cabello y haciendo que su mano fuera hacia la mano de Gabriel para detenerlo, fueron segundos suficientes para definitivamente golpear a Lucas en el estómago dos o tres veces. Lu tomó el brazo de mi hermano y lo mordió con todas sus fuerzas sacando un poco de sangre. En el momento en que mi hermano lo soltó Lucas detuvo el mordisco y lo golpeó una vez más, y continuó asegurándose de que ninguna de las manos de mi hermano pudiera tirar de él.