Todos esperaban ansiosos que volviera Anaís, ya que quedaba poca comida.
- Adam, ya está anocheciendo, deberíamos irnos a casa-
Decía Violeta con un jalón de mangas.
- Yo me quedaré aquí. Si quieren váyanse ustedes-
- ¿¡Nos vas a dejar ir solos!?-
Steven gritaba asustado, pues temía mucho lo tenebroso que se veía el bosque en ese momento.
- ¡Sshhh! Cállate. Nos podrían escuchar. Si quieren váyanse, yo no los acompañaré -
Steven y Violeta volteaban a ver por la pequeña ventana de la casita del árbol. Afuera ya había oscurecido por completo. El aire se sentía mas frío, y los árboles no ayudaban en nada, se movían como si las sombras cobraran vida.
- Nnn...no. Aquí me quedaré yo -
Balbuceó Violeta en un hilillo de voz apenas audible.
- Espera...¿Qué es eso que veo allá?-
Temeroso, Steven apuntó afuera de la pequeña ventana.
Tras ver la expresión de su hermano, Adam se paró justo al lado de Steven, viendo por la misma dirección que él.
- Haber -
Algo a lo lejos se movía. Era pequeño, por lo que se distinguía por lo alto que eran los árboles.
- Tu que eres experto en lo paranormal Adam, sal a averiguar que es -
Exclamó Violeta en tono alentador.
- Ni de chiste bajo yo allá afuera-
- ¡Cobardes!-
Gritó Violeta justo después de estar emocionada hace unos segundos.
Pasarón así los minutos discutiendo sobre quién bajaría, hasta que una cuarta voz los interrumpió
- ¡Oigan!-
Se escuchaba gritar a lo lejos.
- ¡Por dios! ¡Que fue eso!-
Soltó un grito de pánico Steven.
- Esta bien que siempre esté en el bosque......¡pero no he presenciado algo como esto!- Respondía Adam
Y fue así, que comenzarón a subir por las escaleras que a Adam se le olvidó subir.
- ¡Que no guardaste la escalera!-
Le gritaba Violeta a Adam
- ¡Recuerda que Anaís bajó! ¡Ella tiene la culpa!-
- Desata la escalera, ¡desatala!-
Adam estaba a punto de quitar la escalera de soga, cuando una mano lo tomó por sorpresa por la puerta.
- ¡Ayúdame a subir tonto!-
Gritaba Anaís sin soltar el brazo de su hermano.
- ¡Anaís!-
Hablaron todos al unísono una vez que reconocieron su pequeño rostro. Fue así que la subieron, atando la escalera de nuevo, solo que esta vez, Adam la recogió para que nadie mas subiera.
- ¡Está muy oscuro allá fuera! ¡Como pudieron dejarme sola! No veía nada...-
- ¿Y como diste con la casa si el camino esta entre penumbras Anaís?-
Preguntaba Adam
- Mi amigo me ayudó, no lo pude ver bien por la oscuridad que lo impedía, pero mediante unos susurros me guiaba hasta aquí...-
- ¿¡Que!? ¡Acabas de decir que alguien te guió hasta aquí!-
-Si...¿Que tiene eso de malo?-
- ¡Que nadie sabe sobre esta casa en el árbol, nadie mas que nosotros! Además, de que te pierdes fácilmente si intentas buscarla... diseñé esta casa para que no estuviera a la vista de nadie...¡De nadie!-
- El dijo que te observaba de vez en cuando....incluso cuando recién comenzaste a construirla....-
Adam no dijo nada. Se aterró por el echo de que alguien lo estuvo observando todo este tiempo.
Adam siempre vivió aislado de su familia, desde un principio le quedó claro por parte de su madre que no lo quería...pero eso le dejó de importar, ya que de vez en cuando iba al bosque, cuantas veces queria, sin que sus padres le regañaran. Poco a poco se hizo independiente y comenzó su pequeño proyecto de construcción, la casa del árbol.
- Bueno....¿Pudiste conseguir la comida Anaís?-
Habló cortando el silencio Adam.
-Emm....no.-
Respondió en tono bajo Anaís
- ¡Pero como! -
- ¡Nos moriremos de hambre...y ni de chiste regreso a la casa....esta muy oscuro! -
Gritaba Steven
- ¡Ya basta! Dejen de echarle la culpa y gritarle a Anaís...si tanto querías la comida Adam, hubieras ido tu por ella..-
Contestaba Violeta en defensa de Anaís.
- Yo no la quería para mi....la quería para ustedes...¿Ahora que comeran tontitos? -
Comentó Adam en burla, ya que todos sabían que él ya había comido lo que traía consigo.
- Awww...mi estómago...-
Asi estuvieron por un rato, con dolor de tripas por el hambre. Anaís era la mas afectada, ya que no había podido comer ni un solo bocado en su camino a la casa del árbol.
Steven: Oye Anaís...si mamá no las dejaba salir ¿Por que lo hizo ahora?
Adam: ¿Qué? ¿Mama no las dejaba salir?
Anaís: No, no dejaba que salieramos. No entiendo tampoco por que lo hizo ahora...pero me alegra no estar en esa casa esta noche...
Violeta: ¿Por qué? ¿No extrañas los cuentos de Ian?
Anaís: ¡Pero claro que si! Es solo que...
Anaís dio un largo suspiro, pero no quizo decir mas.
-Saben que.....iré a conseguir comida-
Anunció Adam mientras preparaba la escalera para bajar.
- ¿Qué? ¡Estas loco! La casa está muy lejos de aquí... créeme, lo sé -
Decía Anaís mientras lo sujetaba del hombro para que se detuviera.
-No de la casa.....conseguiré comida del bosque-
Nadie habló después. Dejaron que Adam continuara preparando la escalera. Necesitaban comer algo.
Anaís: Te acompañaremos, Adam
Violeta: Así es....no me quiero quedar sola aquí
Steven: Bueno...es mayoría de votos, así que también iré
Todos bajaron la escalera de soga. Estaba demasiado oscuro para ver, así que Adam enecendió una de las linternas que traía.
- No se separen de mi ¿Me oyeron?-
Ordenó Adam mientras les apuntaba con la linterna directo a los ojos.
- Si si, quitanos esa cosa...me lastima la vista-
Respondía Steven.
Caminaron varios minutos, siguiendo el paso veloz y sigiloso de Adam, como corderos siguen al pastor.
- ¿Seguro que sabes a donde vamos?-
Preguntaba Anaís en queja. Comenzaban a dolerle los pies.
- La pregunta ofende...conozco este bosque como la palma de mi ma....-