T A D E U S
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Camino por el estacionamiento esquivando a otros estudiantes, las clases fueron algo pesadas y hondeados a que no pude dormir demasiado estaba algo malhumorado. Solo quería llegar a casa de mi hermana y dormir hasta que mi cuerpo se sienta con energías para completar mis tareas que los profesores se encargaron de que sean interminables. A paso apresurado llego finalmente a mi auto, pero no me logro subir porque una mano tomando mi antebrazo me detiene. Dejando escapar el aire por mis labios me giro con una mala cara hacia la persona que me estaba deteniendo de irme a tener mi cita con la cama.
Detrás de unos lentes de sol negros estaba Nova, quien me sonreía, pero dejo de hacerlo al ver mi expresión de amargado y soltó mi brazo despacio para llevar sus manos a la espalda. Paso la lengua mojando sus tiernos labios rojos y alzo la cabeza acercándose a mí hasta que sus labios tocaron mi mejilla dejando un suave beso. En ese instante olvidé que quería descansar o mi malhumor, todo paso a un segundo plano pues ahora Nova era mi centro de atención. Ella se separó de mí, quitándose ahora los lentes de sol colocándolos por encima de su cabeza. Me miro con sus ojos claros y me sonrió al ver que yo también le estaba devolviendo el gesto ensancho aún más su sonrisa.
— Hola, Tad – paso uno de sus delgados brazos detrás de mi espalda baja acercándose aún más a mi cuerpo. Levantando mi brazo lo paso por encima de sus hombros y ella apoya su cabeza contra mi pecho. — ¿Quieres ir conmigo por una hamburguesa? Ayer no te traté muy bien y quiero compensarlo tú no tienes la culpa – ahora con mayor confianza me tomo del mentón y me estampo un nuevo sonoro beso contra la mejilla.
— Acepto tu invitación, pero solo si tú pagas – respondo en un tono burlesco que no pasa desapercibido por Nova que golpea mi pecho y se ríe.
— Te aprovechas de mi amistad – se ríe ella ahora subiéndose al coche como conductora y antes de que pueda decirle algo cierra la puerta del piloto y me señala que suba por el otro lado. Obedeciéndola rodeo mi auto subiendo al asiento del copiloto y abrochando mi cinturón, no es que desconfié de como conduce, pero no quiero que nos pare algún policía y vea que no usamos cinturón. Mi padre me mata si le llevo una multa a casa.
Nova conduce tranquila charlando conmigo mientras no aparta su mirada de la calle, se ve algo tensa, pero con el pasar del trayecto fue tomando más confianza. Por supuesto que no me dijo a donde me estaba llevando y brome muchas veces con respecto a que me estaba secuestrando. Pero al final no fue ningún secuestro, Nova me trajo a un restaurante de comidas rápidas, pero el cual es mi favorito. Ahora entendía por qué el viaje fue tan largo es cerca de casa de mis padres, pero estoy más que feliz las hamburguesas de esta casa son simplemente una delicia por lo que termino bajando del auto casi de un salto.
Espero a Nova y ella baja corriendo para entrar conmigo rápido al local, sabe cuanto amo este lugar y siempre que me iba de fiesta venía a comer con una fuerte borrachera. El dueño del local me conoce vine mucho aquí cuando vivía con mis padres, pero desde que me mude con Ylenia no había hecho un tiempo para poder venir. Entrando al local el olor a queso fundido y papas fritas me abraza, el lugar no está muy lleno por lo que guio a Nova para sentarnos en la barra donde rápidamente aparece una de las camareras.
— Mira lo que el viento trajo – habla la joven camarera, la conozco de todas las veces que he venido a este sitio durante el día. — ¿Qué tal todo Tad? – me saluda la rubia sacando del bolsillo de su delantal su libreta y un lápiz lista para anotar mi pedido.
— Hola, CJ hace mucho que no venía porque me mude a casa de mi hermana me expulsaron de la universidad – contesto rascando mi nuca, con CJ tenemos cierta confianza y amistad.
— No tienes remedio – se ríe mi amiga – ¿Dime que van a pedir? – anotando mi pedido la rubia se va dejándonos de nuevo solos con Nova.
— ¿Estoy perdonada? – interroga Nova juntando sus manos a manera de súplica y sacando su labio en forma de puchero, tan solo verla así siento que mi corazón se acelera. Es que como no puedo no perdonarla cuando tiene esas actitudes que me vuelven un completo tonto ante ella.
— Nunca estuve enojado contigo rubia oxigenada – con mi dedo índice toco su nariz mientras ella arruga su entrecejo porque la llame rubia teñida. Ella apartó mi mano de su rostro de un manotazo y me dedico una mirada de mala que le termino saliendo demasiado tierna. Tome su mejilla acariciándola suavemente, sus ojos celestes conectaron con los míos y todo a nuestro alrededor quedo en silencio. Éramos solo ella y yo en aquel momento, en aquel espacio de la nebulosa, en aquel universo inmerso en una burbuja en donde el sonido no se podía hacer presente. Mojando mis labios me acerco hacia Nova despacio, no quiero asustarla, pero ella tampoco parece querer alejarse o se ve asustada tan solo se me queda viendo. Siento que esta es mi oportunidad de finalmente dar el siguiente paso con ella, puede que después de todo me corresponda y salga finalmente de la zona de amigos.
— Su pedido – la cantarina voz de CJ nos saca de esa burbuja que parecía aislarnos del ruido, apartando mi mano de su rostro quiero reprocharle a mi amiga, pero ella ya estaba atendiendo a alguien más. Alguien que estaba a mis espaldas, pero que CJ se encargó de hablarle de manera amable – Buenas tardes ¿Deseas ordenar? – estaba ya con su libreta en mano.
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Editado: 02.10.2021