Erick
Teníamos un maldito problema, no queríamos hablar de ella, se supone que es pasado y ya no tendría que afectarnos, pero al parecer siempre causa problemas.
Y aquí estamos peleando con Elena, ella quiere saber de quién se trata, quien es la que había estado con nosotros antes.
Elliot es el que hablo y juro que desee que mejor se callara, porque solo lo estaba empeorando aún más.
Al final lo arreglamos, no quería arruinar lo que ni siquiera había empezado, pero lo sabía, Elena no se quedaría tranquila lo note en su mirada.
Ella quiere saber quién fue, y tarde o temprano le tendremos que contar o de otro modo ella sola lo descubrirá, después de todo el pueblo entero lo sabe.
El sonido de un auto estacionándose en frente de la mansión se escuchó y suspire, jamás había estado tan feliz de que mis padres llegaran como ahora, nos estaban salvando de una conversación que no queríamos tener.
—Llegamos—mi madre fue la primera en entrar, nos miró a cada uno y nos sonrió.
Luego mi padre se hizo presenté, noté como Elena lo recorría con la mirada curiosa y al girar mi padre y depositar la mirada en ella palideció sus ojos se abrieron de sobremanera y me confundió la forma en la que la miraba como si hubiera visto un fantasma
—Un gusto señor Hamilton soy Elena—dijo con elegancia ofreciéndole la mano mientras ambos no se quitaban la mirada -— Elena Stone— termino presentándose con una sonrisa en su rostro.
Mi madre tomo la mano de padre haciendo que reaccionara y tomara la mano de Elena.
—Un gusto conocerte al fin Elena—menciono mientras sonreía o lo intentaba.
—El gusto es mío, quiero agradecerle por la oportunidad que me brindo, estoy muy agradecida ya que gracias a usted cumplir con mi meta se ha hecho cada vez más fácil—agradeció Elena con una sonrisa, pero esta vez percibí algo extraño en su forma de sonreír sus ojos se iluminaron de una manera extraña.
—Es un placer apoyar con los sueños de los jóvenes.
—Me da gusto volver, pero si me disculpan iré a descansar el viaje estuvo agotado—mi padre se retiró con mi madre hacia su habitación, mire a mis hermanos y ellos tenían la mirada perdida y me preguntaba si a ellos también le resultó extraño la manera en la que nuestro padre miro a Elena.
—Es bastante atractivo—el comentario de Elena me saco de mis pensamientos, la mire mal mientras me dirigía a la sala. Escuché una carcajada antes de sentarme.
—¿Y qué harás en la tarde Elena? — pregunto Ethan, mientras Elliot tomaba el control del televisor para encenderlo.
—Pues no sé, quedé con Madison y la llame, pero no me contesta a lo mejor le surgió algo…—no terminó de hablar cuando dirigimos nuestra mirada a la televisión, al girar vi el rostro de Elena palidecer.