Elena
Aprieto mis párpados con fuerza, pero aun así las lágrimas siguen saliendo una tras una y cada vez aumenta, mi respiración se encuentra irregular, siento mi corazón latiendo con fuerza contra mi pecho y el dolor no disminuye.
Es aquí donde me doy cuenta que en verdad los necesito, y aprieto mis puños con fuerza hasta que siento un pequeño dolor, pero nada comparado a lo que siento en el pecho, noto la sangre goteando en el suelo, me he lastimado con las uñas, pero no me importa, ahora no y suspiro.
Los necesito, pero ya no los puedo tener.
Estaba aquí sentada, mientras los recuerdos me condenaban, no desaparecían y no lo harían, aun no.
Hoy era el aniversario de sus muertes y no podía ir a visitarlos, llevarles una flor, llorar en sus tumbas. En cambio, estaba aquí sentada en una banca sola con lágrimas cayendo y con el corazón roto, tan sola como siempre.
Cerré los ojos y Los recuerdos se hacían presentes.
Flashback
—Mi princesa que haces despierta, ya deberías dormir es tarde— mi papa me miraba desde la puerta de mi habitación, tenía los brazos cruzados y el rostro serio, no le gustaba que me quedara despierta a estas horas, pero no lo podía evitar.
—No puedo dormir papa–le conté, el suspiro y se acercó a mi cama se sentó junto a mí y me acaricio el cabello, me encaba que lo hiciera me recordar a ella a mi mama– estoy pensando en mamá— dije en un susurro.
—¿La extrañas papá? —pregunte
—Todos los días y la tristeza me invade, pero cuando las miro sonrió porque tu madre me dio el más grande y hermoso regalo, a ustedes— miré el rostro de mi papa podía ver que sus ojos aun brillaban al hablar de mi mama y le sonreí
—Lo sé somos geniales—le bromee con una sonrisa, su ceño se frunció.
—Ya vas a ver niñita— dijo mi papa cuando se acercó más a mí y me empezó a hacer cosquillas.
—No no, papá cosquillas no— le pedí entre risas, no podía hablar, mi risa y la de él se escuchaban en la habitación, cuando sentimos un peso más en la cama
—Así que están jugando y no me invitan— Ana se puso de rodillas en la cama y nos miró y apunto con sus deditos molesta, mientras arrugaba su nariz, mi papa rio y la abrazo con fuerza.
—No te pongas celosa hay amor para todos— dije para abrazarla también, mi papa me rodeo con sus brazos y nos dio un beso en la frene tacada una.
—Te amamos papi— dijimos ambas
—Lo sé y yo las amo a ustedes mis niñas, siempre las amare—su voz sonaba tan suave y lleno de amor, mi papa era el pilar de mi familia era nuestro héroe y estaba tan feliz de tenerlos a ambos, extrañaba a mi mama, pero mientras los tenía a ellos todo estaría bien.
Fin del Flashback
Ya no quedaba nada de esa niña que amaba sonreír, ahora si lo hacía jamás sabrías si la sonrisa es verdadera o no, la niña que amaba vivir, ahora creía que la muerte lo resolvería todo, y esperaba que fuera cierto.
Pero aun así me gustaba pensar que un día los volveré a ver, no sé cuándo, si en unos años o quizás dentro de unos días, pero sabía que los volvería a ver y eso me hacía sonreír.
Sonreír de verdad.