Los Reyes de Hill Lane

Capitulo 29

 

Elena

 

Todo era un caos en la mansión Hamilton, había cuerpos tirados en la sala, policías investigando y yo estaba siendo revisada por unos médicos por orden de la señora Hamilton, no tenía ningún rasguño, estaba completamente bien, le agradecí al médico y me reuní con los chicos.

—¿Qué fue lo que pasó? — pregunte alterada.

—No lo sabemos, alguien atacó la mansión, y asesinaron a varios hombres, no sabemos quién fue, desapareció junto a sus hombres antes de que pudiéramos hacer algo—respondió Ethan.

—¿Pero por qué? se supone que había guardias ¿cómo lograron entrar? — cuestione confundida, antes de iniciar la fiesta había visto a varios guardias por toda la mansión era increíble que los hayan matado en pocos minutos.

—En este negocio siempre habrá enemigos Elena —Elliot contestó sin dirigirme la mirada.

—Pero no te preocupes, a ti nada te pasara—aseguro Erick acariciando mis manos.

—Lo sé— respondí segura de inmediato y los tres me miraron.

—Porque ustedes me protegerán ¿verdad? — terminé de decir y los tres asintieron rápidamente.

—Sí, te protegeremos— dijo Ethan acercándose a mí para tomar asiento a mi lado.

—Y su padre como esta, han matado a su hermano, ¿cómo están ustedes? —mi voz se tiño de preocupación habían perdido a un familiar, no conocía a su tío lo conocí hace unas horas ellos me lo presentaron, era muy parecido a Elías Hamilton.

—Estamos bien, no éramos cercanos a nuestro tío y a nuestro padre no le interesa nadie más que el, de echo quizás la muerte de mi tío le beneficie así él se tendrá control total de todo el negocio— Elliot habló mientras recorría la habitación.

—No digas eso su padre los quiere, tiene que hacerlo… son sus hijos, y que se alegre de la muerte de su hermano no lo creo eran familia —dije tratando de convencerlo, el se detuvo y me observo con una mueca en el rostro pero no dijo nada, se acercó hasta quedar enfrente mío.

—Tienes que descansar Elena, fue una larga noche—dijo para depositar un beso en mi frente y salir de la habitación.

—Elliot tiene razón, tienes que descansar, nos vemos mañana Elena— Ethan fue el siguiente en despedirse con un beso en los labios.

—Si necesitas algo salo llámame— mencionó esta vez Erick mientras salía de la habitación dejándome sola con los recuerdos de lo ocurrido.

 

 

Un nuevo día había comenzado y se podía sentir el ambiente tenso en el comedor, los cuerpos ya no estaban, no había ninguna señal de que tan solo hace unas horas cuerpos sin vida y sangre manchaban los pisos de la mansión.

—¿Estas mejor Elena? — preguntó la señora Hamilton

—Sí, estoy bien.

—Debiste asustarte mucho, lamento que tuviera que pasar esto—Elías Hamilton se estaba disculpado mientras me observaba desde su lugar, me sorprendí al escuchar su vos, él no era de hablar mucho de echo casi nunca los escuchaba, siempre estaba de viajes de negocio y en el caso de que estuviera en la mansión casi no salía de su despacho.

—Si me asusté mucho, pero no es su culpa señor Hamilton, ustedes como sabrían que atacarían en la fiesta—dije mirándolo a los ojos, nuestras miradas no se apartaban, mantenía su rostro serio hasta que una sonrisa apareció en su rostro que me desconcertó.

—¿Y ya tienen a los culpables? —cuestione

—La policía se está haciendo cargo, dentro de poco tendremos a los culpables y pagarán por sus crímenes—dijo para luego empezar a comer en total silencio.

 

 

Las clases habían sido demasiado pesadas, ni las miradas que nos mandaron en toda la mañana eran molestas, cada que pasaba escuchaba rumores de lo sucedido anoche, que el propio señor Hamilton mando a matar a sus invitados y a su hermano, que fueron los hermanos que atentaron contra su padre entre otras cosas, que hacían cuestionarme de donde sacaban tantas ideas, por fin el almuerzo había llegado ya tenía bastante hambre, en la mesa estábamos Ethan, Erick, Elliot, Daniel, Madi y yo conversando hasta que unas figuras se hicieron presentes, al parecer el día su puede empeorar Gabriela y Vanesa tomaron asiento

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Ethan con molestia.

—Solo queremos conversar Ethan— respondió Gabriela mientras lo tomaba del brazo iba a decirle que lo soltara, pero no fue necesario y el la apartó de inmediato.

—Debieron llevarse un gran susto chicas —dijo Vanesa mirándonos a Madi y a mí.

—Si, jamás había sido atada y amordazada—respondí mientas tomaba la mano de Madison.

—Si, fue algo horrible— Madison sonaba asustada de recordar lo sucedido anoche.

Un silencio se hizo presente y podía notar como Gabriela los miraba mientras sonreía y me daban ganas de…

—¿Y Elena de dónde eres? — preguntó Daniel rompiendo con el silencio.

—Italia, mi familia es italiana— respondí dándole una sonrisa, Daniel se había convertido en mi amigo era un buen chico

—Y huérfana también por lo que se—Vanesa mencionó mientras sonreía con burla en mi dirección.

—Oh debe ser horrible estar sola— continuó Gabriela, con un falso puchero en su rostro, uno que quería destruir.

—Ella no está sola, me tiene a mí— Madison me sonrió y sonreí en su dirección.

—Y a nosotros—añadió Elliot y sus hermanos asintieron con él y sonreí. El rostro de Gabriela se tensó y puso una mueca de asco al mirarme.

—Que disfruten del almuerzo, pero Madison y yo tenemos cosas mejores que hacer que perder el tiempo escuchando las palabras que destilan sus venenosas bocas, nos vemos chicos—me despedí dejando a Gabriela y Vanesa con la boca abierta y con una sonrisa en los rostros de los chicos.

—Son unas malditas zorras— Madison mencionó con asco. Solo asentí con una sonrisa en el rostro mientras caminábamos.

—Ya se termina el tiempo Elena—mencionó de repente Madi

—Tienes razón el descanso termino.



#5479 en Thriller
#2952 en Misterio
#2163 en Suspenso

En el texto hay: amor amistad traicion secretos celos

Editado: 08.02.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.