Los Reyes de Hill Lane

Capitulo 37

Ethan

Un caos todo era un maldito caos, habían ejecutado en plena calle a Marcos Jones y la policía estaba metiendo sus narices en nuestros asuntos, el paradero de nuestros padres era desconocido hasta para nosotros y Elena no había aparecido por la universidad no sabía nada de ella y eso me estaba matando.

—Llámala Erick–insistí una vez más.

—No contesta–dijo sosteniendo con fuerza el teléfono en sus manos– me manda a buzón de inmediato—dijo con rabia.

—Es todo ya no lo aguanto iré a buscarla—dijo Elliot levantándose agitado avanzando con rapidez hacia la salida.

 —No–lo detuve– además ni siquiera sabemos en dónde está, no tenemos la dirección de la casa de Madison.

–Podemos averiguarlo sin ningún problema–negué, sabía que si aparecíamos ella se molestaría aún más con nosotros –¿Y qué haremos esperar? —pregunto Erick molesto.

—Sí eso haremos, además hoy mismo la veremos en la universidad solo falta unas horas más.

 

 

Y fueron las horas más largas de mi vida, y al pasar las horas la esperanza de verla desapareció y ahora estábamos en la cafetería de la universidad en silencio.

—¿Y Daniel? —preguntó Erick rompiendo con el silencio que nos envolvía.

—Sigue molesto— respondí, lo había visto en la primera clase, pero este ni siquiera volteo a verme.

—No lo…

—Hola— mis hombros se tensaron ante la presencia de Madison que se encontraba enfrente nuestro con la mirada seria.

—Madison ¿qué pasó, Elena está bien? —preguntó Elliot preocupado.

—¿Bien? –repitió incrédula– enserio preguntas además a ustedes que les importa no— dijo de manera hostil.

—Claro que nos importa es nuestra novia— dije molesto por su actitud, ella no tenía por qué hablarnos así y ante mi desconcierto ella soltó una carcajada como si mis palabras fueran un chiste.

—Clarooo y por qué les importa mucho la engañaron cierto.

—Y qué haces aquí Madison se nota que no somos de tu agrado— Elliot estaba bastante molesto por su actitud lo podía notar en su rostro, y solo porque se trababa de la amiga de Elena ya no la habíamos mandado al infierno.  

—Tienes razón no lo son–asegura con una sonrisa– solo quiero avisarles que pasaré por la mansión después de clases.

—¿Para qué?

—Para llevarme las cosas de Elena— dijo como si fuera obvio mientras yo sentía que aire no llegaba a mis pulmones.

—¿De qué hablas? Elena no se irá de nuestra casa.

—¿Y qué quieres Ethan que permanezca en la misma casa que ustedes? – el sarcasmo en su voz fue notoria, así también como el odio hacia nosotros.

—Lo vamos a arreglar sólo tiene que escucharnos—menciono Erick seguro de sus palabras, y estaba de acuerdo quizás si ella nos escuchaba todo podía arreglarse.   

—Ese es el problema–suspiro y el odio que reflejaba sus ojos cambio por un destello de pena, y lastima por nosotros–ella no quiere escuchar nada que venga de ustedes.

—Fue un error lo sabemos y lo admitimos—dije.

—Fuimos unos idiotas—termino Elliot.

—Me alegra que por lo menos lo acepten, pero Elena ya sufrió bastante. Es mejor que no la busquen. Pasaré esta tarde— mencionó Y antes que se fuera Erick habló.

—¿Ella está bien? — preguntó con la voz temblorosa siempre fue el más sentimental de los tres y con Elena lo era aún más. Madison soltó un suspiro antes de contestar.

—Va a estarlo— afirmo mientras la vimos marcharse, al igual que toda esperanza de recuperar a Elena.

—¿La perdimos no es así? —lance la pregunta aun sabiendo la respuesta.

—No, no lo voy a permitir—dijo Elliot seguro.

—No quiere escucharnos y además ni siquiera tenemos una excusa para lo que hicimos— dije y Erick solo bajó la cabeza.

—Ethan tiene razón Elliot —  dijo Érick.

—Entonces la dejaremos ir perderemos a lo único bueno que hemos tenido—Elliot sonaba cansado

—Y fue nuestra culpa— mencione.

—Quizás no la merecemos, ella es demasiado perfecta para personas como nosotros.

 

Flashback

¿De qué sabor quieres tu helado? le pregunté a Elena.

De chocolate.

Está bien...

No no–negó apresurada– mejor de menta sonreí ante su indecisión, estábamos comprando unos helados, mis hermanos seguían en sus clases y a Elena se le antojo unos helados, y aquí estaba yo para darle el gusto.

Ya decídete Elena–dije tratando de sonar molesto.

Yaaaa que impacientechillo como niña pequeña

Sabes mejor te compro de los dos–sus ojos adquirieron un brillo.  

Eres el mejor dijo para acercarse lentamente a mí con una sonrisa tomo mi rostro entre sus manos y acerco su boca a mi oído haciéndome estremecer ante su cercanía.

Pero no se lo digas a tus hermanos susurro con voz suave para luego alejarse sonriendo

Está bien, no les contaré que me prefieresdije en broma mientras iba por los helados con una sonrisa en el rostro.

Ya teníamos nuestro helado en mano mientras caminábamos por el parque, observe a Elena mientras comía su helado, su lengua saboreaba y lamia mientras hacía unos sonidos que me estaban atormentando, el helado se escurría por las comisuras de sus labios, verla así tan perdida e inocente que ni se daba cuenta del efecto que estaba causando en mí, aleje los pensamientos que se amontaban en mi cabeza de ella comiendo y dándole esas lamidas a algo muy diferente al helado. cuando de repente algo vino en nuestra dirección, un niño lanzó una pelota y este fue directo al rostro de Elena que por el susto soltó su helado.

¿Estás bien? pregunte preocupado.

Auch me dolió dijo con una mueca de dolor sobándose la frente, esta se estaba poniendo roja por el golpe.



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En el texto hay: amor amistad traicion secretos celos

Editado: 08.02.2022

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