Los secretos de La Colmena

Trabajo


 


25 de enero 2022 (Hace un año atrás)

Su cuerpo sobre el mío hace que enloquezca, el aroma a perfume caro, sus besos potentes y el gruñido varonil que salen de su boca provocan mucho placer en mi.

Mortel Gianti, podrá ser mi presa, y objetivo de investigación, pero ¿Cómo desperdiciar la oportunidad de probar al hombre?

Sus labios aprisionan mi ser, y su lengua se apropia de mi gemido cargado de adrenalina, llevándome al punto más alto de esta placentera excursión.

Mientras toco el cielo, él aprovecha para mover su cadera a ritmo, causando que todo se intensifique, sí, el hombre es genial, y es imposible no admitirlo, por sobre todo cuando me tiene en medio de los jadeos.

Vuelvo a acabar, y esta vez al mismo tiempo que él.

¡Ufff! Que bien se ve con el brillo de las gotas de sudor que adornar su cuerpo desnudo.

Cuarenta y cinco años tiene el hombre, y definitivamente es como el vino, se ve explendido, y se nota como cuida el cuerpo, pero más, la experiencia, porque en mis cortos 25 años no he estado con nadie que me haga sentir lo que él.

Cierro mis ojos cuando él se pone de pie y va a la ducha sin decir nada.

Yo no tengo fuerzas para pararme en este momento.

—¿Quieres que te cargue la tina Danae? —pregunta desde el baño, yo solo atino a sacar un <<mmmhum>> mientras me acurruco entre las sabanas de lino.

La vida cara y excéntrica que lleva este hombre me seduce tanto como la idea de volverlo a tumbar a la cama, pero trabajo, es trabajo, y lo que yo quiero es saber el origen de tan desmedida riqueza.

El sonido de una notificación me obliga a estirar mi mano hasta la mesa de luz y tomar mi celular.

Lo desbloqueo y al ver que el mensaje era de Harvey Ross, el jefe de investigación, mi rostro se deforma.

Sí, está claro que lo que estoy haciendo no es parte de la misión, yo solo debía ganarme la confianza de Gianti, pero no tener un amorío con él.

Harvey 15:30

—¿Ya conseguiste la entrevista para el Internado?

Danae 15:30
—En proceso, jefe.
 


 

Harvey 15:31
—Estás tardando de más, no es característico de ti agente. 
 


 

Pongo los ojos en blanco por varias razones, iniciando con que este no es cualquier caso, La colmena ha estado en la mira de muchos y no es fácil ingresar a ver que es lo que pasa. 
 


 

Si bien, ahora hay gente que nos está llevando "pruebas" de que es una sociedad que lava dinero y que sus miembros se mueven como los masones, no hay suficiente evidencia que nos permita mover un dedo. 
 


 

Narcotrafico, trafico de influencia, enriquecimiento ilícito, evasión de impuesto, todo eso, como acusación, pero cada que nos metemos a investigar a fondo todo está limpio. 
 


 

Por ende me pidieron acercarme a el blanco más grande, al dueño de un imperio en la comunicación como lo es Gianti, sin embargo, en todo este tiempo de trabajo con él no vi un solo movimiento en falso, ni un soborno, o nada que sea poco ético y honestamente, lo tengo demasiado idealizado, sin embargo, no soy estúpida, se que hay un secreto al rededor y lo voy a descubrir.
 


 

Danae 15:35
—Lo siento jefe, pero no es tan fácil entrar a la Colmena, pero según veo en el calendario en un mes aproximadamente tendrán un intercolegial, ahí aprovecharé de entrar. 
 


 

Harvey 15:35
—No quiero que entres, quiero que ataques, sus hijos entran allí, toma a quien sea, pero presionalo a tomar decisiones equivocadas que saque los trapos sucios. 
 


 

Danae 15:35
—¿Quiere que presione a menores de edad?
 


 

Harvey 15:36
—A quien sea, pero que ese hombre nos muestre lo que es en verdad, de un vez. 
 


 

Guardo el celular, me muerdo el labio inferior y la culpa comienza a llegarme cuando lo escucho llamarme. 
 


 

—¿Me acompañas? —pregunta con una toalla envuelta en su cintura. No deberia tapar su majestuosidad. 
 


 

—Por supuesto... —respondo mientras me hago un moño en el cabello y voy junto a él quien está en el umbral de la puerta.
 


 

Intento no pensar en lo que me pide Harvey, y me sale bien cuando miro su cuerpo, quito la toalla en lo qué él me empuja contra el marco de la puerta y arremete en beso cargado de fuego, y todo eso para anuncirme que está listo para otra ronda. 
 


 

Me separo de él, lo miro deseosa, pero esta vez si me concentro en mi trabajo e intento poner el primer anzuelo.
 


 

—¿Qué harías si tu esposa se entera que me tienes de amante Mortel?
 


 

—Ya sabe que tengo amantes —me mira entrecerrando sus ojos —¿Piensas presentarte y decirle que eres tu? ¡Muñeca! Si crees que así vas a tener algo, quiero decirte que pierdes tu tiempo. 
 


 

Dice riendo, su arrogancia se instala en su rostro, y aunque es un golpe a mi ego, se ve muy bien  el desgraciado siendo un imbécil. 
 


 

—Pero... te recuerdo Danae que tú y yo llegamos a un acuerdo... y si haces sea lo que sea, yo te voy a negar, y que crees, me van a creer. 
 


 

Cada que dice cosas así, siento un escalofrío que recorre, como si algo místico y gigante envolviera mi cuerpo, y termino convencida de que él es intocable, que para derrocar a alguien como Gianti se necesita más que simples juegos. 
 


 

Sí, tengo una misión, pero ¿Y si me rehuso a cumplirla?
 


 

<<¿Qué estás diciendo Danae? ¡concéntrate!>>
 


 

—Olvidemos las tonterías —dice sonriendo mientras me toma entre sus brazos —¿O prefieres perder el tiempo en conversaciones absurdas? Puedo vaciar la tina...
 


 

—¡Ni lo pienses! —exclamo saltando sobre él, voy por sus labios y rodeo su cuerpo con mis piernas, aquí voy de nuevo, enredandome en sus cabellos y su seducción. 
 



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En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

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