Los secretos de La Colmena

Amistad es Lealtad


 


 


 


Zunú y yo estábamos resistiendo, las gotas y las brujas ma

lditas se acercaban a nosotros, pero los pora, nuestros espíritus y poderes  alejaban al enemigo.

Yo hice una barrera de espíritus a nuestros pies para evitar que nos atacarán por el suelo. Zunú arrojaba flechas y daba contras las bestias monstruosas que intentaban tomarnos.

—¡No son de los mata abejas! —exclama Zunú —. Tampoco de las viudas negras, esas gotas son demasiado fuertes.

—Lo son, pero quiero saber ¿Por qué viniste? —digo en lo que bateo a una bruja y esta se parte en 2 —. De verdad, no debiste salir de tu escondite.

—¿Y dejarte la diversión solo a ti Del Valle? Eres bien egoísta...

—Para qué negarlo.

Zunú no duda en cortar la cabeza de una bruja, y esta sale rodando por los suelos, por un momento me da asco, pero sé que si no hacemos esto, las cabezas que van a rodar son las nuestras.

La misión iba genial, estábamos obteniendo datos reales y relevantes de las viudas negras, pero esas personas encapuchadas aparecieron y nos separaron. El ataque fue silencioso, pero bien que nos dañaron, hirieron de gravedad a Arand, y yo no iba a quedar con los brazos cruzados.

En contra de toda orden fui tras ellos, y me metieron en el mundo Astral, lo que no sabían era que Zunú también estaba tras mio, y sin pensar se inmiscuyó a ayudar.

Lo cual se agradece, pero también sé convierte en una carga terrible, pues sé cuan valiosa es la sangre Ario para nuestros enemigos.

Apesar de todo, Zunú es imbatible, no ha dejado que ningún espíritu se acerque a él, y ni que decir el manejo increíble que tiene con los elementos que nos rodean, estoy descubriendo un mundo de ataques que no sabía que existían. En sus manos hace aparecer fuego, con un soplido las corrientes del viento se hacen más fuertes y con sus pisadas levanta el polvo tan alto, como murallas de lodo.

—Creo que no fue tan buena idea de parte de nuestro enemigo tenernos en el mundo Astral —digo al ver como Zunú de un chasquido hace explotar a tres brujas en el aire.

—Definitivamente, no fue su mejor plan.

Un par de gotas se acercan a nosotros, por lo que Zunú me invita a engancharme a su brazo, y giramos, al mismo tiempo, damos una patada a las criaturas y éstas salen despedidas.

—¡Booom! —grito de emoción

—Aunque estemos en ventaja en el mundo Astral, debemos salir se aquí Juanjo.

—Bien, llamemos a Kapiyva, el nos va a ayudar a salir de aquí.

—Realiza la invocación, yo me encargo de los que intenten atacarnos.

Asiento, y sin titubear comienzo a  con el ritual para llamar al espíritu que podría ayudarnos a salir de aquí.

—Eju, Kapiyva —lo llamo, y el carpincho aparece delante de mi, al instante pasa de su forma animal a su forma humana, dejándome ver que ahora tiene un brazo prostético de tallado en plata.

—Igualdad y respeto.

—En cuerpo y alma —contesto llevando mi mano al pecho —. Necesito un favor, bueno, lo necesitamos, debemos volver al otro plano. Aquí atraemos a demasiados seres de baja frecuencia.

Digo esto último mientras bateo a una bruja que se acercaba a Kapiyva como para atacarlo, a los pocos metros, la bruja se desintegra.

—Ok, los puedo llevar, pero déjenme advertirles, que siento que es justo lo que los enemigos están esperando.

—Lo sabemos —contesta Zunú quemando a una gota —. Y nosotros los vamos a sorprender con ello.

—¿De verdad? —pregunto dudando, porque yo no lo sabía.

—Sí, Juanjo — Zunú me da un golpecito en la espalda —. Los vamos a sorprender... créeme.

Me pide con un gesto que le pase la mano, yo obedezco, y allí el me da una abeja de filigrana, miro al pequeño artefacto y no comprendo hasta que él comienza a susurrar unas palabras ininteligibles, la abeja comienza a desesnredarse y a rodear nuestros cuerpos, los hilos comienzan a iluminarse y a incrustrase en nosotros.

—Protección —dice en lo que saca un cigarrillo, le da una calada profunda y al soltar el aire lo hace con fuerza hacia una bruja y esta se incendia casi al instante —. Repulsivamente patéticas criaturas.

—Concuerdo —Kapiyva habla llevándose las manos a la nariz —. Y huelen del asco.

—Juanjo —llama Zunú y me toma del hombro —. Cuando llegemos al sitio, no dudes ni medio segundo en romperles los huesos, ellos no van a dudar en intentar matarnos.

—Ok, ok... —respondo nervioso.

—Y dile a tu Pora que ataque el espíritu de los enemigos ni bien pisemos tierra, algo me dice que los que nos esperan, son demasiado fuertes.

—¿Más que los mataabejas?

Zunú ya no me contesta, solo le hace un gesto a Kapiyva y este se convierte en su forma animal, y al segundo en una especie de humo azul que nos rodea, mi cuerpo se siente pesado, como si alguien me tomara de los pies, me tomará con fuerza y aferrara mi cuerpo al suelo.

Mis ojos se nublan, y mi respiración se agita, pero en menos de lo que creí, la brisa volvió a ser real, y el sonido del mundo llegó a mis oídos, acababa de pisar tierra, o mejor dicho, el techo de un edificio. Las estrellas iluminaban el cielo, y el aire estaba demasiado denso, el mal presentimiento lleno mi pecho, y tan como dijo Zunú, ellos nos esperaban.

Un par de flechas llegaron a mi, pero se desintegraron en el aire, como si fueran de arena.

—¡No es cien por ciento seguro Juanjo! Despierta, haz lo que te dije —ordena Zunú en lo que desintegra con sus manos otras flechas.

—¡Busquenlos! Y muestrennos donde están —pido a pora.

Las risillas de los espíritus se esparcieron en el aire, se ponen felices cuando deben atacar porque no deben quedar quietas, ni tener cuidado con la cantidad de energía que podrían consumir del mundo que los rodea.

En mi cuellos siento la respiración de alguien, y tal como me indicó Zunú, voltee y ataqué. Aunque mis ojos no veían nada, mi arma fue todo lo que necesitaba para percibir el cuerpo de quien sea que tenía atrás, en en lo que el sonido de sea lo que sea que haya roto del cuerpo de mi enemigo llegaba a mi oído, pude ver en lo que recorría en el aire, aparecer su túnica negra, la misma que cubría todo su cuerpo dejando ver solo las manos de mi víctima.



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En el texto hay: amor, magia, guerra

Editado: 14.06.2021

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