Con cada intento que Noah hacía para levantarse, sólo sentía mucha más presión contra el suelo, incluso llegando al punto de ser doloroso, quien quiera que fuera el responsable de esto, no estaba dispuesto a dejarlo ir; su única escapatoria sería parar el hechizo, pero estaba decidido a no irse sin antes romper el sello.
"Entonces, ¿puedo comenzar sabiendo tu nombre~?"
Era obvio que Noah rechazaba esa pregunta, y su mirada se desviaba a otra dirección al ver que aquella mano se acercaba a su rostro de nuevo. Le tocó la cabeza intentando ser "gentil", pero el azabache estaba dispuesto a ser lo más necio posible, repitiéndose a sí mismo que no respondería sus preguntas, pero...
"Mmm... ¿Noah Pheriam es tu nombre? Debo admitir que no está mal, va acorde a tu persona
«¿¡Qué!? Yo no dije nada, pero averiguó mi nombre sólo con tocar mi cabeza, sea cual sea su tipo de magia, puede analizar mi mente», pensó Noah cada vez más frustrado. Lo primordial es no dar información al enemigo, y Noah es alguien a quien es muy difícil hacer hablar, pero esta entidad tenía demasiados trucos sucios que desconoce.
"Mmm así que... ¿eras un esclavo~? Oh pobrecito, debiste pasar por muchas cosas"
—... n-no...
"Tranquilo... puedes mostrarme todo de ti~"
—¡No veas eso!
La desesperación de Noah iba en aumento mientras que aquel ser parecía no dejar de sonreír. La sensación de ser invadido fue tan grande y desagradable que incluso comenzó a temblar; sabe que sólo es una consciencia en el flujo de maná, pero si ese no fuera el caso, Noah ya tendría las muñecas de sus manos completamente ensangrentadas por todo el forcejeo para liberarse.
La risa ajena resonaba en su cabeza mientras veía su propia vida en cuestión de segundos, en varias ocasiones escuchó a los guardias de la familia Pheriam decir que veían sus vidas pasar frente a sus ojos cuando han estado en situaciones de extremo peligro, pero Noah no estaba en ese tipo de situación, o al menos, no su propia vida.
Lo único que podía sentir que estaba en peligro, era su integridad, su privacidad, sus secretos... su estabilidad mental ante el recuerdo de sus propios traumas; los ojos de Noah se llenan de horror de sólo pensar que al final estaba ocurriendo aquello a lo que tanto miedo le tenía, y ya ni siquiera era capaz de ocultarlo, quien está detrás de esto lo ha sometido por completo.
«Ahh... puedo sentir como mis memorias son invadidas... mi cuerpo se siente cada vez más pesado con cada segundo que pasa, deben de ser los efectos de la magia de este sujeto», pensaba Noah, teniendo una mirada cada vez más perdida, y poco a poco la resistencia se fue apagando. «No... mi cuerpo ya no responde a mis deseos, no me puedo mover», ni siquiera era capaz de hacer alguna expresión; Noah seguía consciente, pero el brillo que había abandonado a sus ojos hacía parecer todo lo contrario.
"Finalmente dejaste de resistirte. Disculpa mi brusquedad, pero era lo mejor"
"Haz tenido que pasar por tantas cosas, fuiste utilizado tantas veces, especialmente por ese hombre al que tanto cariño le tienes, ¿cómo se llamaba? ¿Cédric Pheriam?"
«Cállate», pensó Noah con enfado contenido.
"Dice quererte tanto como un hermano menor, y aún así te metió a una rebelión, y tuviste que..."
«¡Ya basta!»
Un último esfuerzo hizo que la magia de Noah volvera a salir disparada de su cuerpo, pero como era de esperarse, no pudo herir a aquella entidad mágica, si Noah pudiera hacer alguna mueca, definitivamente habría fruncido el ceño a más no poder.
"Aún con todo lo que te hicieron lo defiendes, pobrecito; no te preocupes, como dije antes, de alguna u otra forma te haré llegar a mí. Serás mío y te trataré muy bien~"
«Aléjate de mí, maldito bastardo, ¡no me toques!», gritaba dentro de su mente mientras que la mano ajena no dejara de tocar su rostro, cuello y pecho. El estómago se le revolvía con cada toque, si no estuviera bajo los efectos de esa magia, no tendría problemas en mostrar su disgusto con alguna expresión. La mano de Noah tuvo un pequeño tic nervioso al darse cuenta de que la situación se estaba yendo más allá de su control cuando sintió que sus ropas superiores se aflojaban.
«¿Qué? ¿Q-qué hace? No, no por favor, todo menos eso»
"Por los dioses, tienes un físico maravilloso, déjame verlo un poco más~"
Con la invasión de sus memorias, Noah había perdido totalmente la movilidad de su cuerpo, y por más que deseara detener todo lo que se avecinaba, ya no era capaz ni de deshacer el hechizo. Sus pupilas se dirigieron hacia la barrera del sello, sabiendo todo lo que estaba a su alcance y no podía lograr.
«... la voz... la voz de la señorita Mare se encuentra detrás de ese sello... y yo estoy a tan sólo un paso de ella sin poder moverme», pensó frustrado, estando casi resignado a todo, ¿qué diablos pasaba con el responsable de todo esto? Estaba mal de la cabeza.
"Como dije antes, me gustaría poder sentirte como yo deseara, pero al menos me puedo deleitar con ver tu cuerpo, ¿qué encontraré más abajo~"?