(Marina)
Es viernes y estoy agotada, y para colmo hoy es 31 de Octubre y quede con las chicas de ir a la fiesta de Haloween que habrá en el Kronos, es de disfraces y aun no sé de qué iré. La verdad preferiría quedarme en casa y dormir, ya que mañana vamos a la hacienda. Hay que entrenar.
Estas últimas dos semanas han sido muy duras pero ya marcaron la rutina de los próximos meses
Estaciono el auto y tomo mi bolso y saco mis libros de la cajuela, Abá insistió en que pusieran un contenedor muy útil y es donde pongo todas mis cosas de la universidad y del trabajo. Aytana, no solo es mi guardaespaldas y entrenadora, sino que ha asumido por voluntad propia el rol de doncella personal, se ha encargado de mi maleta del gimnasio todos los días, ella y mi madre se han ocupado de que mis ropas, zapatos y libros estén listos y en donde los puedo encontrar fácilmente.
Entro en la explanada de la universidad y me dirijo a la cafetería, necesito un café urgentemente. Salgo de la cafetería y lo primero que veo es a las chicas por lo que voy hacia ellas.
-buenos días chicas, cómo están?
-carajo Marina estas bien, te vez muy mal?- pregunta Vicky
-sí, no te preocupes es solo cansancio, pero con un poco de cafeína me compongo- contesto mientras doy un sorbo a mi café.
-le estaba diciendo a Victoria que esta noche me vestiré de mujer lobo- comenta Alma
- y yo me disfrazare de vampiresa, Iván ira de conde Drácula.- dice Victoria
-pues yo también iré de vampiresa, la diferencia contigo Vicky será la época, creo- les contesto
-el mío es del siglo 16 y el tuyo- pregunta Victoria
-aun no me decido si ir de vampira moderna, ya sabes un maquillaje dark, un vestido sexy negro y mis botas altas, o puedo ir al estilo de Seline, la de inframundo, aunque con un poco de trabajo podría ir de Akasha, la reina de los condenados; ya saben algo muy de vampira sexy y que no olviden fácilmente
-eso quiere decir que yo también tendré que ir de vampiro?- pregunta Alejandro suavemente, muestras se acercaba a nosotras y colocándose a mi lado
-mmm creo que sí, pero me gustaría más que fueras de Van Helsing, el cazador de vampiros- le digo y él se sonríe
-y entonces de que iré disfrazado yo? Pregunto Omar uniéndose a la conversación
-bueno podrías ir de hombre lobo, como yo; o de zombi, que te parece?- le pregunta Alma
-Tu iras de hombre lobo Alma, me parece difícil, ya que tendrías que ir con el pecho descubierto y eso me causara problemas, o ya olvidaste la vez anterior?- le contesta Omar con una sonrisa pícara.
-No tonto, lo que dije es que iré de lobo, de mujer lobo- le contesta algo molesta
-ya lo sé, te entendí cuando lo dijiste; pero donde encuentro un disfraz de hombre lobo a última hora.- se queja Omar
-no necesitas comprar un disfraz completo, solo algunas cosas como una dentadura falsa, unos lentes de contacto amarillos, y unas uñas como garras, y las puedes encontrar en el centro comercial, acaban de abrir una tienda de disfraces para toda ocasión- le contesta Alma
-que bien podemos ir a comprar lo que nos haga falta para esta noche- propone Victoria
-sí, saldremos en parejas- comenta alegre Alma
Nadie se dio cuenta que el director de la facultad pasaba cerca de ellos en ese momento por lo que al escuchar a Alma, se les acerco y les llamo la atención.
-debo recordarles las reglas de la universidad en cuanto a las relaciones entre maestros y alumnos; usted las conoce Licenciado Cardona
-sí señor, las conozco pero solo somos amigos, no hay nada más.
-así es señor director, somos amigos y saldremos en grupo a una fiesta de disfraces no veo que haya algo malo en ello, o si señor director? Pregunto mientras pongo una mirada inocente al director de la Facultad; el hombre carraspea y mirándola a los ojos le dice
-no, claro que no hay nada de malo, espero se diviertan, licenciado Cardona- dirige su vista a Alejandro y se vuelve para seguir hablando con la persona que le acompaña.
-y si en vez de ir de hombre lobo y de vampiro van de algo más original y conocido, digamos el jinete fantasma o lucifer?- les digo a los dos, con la intención de que el director la escuche