(Marina)
Esta mañana Aytana nos sorprendió en el dojo, y nos dejó hacer a Alma y a mí en la pista de entrenamientos, pero me temo que no será tan flexible siempre, más tarde iremos al campo de tiro; si bien se cómo disparar un arma, no sé cómo darle mantenimiento.
Por lo que al llegar a la terraza, saludo a todos.
-hola buenos días
-buenos días hijas, ya vi lo que estaban haciendo, parece peligroso. – dijo mi madre
-no madre, es fácil y ya lo tenemos dominado, verdad Alma?
-así es majestad, no hay de qué preocuparse.
-bien, vayan ahora mismo a asearse un poco y vengan a desayunar, Alicia podrías prepararles algo a las niñas?
-volverán a desayunar fruta o quieren algo más consistente. – pregunta Alicia.
-yo tengo antojo de unas enchiladas con carne asada, podrías prepararlas Alicia?
-claro mi niña, y usted señorita Alma.
-lo mismo por favor y mucho café.
- en un momento se los tengo listo, pero no se tarden. – Alma y yo nos vemos y nos reímos y decimos al unísono.
-claro que no. – y salimos corriendo a nuestras habitaciones.
Veo a Aytana acercarse a mi madre y hablarle al oído, por lo que se levanta y van al despacho seguidas por mi padre y mi padrino.
(Aytana)
Esta mañana las chicas me sorprendieron mucho con lo que lograron, claro es debido a eso que llaman menoría muscular, pero aun así, están aprendiendo muy rápido, por lo que tengo que informar a la reina del progreso de ambas, además de que será necesario como le dije a Juan el capataz, hacer algunos cambios en la pista de entrenamiento. Por lo que me acerco a si majestad y le digo al oído:
-Majestad, debo hablarle en privado. – ella asiente y se levanta.
-con su permiso, sigan ustedes disfrutando del desayuno en un momento volvemos. – hace un gesto a su marido y al consejero y ambos nos siguen
Una vez en el despacho, espero a que la reina este tranquilamente sentada así como su esposo y el consejero. Quien pregunta:
-y bien que es lo que pasa ahora, coronel para solicitar audiencia privada tan temprano.
-son las chicas señor consejero, no durmieron anoche, por estar planeando lo que vieron esta mañana en la pista de entrenamiento.
-me quiere decir que mi hija no ha dormido nada? – pregunto el consorte real
-así es, pero no me preocupa eso, lo que me asombra es que ambas chicas, planearon un tipo de entrenamiento en el dojo donde las encontré muy temprano y lo que vi es increíble. A pesar de que Alma no ha tenido entrenamiento formal como miembro de la guardia real de la princesa, es fuerte, rápida, ágil y letal; en cuanto a la princesa, ya no tengo nada que enseñarle, solo me resta ayudarla a mejorar y a que siga así.
-y como sucedió eso coronel. – pregunta la reina.
-me temo que es por eso que Alma llamo memoria muscular, las vi mirar un video de artes marciales en la computadora y tratar de repetirlo, las dos primeras veces se vieron torpes, pero a la tercera vez, lo hicieron perfecto, aun así lo practicaron diez veces, y cada vez que lo hacían, eran más rápidas y más letales.
-entiendo, hay algo más que debamos saber coronel? – pregunta la reina
-si su majestad, habrá que hacer algunos cambios en la pista de entrenamientos, lo que vieron esta mañana es poco, comparado con lo que ese par de amazonas está planeando.
-por qué las has llamado amazonas coronel?- preguntó el concejero.
-porque eso es lo que son, si las legendaria amazonas existieran ellas serían las mejores entre ellas.
-tanto así las considera coronel, tal fuertes y letales son?
-eso y más majestad, en un par de semanas me derrotaran fácilmente.
-eso sí sería increíble coronel, usted es la mejor, por eso su rango a pesar de su edad, no hay nadie mejor que usted en toda la guardia.
-pues ya lo hay majestad, y no una sino dos. La princesa Marina y la Guardiana Alma., por cierto escuche a su alteza, hablar de que había que otorgarle a Alma un caballo propio, y de que averiguaría sobre los arreglos que su majestad ordeno para Alma.