(Alía)
Tras escuchar a mi madre, y sabiendo que mi padre no puede exponerse como un ser cruel, intervengo y tomo el control de la situación.
-que ilusos son si creen que este reino podrá ser dividido para independizarse, porque es eso lo que buscan, pues bien, sé que viene una guerra, y llamare a la guardia de dragones para detener esta guerra antes de que inicie, todos ustedes y sus gobernadores, han olvidado algo, yo poseo la magia del tiempo, y solo necesito un segundo para saber quién o quiénes son los traidores que abrirán las fronteras a los asesinos que vendrán a acabar conmigo, y como ya se quiénes son y se dónde están los instigadores de esta guerra, esta mañana envié emisarios a los reinos vecinos, advirtiéndoles que sus actos son tomados como una declaración de guerra, y tengo sus respuestas aquí. – les digo, y Melina entra entregándome una serie de hojas.
-según esto, de los nueve reinos que nos circundan, siete han negado tener intenciones bélicas hacia nosotros, por lo que han aceptado enviar embajadores para negociar tratados de comercio, eso deja solo dos, que no negaron los actos de los que hable, y si tienen intenciones bélicas, dado que no creen que una mujer deba gobernar un imperio tan grande, y es por eso que envié nuevamente a mis mensajeros, ofreciendo un tratado de paz duradero y un tratado de comercio, los cuales denegaron, ahora bien, he hecho uso de la magia, y he visto que dichos reinos se preparan para invadir el imperio, y se quienes les están dando vía libre con tal de que les otorguen la independencia si logran acabar a la familia real. – les digo y veo como tres de los gobernadores que nos visitan se turban y retroceden.
-Como advertí hace dieciséis años, cualquier acción en contra de la corona seria sentenciada con la muerte, y dado que los invasores, están ahora a solo un día de camino, y esta corte ha sido infiltrada por dichos invasores, es el momento de que yo la protectora del imperio tome cartas en el asunto. – digo y veo como los gobernadores de Betania, Ketarra y Ovidenia retrocedían llenos de espanto y con ellos varios hombres de sus sequitos que les acompañaban, los espías y asesinos que pretendían atacar esa noche.
- Comandante de la guardia, detenga a los traidores.- ordeno y Erik entra en acción sacando su espada.
-guardias cierren las puertas y apresen a los traidores y llévenlos a los calabozos. –ordena Erik a lo que la guardia responde con fiel obediencia. Cerrando las puertas del salón y apuntando sus alabardas contra los tres gobernadores traidores. Melina al ver las acciones saca su espada y toma su báculo mágico y encierra a mis padres y mis hermanas en un escudo de energía.
Atravieso el salón rumbo al balcón terraza y levanto los brazos.
-Llamo a la guardia de dragones de imperiales, todos venid y acudir a mi llamado, Gran Aladar ven tu señora te necesita.– se escucha un gran trueno y un gran estruendo se escucha en la montaña, cimbrando el suelo, tras lo cual el cielo se ilumina con el fuego del antiguo volcán.
Y de las entrañas de la tierra, por la boca del volcán salen todos ellos, los cien dragones imperiales y surcan los cielos iluminados por el fuego del volcán, rugiendo y exhalando fuego dirigiendo su vuelo al castillo de mi padre.
Se escucha un estruendoso rugido y el suelo se cimbra aún más y tras un fuerte estallido en el volcán, el Gran Aladar ruge despertando de su sueño y emprende el vuelo hacia el castillo, a presentarse ante mí que le he llamado.
Todos en el salón del trono ven con admiración y espanto a los cien dragones que se acercan y que al llegar al castillo, rugen esperando a su comandante. El gran Aladar aterriza ante la terraza, un dragón del doble del tamaño que los demás, tan fuerte y fiero que solo obedece a aquellos a quienes ha otorgado su respeto y lealtad, en los últimos 500 años solo mi padre obtuvo su respeto, pero yo he obtenido su lealtad y su respeto.
-gran señora, me has hecho venir, que gran inquietud afecta tu corazón que has llamado a tu fiel servidor, despertándolo de su sueño; acaso quieres tu joya?
-no Gran Aladar, enemigos invaden el reino, vienen a acabar conmigo y con el resto de la familia imperial por ambición y despecho. – un gran rugido se escucha por parte de Aladar, y es coreado por los rugidos de los demás dragones.
-que iluso enemigo cree poder acercarse a mi señora, donde esta ese enemigo que debe ser combatido?
-El enemigo se encuentra ya muy cerca, a solo un día de camino, en los bosques del este, son un gran número de ellos, esperan noticias de los espías y asesinos que han sido ya detenidos.