CAPITULO 10
“Parecen Celos”
Principios de Octubre, y tocarían exámenes, Marina sabía que las últimas cuatro semanas habían sido un desastre, por sus costillas rotas no había podido entrenar como ella quería, a pesar de que ya estaba tomando otra vez su ritmo; para colmo en su escuela de ballet, la sancionaron sacándola de dos participaciones, y sabía que tenía que tomar una difícil decisión, pero quería consultarla con sus padres para que la aconsejaran; y por otro lado estaban sus clases de Francés que iban muy bien y esperaba que en los próximos meses pudiera mejorar mucho, ya que solo le habían autorizado cuatro meses de clases, por lo que o hablaba bien el francés para diciembre o tendría que rogar por otro periodo.
Esta mañana llego temprano a la universidad para poder leer sus apuntes, y estudiar ya que no había tenido mucho tiempo la noche anterior, y no quería que la tomara por sorpresa con un examen.
Omar el salón de clases se fue llenando y Marina seguía concentrada en sus notas, cuando llegaron juntas Victoria y Alma y la vieron muy seria por lo que le preguntaron
-Marina, estas bien, que ocurre?
-Nada chicas lo que pasa es que estoy repasando, no tuve tiempo de hacerlo anoche, así que me toca repasar antes de clases.
- Y cómo van tus entrenamientos?- pregunto Alma
- calmados, Pedro no me deja hacer mucho por culpa de las costillas rotas.
- Oye sé que falta mucho para el viernes, pero me preguntaba si quieren ir al KRONOS, ya sabes que se pone muy bien y creo que te mereces un poco de diversión Marina.
- El Kronos, pero sabes que es difícil entrar a menos que seas socio, y la credencial es algo costosa.
- Pero resulta que Yo si tengo una tarjeta de socia, por lo que podemos entrar las tres- Dijo Victoria mostrando su tarjeta de socia del Kronos
- WOW, eres socia Vicky, caray, porque no nos dijiste antes?- Pregunto Marina
- Porque no sabía que les gustaría ir, además puedo ver si les consigo una tarjeta de socias, para que no tengan problemas para entrar si no van conmigo, además cada socio puede llevar a tres invitados, teniendo más tarjetas podremos llevar a nuestras parejas-
- Pues a menos que consiga un novio pronto iré solo con ustedes- contesto Alma
- MMM, una tarjeta de socio Kronos- dijo una voz mientras una mano tomaba la tarjeta de manos de Victoria
- Si, Lic. Carmona, algún problema con eso, aún nos quedan unos minutos así que no estamos interrumpiendo el inicio de su clase, por lo que le pido que me regrese la tarjeta- dijo Victoria extendiendo la mano para tomar la tarjeta.
- Si, la clase aun no comienza, pero ese no es motivo para que presuma su vida nocturna señorita Castellanos, le devolveré la tarjeta al terminar la clase- le respondió y se dirigió a su lugar, sentándose con una amplia sonrisa en los labios, frente al escritorio.
- Míralo como sonríe, sabe que tendré que rogarle que me la devuelva, pero se equivoca, solo llamare a Iván, y le diré que la perdí para que me saque una reposición y le pediré las de ustedes, si el profesor piensa que le voy a rogar, puede esperar sentado.
- Tranquila, Vicky, te la dará sin que le ruegues, solo quiere darse importancia frente a los demás, si sabes lo sangrón que es.
- Lo se Alma, pero no soporto cuando se comporta de esa manera, como si el mundo estuviera bajo sus pies.
- Bueno en realidad así es, físicamente hablando, el mundo está bajo los pies de todos a menos de que te la vivas levitando- dijo Marina, sonriendo a lo que las dos chicas contestaron con una carcajada.
- Marina, eres increíble, vivírtela flotando, en fin.- Dijo Alma
- Que es lo que les da tanta risa señorita Romanov?- pregunto el Lic. Carmona
- Puedo hablar libremente sin que se me reprenda, señor profesor?
-Claro- contesto levantando las cejas, ya que sabía que Marina siempre era sarcástica.
- Lo que pasa es que mis amigas comentan que hoy se porta usted tan arrogante, que parece que tiene el mundo a sus pies, y yo les aclare que eso es verdad, físicamente hablando para todos, ya que no nos la vivimos levitando, y usted solito anclado al mundo por el peso de su arrogancia.- Alejandro Carmona, se levantó de golpe de su asiento y tomando la tarjeta fue hacia la puerta y dijo.