Los secretos de un millonario

Capitulo 6

_Adios, señorita Ashdown _le dijo con la misma voz amenazadora y sin mirarla. 

Su paciencia empezaba a agotarse.

_Señor Chatsfield...

El perro le enseñó los dientes y Nicolo continuó ignorandola. Llegó a pensar que sería capaz de quedarse sin hacer nada el perro tratará de atacarla. 

La situación le parecía  ridícula. No iba a poder hacer su trabajo y tratar de persuadir a Nicolo para que al menos la escuchara mientras tuviera los ojos de ese perro fijos en ella. No tenía demasiada experiencia con perros, pero había leído en alguna parte que el lobero irlandés era de carácter amistoso a pesar de su aspecto imponente. El de Nicolo seguía mirando la con cara de pocos amigos e incluso mostrándole  los dientes,  pero tenía que arriesgarse. Sólo había una manera de averiguar  que tipo de carácter tenía  ese perro. Respiro profundamente, se acercó a el y le mostró el dorso de la mano para que el animal la oliera. 

_¡Hola, chico! Eres muy bueno, ¿verdad? _le susurró ella algo más tranquila mientras miraba de reojo a Nicolo_. ¿Como se llama?

_Madonna! _maldijo Nicolo entre dientes.

Aunque de había criado en Inglaterra, usaba a menudo el italiano, la lengua materna de su madre. Sobre todo en los momentos más emotivos o cuando estaba molesto por algo. Por ejemplo por la intrusión de esa mujer. No podía creer que se hubiera atrevido a entrar de esa manera, sin ser invitada. Y no sólo a su casa, si no también a su despacho.

Apartó los ojos del monitor en el que había estádo estudiando el índice FTSE 100 y la miro por encima del hombro. Le sorprendió ver que Sophie Ashfown estaba acariciando al perro.

_Corcha _Murmuró irritado_. Significa 《oscuro》en irlandés.

_¡Ah! Entonces, acerté con la raza. Es un lobero irlandés, ¿verdad?

Nicolo gruño entre dientes. Tenía que reconocer que lo estaba sorprendiendo lo intrépida que era esa mujer. A casi todo el mundo le asustaba su perro. Después de todo, era casi del tamaño de un poni. Con su pelaje negro y aspero, tenía un aspecto muy amenazante. Pero, tal y como estaba demostrandole en ese momento a la recién llegada, tenía muy buen carácter.

_La verdad es que no parece un lobo _comento la joven.

_Se llama así porque antiguamente se usaban paea cazar lobos, no tiene nada que ver con su apariencia. La raza es muy antigua, de los tiempos del Imperio romano. Utilizaban los loberos como perros de guardia y para cazar jabalíes.

_Bueno, me alegra de que no me quiera cazar a mi _le dijo Sophie con una alegre sonrisa. 

Tenía que admitir, aunque fuera a regañadientes, que la secretaria de Giatrakos  era una mujer muy atractiva. Fruncio el ceño al pensar en ese tipo. Le parecía increíble que su padre hubiera puesto ese griego a la cabeza del Imperio Chatsfield. No lo conocía personalmente  ni pensaba hacerlo, llevaba los últimos ocho años distanciado de las empresas y había tratado de conveserse a si mismo de que no le importaba lo que pudiera pasarle a la cadena hotelera, pero la decisión de su padre de nombrar como director general a alguien que no formaba parte de la familia le había demostrado que esa empresa le importaba más de lo que quería  reconocer.

Le dolía sobre todo por su hermana. Lucila había trabajado muy duro en el hotel que era el buque insignia de la compañía, el Chatsfield de Londres y todos habían asumido que algún día tomaría el relevo de  su padre en el Imperio hotelero.



#9334 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, lujuria , enojo

Editado: 25.01.2020

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