El viento, ¿qué nos cuenta el viento?
Alguien dijo que nada, que al viento le han quitado las palabras…
La gran montaña esconde cuevas, cosas que nadie ve, a las que a nadie muestra, de las que a nadie habla… secretos que guarda en la profundidad de su alma, intentando ignorarlos, olvidarlos...
Sólo el viento es capaz de hacer sonar con fuerza la cavidad que esconde bajo sus ramas…
!!Oh viento, mi dulce tormento, quisiera ser sorda a tus argumentos!!.
***
Ay mi amor, está rozándome como la brisa el soplido de tu recuerdo,
no me detengo a pensarte pero me llama tu pensamiento,
y se levanta un suspiro inconforme de lo que no pienso.
Entonces, en todo el día se mantiene “tu nombre” sin esencia, sin argumento,
como el eterno fantasma que se instala en mis pensamientos.
***
Voy acumulando un montón de correos sin respuestas
que me tientan a creer que no fue cierto, que todo fue un sueño...
Pero me niego, me niego a ceder ante sus fantasmas!!!
Y mantengo mi secreta promesa de que aun cuando ni él mismo crea
yo creeré en él y en que su verdadera esencia es la versión que conocí primero:
la del chico libre, sonriente... que se esfuerza por sacarle a patadas al mundo el cumplimiento de sus sueños, y de paso algún que otro ajeno...
Cargaré sobre mi todas sus muertes, las enterraré yo misma profundo en mi pecho, aunque duela...
Para que sus estacas no se me antojen madero,
no me vuelvan víctima, no me impidan verlo.