Los Sueños Del Bufón

Helada Mañana

Al amanecer se pudo apreciar la escarcha que cubría las ventanas, dadas las circunstancias se cancelaron varios vuelos, así como algunos viajes en general, por otro lado, algunas funciones habían cancelado debido al mal clima, puesto que la mayoría de los actores de gran categoría y gran aparente a linaje no quieran presentarse a sus actos,

Pero para el célebre Circo Bargue esto no era un problema, puesto que su pasión es su actuar, su cantar de la banda sonora, así como el hasta ahora más celebre acto, conocido como o conocida más bien como la hermosa doncella Lucar Reang, que muchos se esmeran por ver, así como sus demás compañeros por actuar, pese a esto muchos se sentían emocionados, aunque en realidad, no tenía ganas de actuar

— es hora de despertar mi pequeño dormilón, recuerda que hoy en tenemos una gran función mi pequeño bufón — besa con ternura la frente de Lucar quien yacía con las mejillas rojas así como con alta temperatura en su cuerpo — hey, ¿estás bien Lucar? — le cuestiona a la vez en la que le toca la frente algo preocupado notando su alta temperatura — he de llevarte al médico...— en ello su mano es tomada por Lucar quien mantenía su mirar bajo acariciando la mano de Octavio — Lucar... — da un leve suspiro mientras que se coloca de por acostando al joven sobre de su almohada — está bien, no te llevaré a medico alguno (hare que el venga a ti) — besa su frente mientras que se dirige hacia la cocina del circo

Dentro del lugar se llega a percatar que Sederina, una mujer de cabellos negros profundos, rayos azules dentro de ellos, pero no en fila u ordenados, sino que era como una mezcla de colores de esta

— buenos días Octavio — dice la joven que al igual que Lucar tenía ojos grises, pero a diferencia de él ella tenía ambos

— buenos días Sendy — ooouuu, no me llames de ese modo, además, ¿qué haces aquí tan temprano Octavio? ¿No deberías de estar descansado por tu condición?

— Surgió un percance y me temo que por ello no me puedo dar el lujo de descansar por ahora

— ¿Que ocurre? ¿Nuevamente el sangrado?

—Algo peor, Lucar se ha enfermado y no quiere ir al medico

— Ah que novedad, si el padre no quiere ir mucho menos ira el hijo, además ¿porque no van los dos? De este modo tanto tu como él se logran curar y taran — revienta un huevo de la mesa al extiende sus brazos — así tanto como tú y Bonifacio estarán felices, además sabes que si tu llega a faltar Lucar podría llegar a

— No moriré, puedes estar tranquila ahora fuera

— Vamos no seas malo tío, déjame ayudarte, a ver ¿qué le haremos a Lucar? —emocionada comienza a sacar todos los trastes mientras que Octavio le detienen — soy la mejor cocinera de aquí así que no puedes negarte a mi ayuda tío

— Esta bien, pero deja de hacer tanto desorden por favor — toma los trastes innecesarios colocándolos de vuelta en su lugar — bien como sabes que Lucar está enfermo ayúdame a preparar un arroz con leche y ya avena de chocolate para el

— Tío, sabes... He notado que tratas a Lucar como un bebé o como si fuera alguien menor de edad, recuerda que está por cumplir la mayoría de edad en unos cuantos meses y podrá ser autosuficiente para vivir solo, pero a tus tratos como llegas a consentirlo puede que tenga unas complicaciones — vierte el arroz sobre de un traste — debes de dejar que sea algo libre, ¿no crees? además que esto es cuando él tenía 14 años, no puedes seguir consintiéndolo además jamás me has tratado a si a mi

La joven hace puchero a lo que se cruza de brazos, pero en ello Octavio jala su nariz presionando con levemente

—pequeña revoltosa, debes la de aprender que pese a que Lucar sea mayor para un padre o madre jamás dejaran de ser menores, además tus padres debieron de haber tratándote de aquella manera alguna vez, al menos eso creo yo que hubiera sido lo ideal para ambos

—lamentablemente no se me dio esa dicha, cuando mi madre murió mi padre...

Octavio tapa la boca de la joven metiéndole dentro una fresa haciéndole callar

—olvidemos eso, ahora, vamos a cocinar

Pasaron la mayor parte del tiempo en la cocina preparando lo que sería el desayuno para Lucar, para después llevarle su desayuno de avena con chocolate entrando y tocando la puerta

— ¿se puede? — cuestiona antes de entrar notando que Lucar se encontraba con escurrimiento nasal abundante — el medico vendrá en un momento, trata de aguantar por ahora pequeño — besa su frente, pero al mencionarle el medico Lucar exalta

— aaaaahhhh — ladea la cabeza con desespero que no tomando de los hombros a Octavio — na...no …no el ...



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En el texto hay: tristeza y dolor, trio amoroso, tristezas

Editado: 19.04.2018

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