VI

Tierra De Los Ríos
Pantano De La Bruja

La anciana recorría una y otra vez su habitación, esperando recibir alguna noticia de parte de Jeyne.
Se había comido las uñas hasta la raíz, todos sus dedos sangraban espesamente, pero a ella no le importaba nada más que oír la noticia.

Lady Nayland le había enviado el desayuno, el almuerzo y la cena. Los tres platillos seguían intactos junto a la puerta.

Finalmente, Jeyne llegó, como de costumbre tenía la cabeza cubierta con un mantón. Sus manos temblaban desde el interior de su abrigo.

-¿Entonces es cierto? -preguntó la mayor- ¿El Rey y todos los Lannister están yendo hacia El Norte?

—Sí... Si tomara alguna ruta rápida yo podría-

—No, no podrías. Pero el Manderly te prometió que la tendría bien, y no nos ha dado motivo para desconfiar de su palabra. Además Puerto Blanco está muy lejos de Winterferll.

La más joven se retiró el mantón, el cabello dorado ya había empezado a crecer nuevamente y le llegaba hasta los hombros. Avanzó hasta el sillón de piel junto a la cama y se sentó luego de varios días sin tomarse un descanso.

—Ella no está en Puerto Blanco —dijo cansada— Hace más de dos años Lord Wyman envió un cuervo diciendo que la mandaría a Winterferll para que sea instruida. No te dije nada porque sabía que te molestaría.

—¿Ella está en Winterferll ahora?

—Supongo que sí... ¡Mi pobre niña! —suspiró— Estará sola entre todos esos leones.

—¡Ella también es un león! —espetó la vieja— Pero aún es muy joven. ¿Qué edad tiene: catorce, quince?

—Cumplió dieciséis hace dos lunas... Ella no está lista aún, tía Ellyn. ¿Cómo va a enfrentarse a Lord Tywin?

—¡No! Aún no es tiempo, esperemos que nada suceda en este viaje. Cuanto más lejos esté de los Lannister, será mejor para todos. Por ahora.