(Julio 4, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, C.D.)
(Steve Rogers/Capitán América)
Despierto con la luz que entra por la ventana, veo mi despertador y veo que son casi las ocho de la mañana, cielos, yo siempre me levanto a las cinco. Me levanto y me visto para ir al comedor a comer algo y después ir a la enfermería a que me vea el médico, quiero saber cómo estoy para saber si podré ver a Ahmanet al menos por un rato.
Voy al comedor y llevo a Anubis conmigo, el Jefe para asegurarse que mejore, vuelve a servirme un tazón de caldo de pollo con tallarines y a Anubis su carne de siempre, esta vez veo que pusieron un poco de maíz dulce. Al terminar vamos a la enfermería, y espero a que me revise el médico.
-buenos días capitán como se siente hoy? – me pregunta el medico
-mucho mejor, vengo a que me revise, pues quiero ver a Ahmanet, pero los demás no me dejan, no quieren que le contagie, pero creo que ya estoy bien, he estado haciendo ejercicio y tomando los medicamentos, creo que ya estoy bien.
-veamos, capitán un resfriado común dura tres días, porque cree que ya se recuperó?
-porque mi metabolismo es mucho más rápido de lo normal, y porque el jefe Parrish me ayudo con la receta de su abuela de Tallarines con caldo de pollo.
-valla, ya entiendo, así que el Jefe Parrish le dio su remedio casero, bueno veamos como esta. – el doctor me examina y al terminar me dice.
-pues no lo puedo creer, siempre dude del remedio casero de los Tallarines con pollo contra el resfriado, pero viéndolo a usted, comenzare a creer que es real; usted capitán, ya está totalmente bien, por lo que lo autorizó a ver a mi otra paciente, a quien voy a ver en este momento.
-pues le acompaño, no me han dejado verla y no me dicen nada sobre su estado.
-bien vallamos, en cuanto a mi paciente, le puedo decir que ya no tiene fiebre, aunque su temperatura aun es alta, volvió a los 39 grados, los medicamentos están haciendo un efecto muy lento en ella, por otro lado esta intranquila y al parecer delira, aunque no sé porque, su temperatura no es para que delire.
-ella está grave? – pregunto preocupado
-no, solo intranquila, y así que si su presencia la puede tranquilizar, eso ayudara a que los medicamentos hagan un mejor efecto.
-porque dice que mi presencia la puede tranquilizar y eso ayudarla?
-porque en su delirio o pesadillas ella no deja de llamarlo Capitán, y es precisamente esa intranquilidad o delirio lo que está provocando que los medicamentos no hagan el efecto deseado, ya que tiene un exceso de adrenalina, en su sistema, cree que puede ayudar Capitán
-puedo intentarlo, solo necesito verla.
-pues bien, le tocan sus medicamentos, así que acompáñeme. – salimos de la enfermería y vamos al ascensor, Anubis va a mi lado.
-veo que el cachorro de la señorita se lleva bien con usted, eso es bueno, solo espero no intente morderme cuando vuelva a inyectarla.
-el no haría eso doctor, él sabe que trata de ayudar a su mamá, verdad chico? – el perro ladra. – el medico sonríe moviendo la cabeza de un lado a otro
Llegamos al nuestro piso y vamos hasta la habitación de Ahmanet, toco la puerta y Stark abre, él va a cerrar la puerta pero ve al doctor.
-hola doc. Viene a ver a la paciente?
-así es. – el doctor entra y Stark va acerrar la puerta cuando le dice
-deje entrar al Capitán, señor Stark, ya está bien de salud. –Stark abre la puerta y me deja entrar, Anubis inmediatamente se acerca a Ahmanet y la toca con la nariz. La escucho hablar
-tranquilo Anubis, el no podrá lastimarme, tú y yo somos más fuertes, sé que burlaremos al soldado. – escucho los gemidos de Anubis como si le estuviera contestando, no entiendo lo que quiere decir.
-Nat, ella ha dicho algo coherente? No entendí a qué se refiere.
-No Steve, ella te había estado llamando, no ha despertado pero no descansa, pelea mucho en sueños, pero esto que dijo es nuevo.
Veo al doctor examinarla y aplicarle dos medicamentos, ella se queja, y se mueve mucho, me acerco a ella por el otro lado de la cama y me siento a su lado, tomo su mano, cuando la escucho llamarme
-Steve, donde estas, porque me dejaste?
-aquí estoy cariño, perdona por tardar en llegar, estaba ocupado. – ella aprieta mi mano y sonríe.
-Steve, eres tú?
-si cariño, aquí estoy, tranquila. – le acaricio la frente y beso su mano.