CAPITULO 75 ​​​​​​​“Persecución a alta velocidad.”

(Julio 29, 2013, Washington, D.C.)

(Ahmanet.)

            Conduzco hasta el centro de Washington y llego al frente del restaurante, y dejo mi auto en manos del valet, entro en el lugar escoltada por Anubis, veo al Señor Mashkov sentado y me presento al Maître y le digo:

-el señor Mashkov me espera.

-Pase por aquí Mademoiselle.

-gracias. – lo sigo a través del local hasta una mesa en donde Mashkov me espera.

-perdón por llegar un poco tarde, el tráfico en Dupont Circle esta infernal. – me disculpo

-no tiene por qué disculparse Ahmanet, es prerrogativa de las damas el llegar tarde.

-gracias Señor Mashkov, le he traído el nuevo informe sobre sus ganancias e inversiones. – digo sentándome frente a él, pido al camarero que se acerca para anotar nuestros consumos.

-quiero para empezar la pasta carbonara y seguido del pollo en salsa de champiñones, para Anubis por favor tráigame un ribeye a la parrilla término medio, con zanahorias y elotes dulces, por favor.

-yo quiero el risotto con almejas y un strogonof. – pide el señor Mashkov.

-algo de nuestra carta de vinos?- pregunta el camarero

-tráiganos una botella de savignon chateu La Fiet, por favor. – ordena Mashkov

-para mí una limonada mineral con un poco de sal y una botella de agua por favor. Le pido al camarero.

            Mientras nos sirven, le muestro al Señor Mashkov su informe, le explico que y como se ha invertido su dinero, lo que hace que ría complacido.

-veo que ha hecho crecer el monto que le di a invertir y es por eso que deseo ampliarlo, he aquí un cheque por veinte millones más, aparte de los diez ya otorgados, más las ganancias.

-gracias señor Mashkov, es usted muy amable en confiar en mí y se lo agradezco.

-no tiene nada que agradecer, su trabajo es excelente y habla por sí solo, y estoy recomendándola con algunos conocidos.

.se lo agradezco, en unos días tendré listas las oficinas de Midnight Financial y tendré un equipo completo de corredores haciendo crecer sus inversiones.

-pues con su guía, los corredores a su cargo serán los mejores.

-gracias.

            El camarero nos trae la comida y tras servirle a Anubis en sus tazones que siempre llevo conmigo, comenzamos a comer y mientras conversamos.  El señor Mashkov me habla de un proyecto en el que desea entrar, de una sociedad que le ofrecen como dueño de un equipo o franquicia de un equipo deportivo, de la liga de hockey.

-señor Mashkov no conozco mucho de deportes, pero sé que dejan dinero si, el equipo tiene su propio estadio y si son buenos, debe tener en cuenta a los jugadores, sus número y tratar de encontrar nuevos jugadores en los pueblos del norte donde su deporte favorito es el hockey.

-lo tendré en cuenta, son buenos tus consejos, pediré toda la información del equipo, y te la enviare por email, si pudieras investigar un poco y darme un poco de información, sería muy útil para mí.

-bueno, esperare la información y la revisare, hare algunas investigaciones por mi cuenta y le envió un informe en cuento lo tenga.

-lo estaré esperando.

            Terminamos de comer y mientras tomamos el postre, Anubis se pone inquieto

-Princesa, esos hombres no dejan de observarte desde hace más de media hora, han estado al aparato hablando de ti. -  me informa Anubis

-señor Mashkov, trajo a sus guardaespaldas?

-claro que sí, porque lo pregunta?

-a mis dos en punto, hay dos hombres que no dejan de vigilarnos, han estado al teléfono mucho tiempo y no creo que sean de su equipo de seguridad.

-sigue trabajando para los vengadores?

-si pero se supone que es secreto.

-Querida Ahmanet, Shield y los vengadores son organizaciones con muchos enemigos, bien podrían estarte vigilando, dejaste tu auto con el valet?

-sí, así es.

-dame el tiquete. – me dice, haciendo una seña con la mano.

-diga señor Mashkov. – dijo un hombre acercándose.

-Serguéi, toma el tiquete de la señorita Ahmanet y has que traigan su auto, al parecer están siguiéndola.

-sí señor, espere un momento, avisare cuando el auto este en la puerta. – dice el hombre dirigiéndose a mí, y tomando el tiquete, sale, no sin antes alertar a los otros cuatro hombres de su equipo.