Los Vengadores y la Hija de los dioses. Primera Temporada.

Cap. 60 "Y les cuento mi historia."

 

(Julio 20, 2013, Nueva York, N.Y.)

(Ahmanet)

 

Decido decirles la verdad, desde que Alice descubrió mi inteligencia y mi habilidad para saltar, hasta que nos conocimos, pero no les hablare de Hope, ella es mi secreto y de Fury, sé que puedo confiar en él.

 

Me lavo sin mojar el parche y me cambio de ropa interior, me pongo mi pantalón y mis botas y al no tener un top, me dejo la camiseta con la que dormí, pero la amarre a mis caderas, haciendo un nudo, y sobre esta me puse mi chaqueta.

 

Lave el bóxer del traje de baño y lo extendí sobre el borde de la tina de baño, para que se secara, tendría que ir de compras.

 

Salgo y los veo en el comedor esperándome.

-Wou que bella. – dice Tony

-así es, te vez muy bien. – dice Nat

-bien, siéntate a comer Ahmanet que después iremos de compras, Anubis tu comida esta acá. – dice Pepper, veo al aludido avanzar al tazón con carne picada

 

Me siento a la mesa, y veo a Bruce servirme un poco de fajitas asadas y papa asada con tocino.

-Gracias Bruce.

 

Todos comenzamos a comer, pero nadie dice nada solo me observan, se lo que esperan por lo que decido comenzar.

 

-lo que desean saber es lo siguiente, yo nací el veintisiete de enero de mil novecientos noventa y ocho, mi madre es una es una lingüista y mi padre un arqueólogo y egiptólogo, es por eso que me llamaron Ahmanet, desde que recuerdo ellos siempre fueron fríos conmigo, les escuchaba decir amarme, pero desde los primeros días estuve en manos de Nanas y niñeras, ninguna duraba mucho, pues yo no era una niña normal, poco antes de los cinco años de edad, Alice Prince llego a la casa, ella era una chica dulce, tenía dieciocho años y acababa de dejar el orfanato donde se crio, mis padres arreglaron para ella el sótano, en donde yo pasaba la mayor parte del tiempo, pues ahí había puesto Alice el cuarto de juegos y de estudio. Fue ella quien se dio cuenta que para mí estudiar era aburrido, pues con solo leer algo lo aprendía, por eso, me puso a estudiar libros avanzados, a los ocho años yo sabía hablar inglés, francés, español, italiano, alemán y estaba estudiando el ruso, griego, chino tradicional y mandarín y el árabe, además de que ella me había hecho leer sobre historia, fue así que descubrimos que podía saltar. Cuando me mostro una foto de la esfinge, diciéndome que de Egipto provenía mi nombre, y sin querer desaparecí de mi habitación, apareciendo en la cabeza de la esfinge; cuando pensé en Alice y mi casa, reaparecí en mi habitación, cuando le dije lo que había pasado, ella se emocionó, ya había comprendido que en cuanto a mi capacidad de aprendizaje, mis padres no se interesaban, solo le dijeron que tenía que esforzarme más en aprender, por lo que lo mantuvo en secreto, pero buscaba fotos, imágenes y postales de bellos lugares a los que ir, así me enseño sobre la historia de Tintagel en Inglaterra, o de la isla de Creta, sobre Venecia, Florencia y muchas otras ciudades que visitamos.

 

Pero todo se torció en mi octavo cumpleaños, mis padres se negaron a festejarlo pues tenían un compromiso y saldrían fuera, mi padre solo me dio doscientos dólares para que me comprara algo. Alice trato de convencerme de que ellos me querían, solo que eran personas ocupadas, pero yo perdí el control y provoque su muerte. Para mi desgracia mis padres volvieron cuando ella estaba muriendo abrazada a mí, llamaron a emergencias y se fueron al hospital dejándome encerrada en casa.

 

Cuando regresaron mi madre me dijo que era una asesina, un monstruo que había matado a Alice, reventándole el cerebro, mi padre me tomo del brazo y me llevo a mi habitación; pensé que me golpearía, pero no, lo que hizo fue vaciar mi mochila de la escuela y arrojármela, diciendo que tenía cinco minutos para tomar lo que quisiera llevarme, pues él no quería a un monstruo en su casa, que yo no era su hija.

 

Tome algo de ropa, mi computadora, mi Tablet y mi celular, mis ahorros y cuando mi padre vio que ya no tomaba nada más, me tomo del brazo y me saco de la casa, al llegar a la calle, saco todo el dinero de su cartera y me lo dio, diciéndome que no quería volver a verme, que darme ese dinero era lo último que haría por mí.

 

Siempre fui una niña callada y extraña, pequeña para mi edad, por lo que los otros chicos siempre trataban de abusar, o me insultaban y rechazaban, así que estaba sola, sin amigos. Solo tenía a Alice, por lo que al verme sola en medio de la calle comencé a sobrevivir sola, no confiaba en nadie, busque un lugar y termine en Forks, Washington, al noroeste, pase unos meses ahí, hasta que comencé a tener problemas otra vez.



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En el texto hay: amor poder steve rogers

Editado: 02.05.2019

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