Capítulo 6: Sebastián & Mikaela.

Narra Sebastián:

-Adelante.-Digo luego de tres toques a mi puerta. Al verla entrar me quedo alucinado, esa mujer sí que es belleza pura.

-Sebastián, vengo porque el Señor Lockward me ha enviado a que analicemos estos planos y le entreguemos un informe detallado en menos de una hora. También a informarte que nos iremos a las 3:00 p.m. por la tormenta y que no regresaremos hasta el lunes, trabajaremos por internet y luego volveremos según la tormenta nos permita.-Sigue hablando Mikaela como cotorra y yo solo me dedico a observar los bella que es, Dios es que parece una Diosa, ojos color café, pelo rojizo, esas pecas que adornar su bello rostro, de tez clara muy clara parece pálida o como si no conociera la luz del sol, su cuerpo no es esculpido ni de gimnasio, más bien es rellenita, con mucha carnita, pero es hermosa tal cual.- Y por último necesito que me entregues tu agenda para poder reorganizarla.-Dice y yo aún sigo observando y deleitándome.-Sebastián, ¿Me estas prestando atención o no?-Grita irritada al darse cuenta que no.

-Buenas Tardes Mikaela, tome asiento por favor le indico.-Y ella me mira extrañada.-En primer lugar Mika, para ti no soy Sebastián soy el Señor Sebastián como entenderás no puedes llamarme por mi apellido porque tanto Andrew como yo llevamos el mismo apellido, por tanto recuerda Mika que soy Señor Sebastián.-Le digo mirándola directamente a sus ojos, desafiándola y mostrándole autoridad.-En segundo lugar, no puedes simplemente entrar por esa puerta –La señalo- Y empezar a hablar como cotorra sin frenos. Y en último lugar querida Mika, es mi hora de almuerzo y no me pondré a trabajar a esta hora, tienes dos opciones, o lo haces tú o esperas a que regrese de almorzar.

-Mire Señor Sebastián, discúlpeme por el atrevimiento de llamarle por su nombre le aseguro que no volverá a ocurrir. –Dice con cierto tono de enojo.-Y por otro lado, el Señor Lockward dejo muy en claro que ni usted ni yo tendríamos hora de almuerzo hasta terminar el informe y presentárselo, una vez completado, podremos irnos a casa y tener el resto del día.-Dice muy segura de sus palabras.

-Querida Mika.-Le digo acercándome a ella, me siento sobre el escrito justo frente a ella.-Le comunicas a mi primo lo que te he dicho y si quieres me esperas y si no pues lo haces sola.

-Señor Sebastián, para usted soy Señorita Mikaela, más respeto por favor. Y no se preocupe, tómese el tiempo que quiera pero le dejo bien en claro que yo no hare trabajo que no me corresponde y mucho menos tengo el tiempo ni el deseo de esperar a que usted haga las cosas cuando quiera. Me iré a mi escritorio, redactare lo que entienda y se lo envío a su correo para que lo termine y lo presente a su primo, como usted entenderá yo me tomo muy enserio mi trabajo pero tampoco le serviré de tapadera ni a usted ni a nadie.-Dice poniéndose en pie y recogiendo todo.-Ah y que disfrute su almuerzo.

-Espera un momento.-Digo irritado.- Vamos al comedor y veamos los planos mientras almorzamos.-Trato de no dar tantas explicaciones pero ellas salen solas sin autorización.-La verdad es que muero de hambre y hoy no he tenido tiempo de desayunar, veamos los planos digitales mientras almorzamos y luego revisamos los originales aquí y redactamos el informe final. ¿Acepta Mikaela?

-Si no hay de otra.-Dice con muecas.

-Pues vamos, puedes dejar todo eso ahí, solo trae el Ipad.-Le digo sonriente, poco a poco va cayendo mi pelirroja.

Mientras almorzábamos y analizábamos los planos se me hizo muy difícil concentrarme, esta mujer tiene un no sé qué, que realmente me trae embobado, pero tarde que temprano caerá en mis redes y vera que yo tengo lo que quiero y cuando quiero, ninguna se resiste.

Todos los empleados habían sido despachados, por tanto en la empresa no había ni seguridad, solo estábamos nosotros tres, mientras que, Mikaela y yo almorzábamos solos en el comedor. Una vez terminamos, tomamos el ascensor privado que utilizamos mi primo y yo, y nos dirigimos al piso que compartimos Andrew y yo, mientras vamos subiendo la energía eléctrica se cae y quedamos encerrados en el ascensor.

-¿Qué? –Grita asombrada.-Esto no puede ser, santo Dios y no hay nadie en el edificio.-Empieza a hablar nerviosa o enojada, ya ni sé que le pasa.

-Tranquila Mikaela, ahora mismo llamamos por el timbre de emergencia y nos sacan de una vez.-Sin embargo, ella me fulmina con la mirada.

-¿Es que eres tonto o te haces? No recuerdas que tu primo despachó a todo el edificio, solo hay tres personas en todo el edificio y dos de ellas están encerradas en este ascensor.-Era cierto, por un momento se me había olvidado ese pequeño detalle.-

-Tranquila lo resolveremos, solo un momento.-Digo mientras intento buscar una solución que evidentemente no tengo.

-Me pides que me calme y eso es imposible, no hay nadie en el edificio, no hasta el lunes, estamos solos aquí y tu primo dijo que iría por unos papeles a contabilidad que se encuentra en el edificio de al lado. ¿Y ahora que haremos?-Dice cuándo empieza a hiperventilar.

-Mikaela tienes que calmarte, encontrare una solución pero tienes que tranquilizarte, con desesperarnos no lograremos nada.-Digo tratando de calmarla.

-Sebastián soy asmática y aparte le tengo fobia a la oscuridad y al encierro. Yo….-Empieza a decir pero sigue hiperventilando cada vez más y empieza sudar, sus manos le tiemblan.