C. O. A. (celos, amistad y odio)

Me levanté con el odioso sonido de la alarma. Pude sentir el peso de mi cabello en la nuca, por lo cual significa que me dormí apenas llegué a casa.

Fui al baño, y en el reflejo pude ver unos ojos hinchados, labios secos, y una coleta de cabello rubio enmarañada en la nuca.

Adiós a otra liga de pelo.

Luego de cortarla e intentar desenredar mi cabello, entré a bañarme. Shampoo, jabón, crema de enjuague... Mi neutralidad y rutina era cada vez más grande. Ni yo sé cómo empecé a ser víctima de ella, pero bueno.

Me cambié y me cepillé los dientes, hoy me tocaba hacer el desayuno.

Ugh, dos días seguidos.. el tener que cerrar la tienda tarde y el hacer el desayuno temprano.. ¿Acaso me torturan?

Golpeé mis mejillas y me coloqué hielo en los ojos. No quería que Glimmer y Bow supieran de mi noche... Mientras preparaba el desayuno, Glimmer y Bow se levantaron y se sentaron en la isla de la cocina. Inconscientemente, hice cuatro platos. Les di dos a ellos y llevé uno a mi habitación, para luego salir del departamento. Toqué la puerta, tres golpes. Una blanca cabellera se asomó, su ceño estaba fruncido, pero al verme me dejó pasar y me indicó su habitación. Pasé dando las gracias. Una melena castaña enmarañada y unos ojos llorosos me alteraron al entrar.

—Así que eras tú siempre...

—No sueles despertarte tan temprano —dije, sorprendida. Parecía recién despierta, y un bostezo de su parte me lo confirmó.

—Pues, los desayunos sorpresa en mi mesita de luz al despertar no iban a ser de Rogelio —dijo, sonriendo con burla.

—Debo irme...—. No soportaba estar por mucho tiempo allí, y menos luego de que ella lo haya mencionado.

—Espera, Adora—. Antes de que siquiera pueda abrir la puerta e irme, tomó mi brazo. No creo poder hacer esto—. ¿Me estás evadiendo?—. La miré a los ojos.

—En absoluto, Catra. Si así fuese no te haría el desayuno todas las mañanas...—dije sonriendo.

Ese día, mi primer día de trabajo, ella se había ido temprano de la universidad, luego de regalarme un beso en la mejilla y decirme que debía ver a su novio.

Lo peor fue encontrarla en mi lugar de trabajo con él. Tardé en reaccionar luego de que me lo dijera, pero al verla abrazada a él todo cambió. La puñalada fue más profunda.

La verdad, no entiendo el porqué me afecta tanto.. ¿Somos amigas, no? Tal vez es el hecho de que no me lo haya presentado antes o de que me lo haya dicho de lleno..

—¿Catra?—pude sentir un corte en mi voz, pero lo disimulé completamente.

—Adora, yo-

—¡Catra!—. La corté con una sonrisa—. Disculpa, ¿Me das unos minutos, Perfuma? Así hablo con mi amiga.. espero que no sea molestia.

—Ay, Adora.. sólo unos minutos—. Le sonreí en agradecimiento y fui a sentarme con la pareja.

—Catra, hoy no me contaste en absoluto nada. ¿Andas de novia con él?—. Estreché mi mano para que la sujete, cosa que hizo—. Un gusto, soy Adora, amiga de Catra.

—Rogelio, su pareja. ¿Desde hace cuanto se conocen?

—Ella era mi compañera de...— ¿Cama?¿Ducha?— del orfanato, sí...— Dios, casi se me escapa lo que más malentendidos podría causar.

—Ahh... si, Catra debe haber mencionado algo...—dijo, no muy convencido.

Estaba segura de que Catra no había hablado de mi luego de ser adoptada. Digo, luego de reencontrarme con ella, salté en sus brazos y ella no recordaba ni mi nombre.

En fin, hablamos un rato. Era un tipo amable, para ser sincera. Parecía simpático y amaba los deportes. Catra parecía relajada...

—Bueno, un gusto en verlos. Debo volver a mi trabajo, si necesitan algo, no duden en preguntar—. Los saludé con la mano y fui a ponerme el uniforme. 

¿Qué estaba pensando?¿Qué hice?

—Adora, luego de que nos cruzamos en tu trabajo, la única comunicación que hemos tenido han sido breves charlas y tus desayunos, los cuales me acabo de enterar que son tuyos.

—Lo sé, me consumió la rutina y no he querido perder contacto contigo. Por eso los desayunos, para que sepas que sigo contigo —dije sonriendo. Debería irme...—. Catra, mi desayuno está esperando en casa, debo irme. ¿Cómo la vienes pasando con Rogelio?

—¿Por qué?—. Parecía confundida—. Ah, sí.. eh.. bien. Sí, todo bien—. La respuesta me extrañó bastante, pero no quería hurgar en su relación, así que le quité importancia.

—Ya veo.. Bueno, adiós—. No dije mucho más y salí lo más rápido que pude del departamento, para entrar al mío e ir por mi desayuno.

Rápidamente lo ingerí, aún sabiendo que estaba mal, y dejé las cosas en la cocina para huir a la universidad. Si tardaba mucho, sabía que me iba a encontrar con ella, sea en el pasillo o en el ascensor, lo cual es peor.

Vengo huyendo de ella, usando la rutina como excusa. No entiendo mis formas de pensar. No entiendo mis reacciones. ¿No puedo simplemente estar feliz de que mi amiga esté de novia?¿De que ella esté feliz?

Tal vez lo hago inconscientemente para que ella pueda pasar tiempo con su novio. Sí, seguro es eso.

Llegué a la universidad, pasé a mi aula tranquila. No habían muchos estudiantes, así que decidí dar una vuelta. Pasé por la cancha de fútbol, recordando mi primer almuerzo con ella. Una sonrisa se me escapó. Estaba un poco perdida en mis pensamientos, hasta que escuché algo en particular.

—Odio que tengamos que hacer esto... ¿Cuánto tiempo más debes estar con ella?

—Tranquilo, no debe quedar mucho. Una vez los medios se cansen, podremos estar juntos sin escondernos—. Esa voz.. es conocida para mí. Busqué y busqué... ¿Rogelio? Tapé mi boca de la sorpresa. ¿Acaso Rogelio estaba saliendo con un muchacho aparte de Catra? ¿Y a qué medios se referían? Mi cabeza estaba procesando mucho.

Pude escuchar que se besaban. Oh Dios..