(love &) Hate - Catradora

Playing Around!

Con Adora venían mejorando las cosas. Se estaba llevando mejor con Rogelio, aunque habían algunas frases o palabras que se dirigían que me hacían pensar que Adora sabía de Kyle. Aunque puede que no afecte mucho en nuestra relación, ya que yo lo sé, me interesaría ver cómo reaccionaría ella a eso.

Pasaron unas semanas luego del día de enamorados. Empezó muy bien ese día, considerando que Adora me despertó con una bolsita llena de mis dulces favoritos, y que luego pasé el día con Kyle, Lonnie, Scorpia y Rogelio en un parque de diversiones. Entrapta mencionó que había conseguido un trabajo, por lo que no pudo venir con nosotros al parque, lamentablemente. Seguro habría estado volviéndose loca pensando en el sistema de la montaña rusa y cómo podría hacerla funcionar más rápido o agregar elementos... como piensa ella.

Saliendo de la universidad, Rogelio me pidió que acompañemos a Kyle a su casa. Debía estar yo, lamentablemente, para evitar malos entendidos, que serían reales. Entonces decidí pedirle a alguna de mis amigas que me acompañe. Seguro meta alguna excusa en medio de todo eso y me la lleve a otro lugar para dejarlos solos, cuando ya sea seguro.

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—Imposible, debo ir a trabajar Catra. Anoche las máquinas no estaban funcionando bien, así que debo irme temprano—. Entrapta estaba emocionada, a pesar de hablar sobre aquello. Se notaba que le gustaba donde iba a trabajar.

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—Hoy tengo una cita con Bow, Catra. Venimos planeándola desde el 14 y nunca pudimos concretarla. Lo siento —dijo Glimmer. Otra emocionada, aunque parecía lamentar en serio no poder ayudarme.

—No te preocupes. Seguro les irá muy bien en su cita—. Le guiñé el ojo, apoyándola. Debo admitir que me tranquiliza un poco que ellos sean pareja.

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—Lo siento, tengo prácticas en el hospital—. Scorpia mencionó—. Estamos divididos en grupos, así que hoy me toca a mí y a algunas chicas más—. Asentí mirando el piso. Me quedaba sólo una opción.

—Sabes. Hoy Adora tiene el día libre. Estuvo preguntando en todos lados para salir con alguien, pero todos están ocupados hoy. ¿Porqué no la invitas?—. Sorprendida por las coincidencias del "universo", la miré.

—¿Adora está libre?—. Scorpia sonrió burlona y volvió a asentir. Su rostro tenía tatuado en la frente: "esta chica no tiene remedio". Sonriente, le di las gracias y entré a su aula, donde Adora estaba terminando de guardar sus cosas con una cara larga.

—Hey, Adora! —la llamé. Quedaban pocos estudiantes, así que decidí acercarme. Ella levantó su cabeza y me miró, sonriendo en respuesta.

—Catra. Hola, ¿qué te trae por aquí?Creí que saldrías con Rogelio hoy—. Se levantó con su mochila colgada mientras nos dirigíamos afuera.

—Sí, de eso quería hablar. ¿Quieres venir con nosotros? Él invitó a un amigo suyo e iremos a su casa—. Adora cambió levemente su expresión. Si no la conociera, no lo habría notado. Sonrió e hizo un sonido de afirmación mientras asentía con la cabeza.

Una vez fuera de la universidad, vimos a Rogelio y Kyle esperando por nosotras.

Rogelio giró el rostro en mi dirección, sonrió y saludó con la mano, aunque su expresión cambió al ver a Adora. Pareciera que cada vez que se ven le gritaran al mundo que saben cosas o secretos sobre el otro.

Caminando directo a la casa de Rogelio, iba al lado de Adora, quién se quejaba de los profesores y algunas maneras de explicar que tenían que ella no entendía. Mientras que, detrás nuestro, Kyle y Rogelio iban hablando de quiensabeque y parecían rozar sus brazos indirectamente. Sonreí, pensando en lo divertido que podría ser tener una relación a escondidas; pero también, lo doloroso que sería llevarla a cabo, me la borró del rostro, queriendo terminar con esta farsa de una vez.

—¿Catra?¿Me estás escuchando?—. Giré mi rostro en su dirección asintiendo con la cabeza—. ¿Qué opinas sobre eso?—. Confiando en mis capacidades de concentración sobre algo, pensé por unos momentos.

—A mí tampoco me cae bien la profesora de historia. Se va demasiado por las ramas cuando habla. Empieza hablando sobre cómo la constitución fue formada y termina hablando de su divorcio—. Adora me miró sospechosamente para, luego, soltar una carcajada, la cual me dejó confundida y completamente embobada.

—Sabes, siempre admiré tus capacidades de deducción, pero acabas de decir prácticamente lo mismo que yo —dijo, a punto de tentarse en plena calle. Me contagió, la verdad, su risa era contagiosa. Unas risitas salieron de mí y las tapé. Mi ronca voz me jugó una mala pasada otra vez. Miré a Adora, pero pareció no notarlo. Seguimos hablando de cosas random cuando noté que estábamos a unas cuadras de la casa de Rogelio y tomé papeles en el asunto.

—Oh. Cierto. Olvidé que dejé mi celular en mi casillero—. Lo peor es que era verdad. Una sonora facepalm les hizo saber a los chicos—. Debo ir a buscarlo. Vayan ustedes, vendré en un rato—. Saludé a Rogelio con un beso en la mejilla y tomé el brazo de Adora para irnos, quién no parecía muy cómoda al respecto. Luego de unas cuadras, bajé la velocidad para seguir caminando con normalidad.

—¿Estás segura de dej...?— Adora no terminó su pregunta. La miré interrogante—. ¿Estás segura de que lo dejaste en tu casillero?—. Sonreí, lo sabe.

—Sí. No lo tuve desde esta mañana, lo dejé ahí.

—Ah.

—¿Quieres pasar por un helado? —dije. Estaba muy aburrida y no quería estar en una casa sola con Rogelio y Kyle. Sería muy incómodo. Adora sonrió.

—Seguro—. Caminamos hasta el centro y compramos dos conos para comenzar a pasear por un parque ubicado allí cerca.

—Sabes —comenzó ella—. Siento que no hemos estado hablando mucho últimamente...—. Asentí, estando de acuerdo.

—Tienes razón. Yo también lo siento así—. Una idea cruzó mi cabeza—. ¿Y si jugamos a las 20 preguntas?




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