(love &) Hate - Catradora

Indirectas

Un rayo de luz me sacó de mi inconsciencia, abrí mis ojos y me encontré con Adora en la misma posición que nos habíamos dormido. 

¿Puede ser alguien tan bella..?

La observé, aprovechando nuestra cercanía. Sus pestañas eran largas, provocaban una leve sombra sobre sus párpados inferiores. Sus mejillas y el botón de su nariz poseían un leve rubor debido al calor corporal al dormir, podía percibir sus pecas en esta cercanía. Habían traviesos cabellos bebés merodeando por su frente, y sus labios... A pesar de no haber tomado agua en 8 horas o más, parecían tan brillantes, tan rosados, tan apetecib-

—Buenos días, Catra—. Pegué un mini saltito en mi lugar. Adora me pilló desprevenida, inspeccionando su rostro. Completamente avergonzada y con un muy seguro sonrojo, susurré...

—Buenos días, Adora.

—¿Dormiste bien?—. Supuse que para estirar su cuerpo, se alejaría de mi y se sentaría, o se pondría de pie... pero no. Estiró el brazo que estaba debajo de mi cuello para acercarme y, con su otro brazo en mi cintura, me jaló hacia ella. Por precauciones, bajé mi cabeza. ¿Quién es esta Adora atrevida y qué hizo con mi chica tímida tomboy?  Aunque, debo admitir, que no me desagrada...

Espera, ¿precauciones? ¿Precauciones de qué? ¿Cercanía en exceso? ¿Cuál sería el exceso?

—Bien, cómoda. ¿Qué hay de ti?—. Levanté mi mirada con coraje para encontrarme con algunas pestañas pegadas y un profundo celeste cielo con las pupilas dilatadas..

—Nunca dormí tan bien, la verdad. Dormí cómoda y calentita, bien profundamente—. Sonrió. Sonreí en respuesta.

Repito. ¿Cómo esta mujer puede ser tan hermosa?

—¿Soñaste algo?

—Nada que recuerde —respondí sinceramente—. Sólo tengo pequeñas imágenes tuyas...—. Recapacité en mi respuesta y caí en su sonrisa por décima vez, la cual se había ensanchado.

—Con razón anoche decías tanto mi nombre —dijo sobre mi cabello. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. ¿Qué está pasando, tan de repente? Ayer estábamos disfrutando de lo más, y al momento de dormir simplemente me.. ¿encariñé?

"Yo te quiero más de lo que crees".

Eso fue parte de mi sueño, ¿verdad? Porque si no lo fue, considerando que Adora es lesbiana, tal vez... ¿le guste? Es una opción descabellada, para ser honestos, porque tengo demasiados defectos como para siquiera llamar su atención. Pero algo dentro mío me decía que había posibilidades...

—¿Tu nombre? ¿Yo?—. Adora asintió acompañada de una sonrisa pícara. Sentí la sangre subir a mi rostro. Dios, me va a sangrar la nariz uno de estos días.

—C-Como sea, voy a darme un baño —dije, intentando levantarme del colchón. Sí, intentando. En el momento en que apoyé mis brazos para levantarme, Adora me empujó contra ella. Quedé de espaldas, por lo que no pude ver su rostro, pero pude sentir cómo se aferraba a mi como si fuese la última vez. Su respiración llegó a mi cuello y los escalofríos volvieron, pero esta vez, fueron acompañados de un calor floreciente en mi vientre bajo.

—¿Adora?

—Sólo un rato más... por favor...

—Pero-

—Por favor, Catra—. Decidí quedarme. ¿Qué tan malo podría ser mantenerme unas horas más en cama? El desayuno y la ducha quedarían para después. Cerré mis ojos, queriendo dormirme otra vez, o dormitar aunque sea. Perder la consciencia del tiempo y espacio y disfrutar de los suaves toques en mis brazos y en mi cabello. 

En un instante, pude sentir cómo escarbaba con su nariz en mi esponjoso y enmarañado cabello, para llegar a mi cuello y mandar ondas eléctricas por todo mi cuerpo. Un leve quejido se escapó de mis labios, a la vez que me retraía con mis hombros.

Quedé en shock, probablemente competiría con un tomate en estos momentos.

—Apuesto mi vida a que soy la primera en escuchar eso...

—¿E-Escuchar q-que cosa?—. Hace tanto tiempo que no tartamudeaba.

—Oh, ¿te harás la desentendida?—. Levantó su cabeza y se apoyó en su antebrazo para poder verme el rostro. Me sentí muy atacada con esos ojos tan preciosos.

—Sí eres la primera. ¿Hay algún problema con eso?—. La miré con el ceño fruncido. Su sonrisa era inmensa.

—Nop, ningún problema, Catra. Sólo estoy feliz..

—¿Feliz?—. Otra vez, mi sensación de gustarle volvió. 

—Entonces, nunca has dormido con Rogelio, ¿verdad?—. Luego de esa pregunta, respondí sin pensar. Es una de las peores decisiones que podría haber tomado. MI impulso y mi repugnancia de sólo imaginarlo no me dio tiempo a actuar mi posición.

—¿Con Rogelio? ¡Qué asco, Adora! Ni siquiera se me hubiera cruzado por la cabeza, Ugh...

El rostro de Adora estaba para plasmarlo en una pintura. Su sorpresa era evidente, y seguro la mía también lo era. Debería haber dicho alguna estupidez como:

"Decidimos no apresurarnos" o "Es un muchacho respetuoso, no quiero apresurarme y el lo respeta".

Ugh, de sólo imaginarme diciendo tan vil mentira me dan náuseas. 

—Catra.. ¿Acaso-?

—Debo ir a bañarme—. Salté de los colchones y tomé mi bolso para encerrarme en el baño. Me miré en el espejo.

¿De verdad nadie puede saberlo? Digo, Kyle lo sabe, pero ¿hasta qué punto? Podría decirle que mi noviazgo es falso, pero no podría decirle el porqué. No sé cuánto tiempo va a durar esto ni qué tan lejos piensan nuestros padres que lleguemos como pareja falsa, pero si lo revelo, estaré encadenada a esos monstruos de por vida...

Inconscientemente, había tirado de mi cabello en un acto de frustración. No soportaba mentirle a Adora en la cara, y tampoco podría mantenerla por mucho más.

Adora guardaría el secreto, ¿verdad? Conociendo lo confiable y buena persona que es seguro que si, pero no sé si soportaría mantener el secreto por mucho.

¿Debería decirle? Prácticamente le grité que no me gusta Rogelio...

Luego de unos 20 minutos o más, salí del baño ya cambiada e higienizada para encontrarme con una nota de Adora. Decía que había salido a comprar para hacer el desayuno.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.