Yoongi.
–Adelante –respondí, al escuchar unos toques en la puerta, sin dejar de mirar la pantalla de la computadora.
–Necesito una opinión rápida –pidió Hobi agitado, llamando mi atención.
–¿Qué sucede?
–¿Corbata azul, o morada? –preguntó, alzando ambas cosas.
–¿Vas a salir con la chica que llevaste a la inauguración? –pregunté interesado.
–Sí, cuando le pregunté si saldría conmigo, no esperaba que dijera que sí, y ahora, quiero lucir bien para impresionarla.
–De acuerdo. Usa la morada, resalta más –opiné.
–Sí, tienes razón –murmuró, dejando la corbata azul en la mesa, para amarrar la otra en su cuello –. Demonios, no sale –masculló intranquilo, pues sus manos estaban temblando.
–Deja, lo haré yo –me ofrecí, poniéndome de pie, para atar bien la corbata –. ¿Por qué te pones tan nervioso en la primera cita?
–Porque es la que define, si habrá una segunda. Es lo primordial cuando se comienza a salir.
–Claro, pero no deberías estar tan nervioso, eres muy simpático y carismático.
–Ya sé, pero sabes cómo han acabado las últimas citas –recodó de manera triste.
–Solecito, estas tan desesperado por compañía, que no analizas si es la chica correcta. Tranquilo, ya llegará la adecuada –lo alenté, sacudiéndolo un poco de los hombros, luego de terminar de anudar su corbata.
–Debería hacerte caso, después de todo, ya conseguiste novia –se burló, haciéndome reír.
–Si quieres verlo como esperanza, hazlo.
–Bueno. ¿Cómo esta Carol?
–Mucho mejor, más tranquila. Igual debe ser porque ha tenido mucho trabajo en la galería, así que no tiene mucho tiempo para pensar en eso.
–Es cierto, me han dicho que las cosas avanzan muy bien.
–Así es, todos están muy felices con el éxito que hemos tenido.
–Son buenos tiempos, ¿verdad?
–Así es, bastante agradable –respondí, mientras sonreía un poco.
–Oye, ¿es cierto que vas a ir con Carol a Londres?
–Sí, me pidió que la acompañará, así que voy a pedirle permiso a Jin para faltar al menos unos dos días.
–Su relación se va haciendo más sólida, ¿no?
–Tienes razón. Me gusta como hemos llevado las cosas, y, sobre todo, que no hay secretos entre nosotros, somos transparentes y sinceros el uno con el otro.
–Eso es muy bonito –suspiró –. No son como Jhoath y JungKook, demostrando su amor con detalles o gestos, tampoco como Jin y Lina dándose miradas cómplices y caricias sutiles.
» También están Namjoon y Sam, que no ocultan la emoción que sienten el uno por el otro, donde casi expresan eso a los cuatro vientos, y no olvidemos a Tae y Ariana, que son más cautelosos, pero tiernos a su modo –reflexionó, rascando detrás de su oído.
» Ustedes son esa clase de pareja que sabe lo que siente con exactitud, donde hay una confianza mutua y magnetismo increíble, son como una pareja sexy o algo así, muy poderosa.
–¿Nos has estado espiando? –me burlé, porque dio una descripción muy buena de cada pareja.
–No, sólo los observaba y me preguntaba, si tendría algo así algún día.
–No lo creo, tu tendrás una relación que combine con tu estilo, algo con lo que te sientas cómodo y en armonía, eso vas a tener.
–Eso suena bien –sonrió, sonrojándose un poco, mirando el reloj en su muñeca –. Oh, cielos, ya es algo tarde, debo apresurarme en salir.
–Suerte en tu cita –le deseé, sacudiendo mi mano.
–Gracias, te contaré luego como me fue –se despidió, saliendo de mi oficina.
Hobi esta tan desesperado por tener una pareja y formar una familia, que empezó a salir con cuanta chica le sonriera y le dijera sí a una cita. Por supuesto, esas chicas sólo buscaban un interés económico, y cuando él no se comportó de ese modo, complacido sus caprichos y demás, se alejaban de él, causando estragos en el corazón de nuestro solecito.
Era frustrante verlo de ese modo, pero tampoco podía obligarlo a dejar de lado sus creencias. Ahora, con esta chica todo parece ser diferente. Hasta donde sé, se conocieron de una manera bastante curiosa, pero que dejó a Hobi con muchas ganas de conocerla. Por sugerencia mía y de Jin, le propusimos conocerla primero, antes de que hiciera eso de invitarla a salir, y fue lo que hizo.
La chica no es frívola, interesada o arrogante, es bastante cálida, amable y sincera, lo sé, porque he tratado con ella en un par de ocasiones, y hasta ahora, tiene mi aprobación para intentar conquistar el corazón de mi solecito, si es que no lo tiene ya. Sonreí un poco, continuando con mi trabajo, pensando en lo afortunados que somos en algunas cosas, y como espero, que esta fortuna dure mucho tiempo más.
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–¿Dormilón? Es hora de despertar –susurró una voz en mi oído, haciéndome fruncir el ceño.