Capítulo 3

Hola Lulu, soy Emilia. Veo que ya conociste a Alex y me alegra. Perdón por no escribirte antes. ¿Cómo está el clima allá arriba? ¿La pasas bien? ¿Tenés amigos? ¿Viste a tu familia? ¡Cuántas preguntas que te traigo hoy! Creo que quiero desvíar un poco la atención. ¿Tú ves todo de ahí arriba? Si es así ya lo sabes, Greta se ha estado cortando los brazos, la mandaron a un psicólogo. Se siente cada vez peor y no sé cómo ayudarla. Salimos mucho, con Alex obvio, los tres, hasta en pijamadas pero ella se siente mal al momento de quedarse sola. Es una chica completamente común en compañía a excepción de cuando estamos en clase y la tildan de rara. A veces se pone celosa porque soy hegemónica y los chicos me buscan por eso, a mí me repugna, intento hacerle ver que me gustaría ser como ella en el exterior. Lulu, es muy difícil hacer llegar tus sentimientos a alguien que querés.

-Te quiere, Emilia.

Hola Lulu, ¿cómo estás? Soy Emilia otra vez. Pudimos levantarle el ánimo un poco más a Greta, le regalaron una vaca, sí, una vaca. De donde vengo se regalan perros o gatos pero aquí son caballos, cabras o vacas, si me llegan a regalar algo, espero que sea una vaca.

Como te decía, vemos mejoría en Greta. Cuando está sola ya no se lastima pero rogamos que no sea un bienestar pasajero. Aprobamos las materias que teníamos bajas y vamos a pasar de año. No sé ni en qué momento me empezó a gustar la vida, Lulu. Me pregunto cómo hubieras sido tú, hasta ahora solo dije cómo yo creo que hubieras sido. Serías temerosa, hermosa pero desconfiada y turbia como Greta; tímido pero delicado y despistado como Alex, o segura pero introvertida como yo. Deseanos suerte desde donde estes.

-Te quiere, Emilia.