Una mañana, mientras compartimos un desayuno tranquilo en la cafetería de siempre, Laundry se inclinó hacia adelante con una expresión de entusiasmo que yo ya reconocía bien.
Con los ojos brillantes y una sonrisa traviesa, me hizo una propuesta que no esperaba.
- María, tengo una idea. ¿Qué te parecería irnos de viaje este fin de semana? - pregunta Laundry, dejando entrever una chispa de misterio en su voz.
Levanté la vista de mi café, sorprendida e intrigada al mismo tiempo. Solo acertando a decir:
- ¿Un viaje? ¿A dónde?
- A un lugar llamado Luna Azul - responde Laundry, con un tono que sugería que era más que un simple destino. - Es un sitio que descubrí hace unos años. Es remoto y mágico, lleno de paisajes que parecen sacados de un sueño. Me encantaría compartirlo contigo.
Sentí una mezcla de emociones. La idea de un viaje improvisado a un lugar desconocido me llenaba de excitación, pero también de dudas. Sin embargo, la promesa de aventura y la oportunidad de crear recuerdos inolvidables con Laundry era una tentación demasiado grande para poder resistirme a ella.
- Suena increíble, Laundry - digo, sonriendo a pesar de mis nervios. - ¿Cuándo nos vamos?
Laundry se rió, complacido con mi respuesta.
- ¡Este viernes! Solo empaca lo esencial. Te prometo que será una experiencia que nunca olvidarás.
La semana pasó en un abrir y cerrar de ojos. Preparé,con entusiasmo y algo de nerviosismo, mi mochila con lo necesario para la aventura. Cuando el viernes llegó, Laundry me recogió temprano en la mañana. Con el coche cargado y una playlist de sus canciones favoritas sonando de fondo, partimos hacia lo desconocido.
El camino hacia Luna Azul fue largo pero lleno de paisajes impresionantes y conversaciones profundas. Cada kilómetro recorrido parecía acercarnos más, no solo al destino, sino también entre nosotros. Laundry compartió historias de sus viajes pasados, mientras que yo hablaba de mis sueños y aspiraciones, descubriendo que teníamos más en común de lo que había imaginado.
Finalmente, al caer la tarde, llegaron a un pequeño pueblo que marcaba el inicio de su aventura. Desde allí, un sendero serpenteante los llevó a través de un denso bosque, hasta que, de repente, el paisaje se abrió para revelar el esplendor de Luna Azul. Ante ellos se extendía un valle bañado por la luz plateada del atardecer, con colinas ondulantes y un lago cristalino en el centro.
En cuanto llegamos, me quedé sin aliento.
- Es… increíble, Laundry. Nunca había visto algo así.
Laundry sonrió, tomando mi mano mientras admiraban la vista.
- Sabía que te gustaría. Ven, vamos a explorar.
Instalamos una pequeña tienda cerca del lago y, tras encender una fogata,nos sentamos juntos a disfrutar del cielo estrellado. La tranquilidad del lugar, interrumpida solo por el suave murmullo del agua y el canto de los grillos, creó una atmósfera mágica que parecía suspender el tiempo.
- María - dice Laundry, rompiendo el silencio con una voz suave. - Este lugar siempre me ha dado una sensación de paz y claridad. Y quería compartirlo contigo porque siento que este viaje es solo el comienzo de algo más grande.
Lo miré , sintiendo una conexión profunda y sincera en sus palabras.
- Yo también lo siento, Laundry. Gracias por traerme aquí. Siento que estamos destinados a vivir muchas más aventuras juntos.
Con esa promesa tácita en el aire, nos abrazamos bajo el cielo estrellado. Luna Azul no solo era un lugar físico, sino un símbolo de las infinitas posibilidades y del camino que ambos estábamos comenzando a recorrer juntos. La magia de lo inesperado había tejido nuestras vidas de manera indisoluble, y estábamos listos para enfrentar lo que el futuro nos deparará, juntos y con el corazón abierto a todas las maravillas por venir.
#3013 en Fantasía
#381 en Ciencia ficción
romance, cienciaficcion y aventura, aventura acción fantasía cienciaficción
Editado: 28.08.2024