CAPÍTULO 18

Después de una par de bebidas y baile, me comienzo a sentir mareado, miro a Valentine pero ella parece encontrarse perfecta. Debí haber escuchado a Brad y no beber tanto.

—Oye Vale, me estoy sintiendo algo mareado, iré a sentarme un momento —anuncio a la rubia antes de retirarme y recibo un asentimiento por parte de ella.

Salgo de la pista y busco algún lugar en el que pueda sentarme. Encuentro un sofá vacío y de inmediato me siento, cierro los ojos intentando relajarme y evitar el vomitar. Sería algo realmente desastroso vomitar frente a Valentine y mis amigos.

No se cuanto tiempo me quedo en esa posición, pero comienzo a encontrarla relajante.

—Hey, Lex —escucho a Brad llamarme. Abro los ojos y lo veo sentarse a mi lado.

—¿Qué pasa Brad? —pregunto.— No deberías estar con tu hermano.

—Si —responde— pero vi algo que no me está gustando —ríe.

—Si es por mi, no te preocupes, solo bebí un poco de más —respondo restandole importancia.

—Además de que mi amigo está solo, hay algo más que me preocupa.

—¿Qué? —pregunto curioso. Hay pocas cosas en esta vida que pueden preocupar a Brad.

—Sé que recién estás empezando con la rubia, pero que mi amigo quién fue el que tuvo las agallas de hablar con su padre para traerla a esta fiesta este aquí sentado, mientras que otros tipos por ahí se la sabrosean y bailan con ella estén tan quitados de la pena, me preocupa y molesta.

¿Realmente Valentine estará dejando que eso pase? No quiero ser una persona tóxica, sé que no somos una pareja y que recién nos conocemos, pero se supone que venía conmigo.

—¿Estás seguro? —pregunto y asiente de inmediato.

—¿Tu crees que te mentiría? Eres casi como mi hermano, Lex, y no jugaría con algo así —responde.

—Bien, iré a buscarla y ver que está pasando.

Vamos Lex, te prometiste no ser como tu padre y estás comenzando a parecerte a él.

Me levanto del sofá y de inmediato voy a la pista, busco entre todos a la rubia, y cuando la encuentro ella está rodeada de un montón de tipos.

—Hey, Vale —la llamo y esta se gira hacia mí. 

—Hola Lex, ¿ya te sientes mejor? —por la manera en que habla deduzco que ya ha tomado más de la cuenta, así que solo asiento y cuidadosamente la tomo de la mano sacándola de ahí.

—¿Te encuentras bien? Creo que te has pasado un poco de copas.

—Estoy perfecta —ríe— las cosas se mueven un poco, pero puedo seguir de pie, no entiendo porque no me dejaste seguir bailando.

—Oye Vale, no quiero sonar como una persona tóxica, tu sabes que eso es lo que menos deseo ser en la vida —menciono al sentarme a su lado.— Sé que te encuentras en todo tu derecho de bailar con quien tu quieras, pero pensé que veníamos juntos, y el ver a todos esos tipos rodeandote y bailando tan cerca de ti no me ha gustado demasiado.

—Tienes razón Lex, se supone que veníamos juntos —suspira.— pero mientras tu sigas cogiendo con la pelirroja yo no tengo porque respetar nuestro lazo.

Su respuesta me deja en shock, incluso siento haber palidecido, pero intento recomponerme lo más rápido posible, esperando que ella no lo haya notado.

—Que cosas dices —rio— seguramente el alcohol ya te tiene mal, ¿quieres que ya te regrese a tu casa?

—Estoy bien, el alcohol no tiene nada que ver con eso, Alex —responde molesta— los chismes corren, y por si acaso no lo sabía, tenemos gente que trabaja para ambas manadas, cuando algo pasa en tu hogar llega a oídos del mío y viceversa. Fue una gran noticia y realmente no quería creerlo, pero fue mi nana quien se entero de ello y decidió que hacérmelo saber sería lo mejor.

Mierda Alex, ¿Por qué nunca puedes hacer nada bien? Seguramente ahora ella te odia y solo piensa en desgarrar tu carne lentamente hasta que mueras.

Siempre debes ser sincero, las mentiras solo lastimarán más a quienes te rodean, aunque tu trates de protegerlos todo algún día saldrá a la luz cariño, así que evita las mentiras. Las sabias palabras de mi madre vienen a mi mente, y me doy cuenta de que mi teatro caerá de todos modos. No puedo seguir mintiendo, no cuando ya perdí a mi madre por eso.

—Está bien, ¿Podemos hablarlo en otro lado? No creo que este sea el lugar indicado.

La rubia solo asiente y ambos nos levantamos para salir del lugar y así encontrar un sitio menos ruidoso donde poder aclarar todo. El camino me resulta incomodo, pues la tensión es palpable, y siendo Valentine un Alpha temo por su reacción.

Llegamos a lo que parece ser el jardín, que se encuentra algo lejos de la residencia donde es la fiesta, y veo a la rubia sentarse en una banca.

—Adelante, cuéntame más excusas.

El tono tan frío que usa me provoca escalofríos, y comienzo a suponer que su parte de licantropo está tomando el control.

—Valentine, sé que he sido una pésima persona contigo, pero no quiero más mentiras —suspiro— mi madre ya se ha alejado por esa misma razón y no quiero que alguien más lo haga. Lo que te contaron es cierto, estuve con Scarlett, pero ha sido un desliz y no sabes cuanto me arrepiento por ello.

Sus ojos cambian de color pareciendo una lucha entre quién tendrá el control y tengo temor por mi vida. Ella me matará seguramente.

—Sé que una disculpa no enmendará el daño, pero por esa misma razón te prometí que ya no habría nada más entre la pelirroja y yo, porque soy un hombre de palabra y lo que menos quiero es dañarte. 

—Siempre he sido pacifica Lex, e intente comprender tu situación, pero te has aprovechado de eso y ahora mismo no me importaría acabar con tu vida —ríe—tu manada se encuentra vulnerable con la partida de Alysa y aunque trataran no podrían vengar tu muerte sin acabar extintos.

El miedo recorre cada fibra de mi ser con cada palabra que pronuncia. Su tono es tan frío y su mirada tan oscura como la noche, luce perdida.

—Sé que estás molesta, sé que traicione tu confianza, pero por favor con mi hogar no hagas nada —suplico— matame, torturame y sacia tu sed de venganza, pero di que ha sido un accidente, no involucres a la manada en esto.