Luna

CAPÍTULO 30

Abro los ojos de golpe y al intentar levantarme soy retenido por la silla.

— ¿Todo bien? —pregunta Mali y giro en su dirección.

En sus manos sostiene una tableta digital, y mira esta con mucha atención y detenimiento.

—Eso me pareció más una pesadilla que una prueba —respondo y vuelve su mirada hacia mí.

—Esta prueba se trata de usar tus miedos y debilidades para ver que eres capaz de hacer con ellas —menciona mientras me libera de las ataduras de la silla.

—Pensé que esto solo era para ver cuantas horas tendré que estar en el clan.

—Por eso mismo, la prueba te expone a ciertas situaciones, y de acuerdo a como reacciones ante estas va generando cuantas horas tendrás que trabajar, es por eso que Gabriel y la mayoría en el clan decide llamarlos "áreas de mejora" en lugar de debilidades —responde y me extiende una hoja que toma de un pequeño escritorio.

Tomo la hoja y aún sin mirarlo con detalle, puedo asegurar que se trata del horario que me ha generado.

— ¿Lo notaste? —pregunta mientras devuelve las cosas a su lugar.

— ¿Qué? —pregunto curioso.

—Cuando tus niveles de adrenalina subieron, tu Lobo lo tomo como una señal de que te encontrabas en riesgo —responde mientras señala algunas cosas en la pantalla. — Y aún estando en tu subconsciente decidió intentar salir y ayudarte.

Hago memoria de lo que sucedió y tiene razón, en un momento deje de ser yo, y en mi lugar estaba un Lobo. Eso desata profundamente mi curiosidad.

— ¿Cómo pudo ser eso posible? —pregunto y sigue mirando asombrada hacia la pantalla.

—Tu Lobo es parte de tu subconsciente, Alex —responde sin despegar sus ojos de dicho aparato— No sé mucho sobre esto, pero ya es hora de llamar a Gabriel y tu madre, tal vez Gabriel pueda darte más información.

—Por cierto, ¿Cuánto duró la prueba?

—Oh, olvide revisar eso —menciona mientras toma de nuevo la tableta digital. — Bien hecho novato, 3 minutos con 17 segundos, nada mal para lo que enfrentaste.

— ¿Ellos podrán verlo? —pregunto mientras ella presiona un botón que parece ser una alarma.

—No, tranquilo —responde. — Nadie más que yo sabrá a qué te enfrentaste e hice un juramento sobre proteger a mis compañeros, no puedo divulgar nada, y aunque quisiera hacerlo, si lo intentara mi lengua se vería afectada, y créeme que aprecio mi lengua, nunca lo intentaría.

— ¿Cómo sabrían que lo hiciste? —pregunto curioso.

—Es algo difícil de explicar, tal vez en otra ocasión —responde.

Antes de que pueda decir algo más, veo como mamá y Lexi entran en la habitación, y detrás de ellas, viene Gabriel.

— ¿Lex pudo superarme, Mali? —pregunta Lexa de inmediato.

—Mirlo por ti misma Lexi —responde con una sonrisa y le muestra los resultados en la pantalla frente a nosotros.

— ¡Sólo por dos segundos! —exclama— Vaya suerte tienes, Lex.

—Lexi, después podrán hablar sobre su apuesta, ahora hay que escuchar la indicaciones para Lex —menciona mamá haciéndola asentir.

—No te preocupes, Alysa —menciona Gabriel con una sonrisa— aún me encontraba viendo los resultados.

—Bueno, Alex, creo que ya te ha explicado Mali como funciona esto, y ya te ha entregado tu horario, ¿no es así?

—Si —respondo mostrándole la hoja que me dio la chica.

—Debo decir que tus resultados me sorprendieron —dice con una sonrisa. — Por lo que me había contado tu madre, de tu situación emocional, pensé que sería algo que manejarías con mayor dificultad.

>Pero en fin, yo enviaré una copia de esto a el clan, y también tu madre tendrá una, se te otorgará una tarjeta con la que tendrás que registrar tus entradas y salidas al clan para asegurarnos de que estás cumpliendo tus horarios. Mañana te estaremos entregando la información detallada sobre las actividades que realizarás dentro del clan, y si tienes alguna duda estaré ahí para resolverla.

—También mañana por la tarde estará listo tu registro en el colegio, tendrás que acompañarnos para darte un recorrido y ajustar tu plan de estudios —menciona Mali.

—Cierto, gracias por recordármelo, Mali —menciona Gabriel— Por ahora sería todo, no les quitaremos más tiempo.

—No, para nada —dice mamá con una sonrisa— Gracias por su ayuda, nos vemos.

Mamá y Gabriel se despiden con un abrazo que me hace sentir extraño. No quiero sacar conclusiones apresuradas, pero Gabriel no me presentó a su Luna, ni siquiera menciono si es que su manada tenía una; y que tenga ese tipo de interacciones con mi madre, sabiendo la situación por la que se encuentra su matrimonio, levanta aún más mis sospechas.

— ¡Adiós! —se despide Lexi y sale detrás de mamá.

—Los veo luego —hago un gesto con mis manos y salgo de ahí.

Mamá y Lexi caminan a mi lado, hablando sobre a qué lugar podrían llevarme a comer o si una comida hecha por mi progenitora sería mejor, pero no estoy muy atento a ello, esa aparición del Lobo ha despertado mi curiosidad.

— ¿Te encuentras bien, Lex? —pregunta mamá tomando de mi mano.

Puedo ver la preocupación en su rostro, y de inmediato asiento con mi cabeza.

—Si mami, estoy perfecto —respondo abrazándola. — No tienes de que preocuparte, solo estaba pensando en la prueba, perdón.

—Bien mi pequeño —dice y seguido de esto besa mi mejilla. — No queremos decidir por ti, así que te pregunto, ¿Prefieres comer en algún restaurante o que preparemos algo en casa?

—Honestamente, prefiero algo preparado por nosotros —respondo y tomo a Lexi entre mis brazos. — Prefiero divertirme cocinando con las dos mujeres a las que más amo.

—También los amo, mis pequeños —dice mamá con una enorme sonrisa y de inmediato podemos sentir sus brazos rodearnos.

—Lex ya no es un pequeño —menciona Lexa en cuanto se disuelve el abrazo y escucho a mamá reír.

—Por más mayor que sea, siempre será mi pequeño, al igual que tu.



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En el texto hay: hombreslobo, mate, magia

Editado: 30.01.2023

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