Luna Hechizada

Capítulo 1

James, primer chico

James es un hombre lobo, alto, jóven, rubio de ojos penetrantes, oscuros, color azul profundo; sabe que es guapo, pero lo disimula, no quiere notoriedad, amable, afable de gran empatía, con un propósito de superación. Sus labios perfectamente definidos en su rostro no hace que pase desapercibido. Viste informal, vaqueros rasgados y camiseta básica, normalmente oscura de licra, dejando entrever sus potentes y marcados pectorales y ciñiendo sus fuertes brazos.

Primo del alfa de su manada ha buscado a su mate por mucho tiempo, viajó por el
mundo con la esperanza de encontrarla. Pero por más que lo intentó no pudo hallarla, eso le dolió, frustró y le enfureció.

Los lobos son criaturas monógamas, viven en manadas dentro del bosque, son territoriales y al llegar a la mayoría de edad esperan encontrar a sus parejas a quienes les son fieles hasta la muerte.

Sus mates son sus almas gemelas, el amor de su vida, su razón de existir y James no había dado con el paradero de la suya.

Su dolor por no encontrar a su amada se hizo cada día más grande. La tristeza y la soledad le hicieron impaciente, al paso de  los días se volvieron meses y los meses se hicieron años. 
Aunque tiene la apariencia de un joven de 25 años en realidad James tiene 223 años en los cuales había tenido la esperanza de encontrar a su amada; soñaba con encontrarla, tener un hogar, una familia, muchos hijos, pero con el paso de las décadas el sueño se fue borrando de su mente, hasta convertirse en un recuerdo tan lejano.

Era muy hábil en batalla el mejor después del alfa. Tanto así que su primo le pidió ser su mano derecha una vez que su tío le dejara el mando. Pero lo declinó le dijo que siempre tendría su lealtad pero no deseaba esa responsabilidad, los jóvenes también merecían una oportunidad para probar su valía y sabía que el puesto de Beta era para alguien mejor. A James le gustaba más la vida tranquila, aún así era un buen guerrero y un gran amigo. En su manada eran muy apegados a las leyes no lastimaban a nadie, ni repudiaban a los de más bajo status. A diferencia del humano común que clasifica la sociedad, según cuanto dinero posean, los licántropos tenían una jerarquía distinta, basada en la fuerza de los mismos para protección de la manada.

James vivía con su primo en una gran mansión, la manada vivia al rededor de la misma, eran casi como un pequeño pueblo dentro del espeso e inmenso bosque.

Su primo y futuro alpha pronto entraría a la universidad, era joven e inquieto, pero no dudaba ni por un momento de él, sería un gran líder. Ethan se destacaba por el amor a sus tierras y a su gente, por eso estaba seguro que era un digno heredero del alfa Owen, su tío, ellos se llevaban muy bien, como dos hermanos se querían mucho.

Viniendo de una manada poderosa dejó de concentrarse en seguir buscándola fuera de ella. Así que al volver ya no era el mismo. Estaba molestó, furioso, frustrado, decepcionado y sobre todo vacío.

Sabiendo que estaba mal busco a la bruja de la manada y le pidió un hechizo.

Pero no un hechizo común. Uno especial.

Los lobos sólo adoran a una deidad, la llaman diosa Luna, es quien creó a los licántropos, seres mágicos que llevan una bestia interior, se pueden convertir en cuadrúpedos a voluntad, pero con el tiempo pueden volverse locos, y dejar que el instinto animal domine.
Cazar presas sin distinguir si son humanos, animales o aliados, y volverse asesinos sin control.

Por ello están las compañeras, la diosa luna creó en sus almas gemelas el poder de calmar al lobo interno, le dan un nuevo propósito, el cual es amar y cuidar a los suyos. Ellas son el eje de un lobo y por ello encontrarlas es tan vital para los licántropos.

Las castas de lobos se dividen según su fuerza, el líder nato se llama Alfa es quien protege y guía a los suyos, pero aún así necesita de su compañera o Luna.
El Beta es la mano derecha del alfa, su función es como consejero del Alfa para ayudarle a tomar buenas decisiones, luego vienen los guerreros y finalmente los Omegas, son lobos pequeños y poco hábiles en batalla, por ello se les dan tareas más sencillas.
Las manadas poseen un consejo de ancianos que guían con estrictas leyes a todos, una de la más importante.

Proteger el secreto

Deben permanecer siendo un mito para la humanidad, ya está demostrado que no es una raza confiable, cuando se trata de ambición y poder no dudan en traicionar a sus congéneres y destruir su propio mundo y sus preciosos recursos por dinero.

Los lobos sin manada pueden abandonarse a su lado animal y ponen en riesgo a su gente, en algunos casos son sacrificados por ello, James estaba triste si no la encontraba ése podría ser su destino, vagar en soledad alejado de los suyos.

Más que el miedo de morir, era el dolor de no ser amado, en ése tiempo encontró otros brazos, pero no el calor que necesitaba y con el cual había soñado tanto tiempo.

Tan grande era su enojo que no dudo en casi obligar a la bruja a hacerlo aunque después se diera cuenta que era un grave error, pero estaba tan decepcionado que se dejó llevar por su corazón roto. 
Así que contradiciendo a la mismísima diosa luna le pidió a la bruja de su manada que hiciera el conjuro.

Odiaba la idea de estar atado a una persona que no encontraba, su deseo fue simple, aunque iba en contra de los designios de todos.

Quería romper la conexión con la predestinada, dejar de ser una mitad, un ser incompleto y convertirse en uno sólo.

No la iba a seguir buscando más y en su ataque de rabia decidió desechar la idea de seguir esperando a que ella llegara a su vida.
La bruja intentó romper el lazo, para que James pudiera llenar ése vacío en su corazón, pero las cosas no salieron como esperaba.

Su hechizo lo hizo ocultar su aroma, perder su esencia especial para su compañera, sin saber que su deseo afectaría a ambos.
No la reconoceria por su aroma, y ella tampoco a él. Lo había borrado por así decirlo, era mejor hacerse a la idea que no existía su otra mitad que no había nadie allí para él. 
La rabia y el resentimiento de haber esperado siglos por nada lo llevaron a cometer esa locura. Que más daba, sería un hombre libre de las ataduras del amor, ya era un hecho y quizás fuera lo mejor, pensó.




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